Air Europa reclama 70 millones a Airbus
Air Europa y Airbus han pasado del amor al odio. La familia Hidalgo exige al fabricante una indemnización de 70 millones por retrasos en la entrega de 10 aviones A-350 valorados en 1.132 millones. Airbus acusa a Air Europa de actuar de mala fe al reclamar una compensación a la vez que ha firmado con Boeing la compra de ocho B-787.
En diciembre de 2004, la española Air Europa, una compañía adicta al uso de los aviones de la estadounidense Boeing, se apuntó al cambio de pareja y anunció que se casaba con el fabricante de aeronaves europeo Airbus, a la vez que se convertía en el cliente de lanzamiento del nuevo modelo A-350 con la compra de 10 aparatos de esta aeronave transoceánica por un importe de 1.132 millones de euros.
Cuatro años más tarde, aquel flamante matrimonio se ha roto de manera estrepitosa. El deterioro de las relaciones se había iniciado muy poco después de la boda, a medida que se fueron conociendo los retrasos en la definición y lanzamiento del nuevo avión.
La unión, sin embargo, ha terminado de romperse el pasado 22 de enero, el día que Air Europa anunció a bombo y platillo que ha vuelto a los brazos de su proveedor de aviones de toda la vida y ha concretado con Boeing la compra de ocho aeronaves B-787 (modelo competidor de A-350) por 890 millones de euros. En medio de agrias acusaciones mutuas, el asunto puede acabar en los tribunales.
Fuentes conocedoras de la situación han asegurado que Juan José Hidalgo, fundador y propietario de Air Europa, una vez que constató que el retraso en el desarrollo y fabricación del A-350 no era una cuestión de meses, sino de años, (la fecha inicial de entrega fue fijada en 2010 y ahora las previsiones oficiales hablan de 2013) exigió al fabricante europeo una indemnización por un importe que se situaba en una cantidad próxima a los 160 millones de euros.
Airbus intentó resolver la situación ofreciendo una rebaja muy importante en el precio inicial del pedido que, según fuentes conocedoras de la operación, ya había sido 'muy ventajoso' para la familia Hidalgo. Además, el fabricante se comprometió a facilitar una flota de transición de aviones A-330 y A-340 para que Air Europa pudiera dar servicio en sus rutas transoceánicas antes de recibir los nuevos aparatos.
Durante las negociaciones mantenidas entre las partes se llegó a un cierto grado de acercamiento en las propuestas. Airbus se mostró dispuesta a aceptar algún tipo de compensación en dinero de carácter simbólico y Air Europa parecía abierta a conformarse con la mejora sustancial de las condiciones del pedido inicial a cambio de asumir el hecho incontrovertible en el retraso de las entregas de los aviones.
Firma con Boeing
La entente se rompió definitivamente cuando la presidenta de Air Europa, María José Hidalgo, y el presidente de Boeing España, Pedro Argüelles, comparecieron el pasado 22 de enero en un hotel madrileño para comunicar que la compañía española se había comprometido a adquirir ocho aviones B-787, en una operación que es claramente incompatible con el mantenimiento de la compra hecha a Airbus cuatro años antes.
Durante las dos semanas que han transcurrido desde el anuncio las relaciones entre Air Europa y Airbus se han tensado al máximo. Fuentes cercanas al constructor europeo de aeronaves han acusado a la familia Hidalgo de 'actuar con mala fe' en este asunto. Afirman, en primer lugar, que Air Europa no ha cancelado 'y parece no tener ninguna intención de hacerlo', el pedido inicial de los A-350.
En segundo término, señalan que las negociaciones de los Hidalgo con Boeing se iniciaron hace mucho tiempo 'tal como reconoció durante el acto de presentación del contrato el presidente de Boeing España, Pedro Argüelles'. Los abogados de Airbus consideran que 'este doble juego' será un argumento suficiente como para que cualquier tribunal exonere al constructor europeo del pago de cualquier penalización que, por otra parte, aseguran 'están recogidas de manera muy condicionada en el contrato de compra inicial'.
Personas cercanas a Juan José Hidalgo han afirmado que el empresario salmantino no piensa renunciar a la indemnización que ahora ha fijado en unos 70 millones de euros.
Un A-340 de Air Canada para Iberia
Iberia ha conseguido hacerse con un avión Airbus 340-600 para cubrir el hueco que ha dejado en su flota un aparato de las mismas características que se salió de la pista el verano pasado en el aeropuerto de Quito, en Ecuador. La compra se produce en un momento en el que el mercado de comercialización de aeronaves todavía tiene un impulso muy fuerte de la demanda.La nueva aeronave pertenece a Air Canada y comenzará a operar de modo inmediato en la programación de la aerolínea de bandera española.Iberia padece una evidente escasez de aviones de largo radio, tal como demuestran las ocupaciones de sus aviones en las rutas americanas que se situaron en el año 2007 en el 87,2%. La compañía cuenta con una flota de 30 aviones transoceánicos y ha realizado una compra de siete aparatos más que recibirá a lo lardo de los próximos tres años.Tras el incidente sufrido por el avión en un aterrizaje en el aeropuerto de la capital del Ecuador, técnicos de la aerolínea han estudiado la manera de reparar los desperfectos a fin de reincorporarlo a la actividad normal. Finalmente han llegado a la conclusión de que los daños sufridos en el tren de aterrizaje, en una parte del fuselaje situada en la panza y en uno de los motores, no pueden ser reparados en las instalaciones disponibles en Quito.Esta circunstancia ha convencido a la empresa que resulta más rentable llegar a un acuerdo con el seguro, proceder a canibalizar todos los elementos del aparato que puedan ser reutilizables, dejarlo fuera de servicio y sustituirlo por el avión de Air Canada.
El futuro, en juego
La pugna entre los modelos de avión B-787 y A-350 se ha convertido en el enfrentamiento principal de Boeing y Airbus para conseguir la supremacía mundial en el segmento de fabricación de aviones de largo radio en el entorno de las 300 plazas. Por ahora los estadounidenses se han situado en ventaja.