Los empleados de Eiffage han vendido el 2,2% desde junio
El pasado 22 de enero es la fecha de la última desinversión de Sicavas Eiffage 2000, sociedad que agrupa la participación de los empleados de Eiffage en su propia empresa. Ese día vendieron 160.000 títulos a 50,5 euros y otros 40.000 a 51,3 euros, lo que supone un volumen de 10,1 millones de euros.
El goteo de órdenes de venta de acciones emitidas por los trabajadores de la constructora francesa Eiffage, enzarzada en los tribunales franceses con la española Sacyr desde abril de 2007, continúa a pesar de que la cotización se encuentra lejos de sus mejores momentos.
El pasado 22 de enero sacaron al mercado dos lotes de títulos cuyo valor alcanzó en el parqué los 10,1 millones de euros. El primero de ellos, de 160.000 acciones, fue vendido a un precio unitario de 50,56 euros. El segundo, formado por 40.000, se colocó a 51,32 euros.
Más allá del volumen de la operación, destaca la suma de más de dos millones de acciones de las que Sicavas Eiffage 2000, vehículo de inversión que agrupa las participaciones de los empleados de Eiffage, se ha deshecho desde junio de 2007.
Segundo accionista
Sicavas Eiffage 2000 es el segundo accionista de la compañía, con un 22,2% del capital declarado en la última Junta de abril. Béatrice Brénéol, su presidenta, ocupa un sillón en el consejo de la constructora.
En junio, con la opa de la española Sacyr en juego, declaraba 15,9 millones de acciones. Y su última comunicación a la AMF, con la colocación del citado paquete de 200.000 acciones el pasado 22 de enero, fija la porción de los trabajadores en 14 millones de títulos.
La desinversión equivale a más del 2,2% del capital de la compañía, vendido con cuentagotas, y sobre el que se desconoce el paradero (la normativa francesa obliga a comunicar la toma de participaciones por encima del 1%).
Un asunto que no es baladí a la vista del equilibrio que existe en el capital de Eiffage entre accionistas españoles y franceses, y ante el litigio que mantiene Sacyr (33,2% del capital) contra las acusaciones que la mesa de la Junta realizó sobre una presunta actuación en concertación de 89 accionistas españoles.
Estos fueron privados de los derechos de voto durante la reunión del 18 de abril de 2007 y el caso fue a parar al Tribunal de Comercio de Nanterre, donde se dictará sentencia el próximo 6 de mayo.
Ese bloque de partícipes españoles, excluido Sacyr, tiene el 17,6% de la constructora, lo que sumado al paquete de la empresa que preside Luis del Rivero resulta el 50,8%. Un gigante dentro de Eiffage que el presidente de la compañía, Jean François Roverato, aprecia como un bloque con intenciones de controlar la empresa sin lanzar una opa.
Con la intención de contraponer un muro galo, la cúpula de Eiffage bloqueó a los trabajadores, antes de la Junta de abril de 2007, la venta de acciones, como estrategia defensiva ante la previsible petición de entrada de Sacyr en el consejo. Una medida que fue revocada por la propia AMF.
Los abogados guardan silencio sobre la venta de autocartera
Un bloque de 1,6 millones de acciones que votó en la Junta de abril, correspondientes a la autocartera vendida en las jornadas previas a la cita con los accionistas, continúa sin un dueño claro. El Tribunal de Comercio de Nanterre preguntó el miércoles a Eiffage por el titular, pero los abogados de la constructora han guardado silencio.Sacyr sigue argumentando ante los jueces que esas acciones fueron colocadas por Eiffage con una opción de recompra para asegurarse los votos de ese papel en la Junta. Roverato dijo públicamente el 28 de junio que el comprador fue Société Générale pese a que el banco no aparecía en la lista de asistentes a la Junta.