Tres exposiciones para disfrutar Zaragoza en la Expo 2008

Ibercaja mostrará arte clásico y contemporáneo en sus salas reformadas

Una de las claves de la elección de Zaragoza como sede la Exposición Internacional 2008 ha sido el terreno. La candidatura de la ciudad aragonesa incluía suelo en propiedad donde levantar los edificios de la muestra, frente a las propuestas más inciertas de Trieste en Italia o Tesalónica en Grecia. Los terrenos de Ranillas fueron adquiridos por Ibercaja cuando la Expo era sólo una apuesta, una operación que 'fue decisiva para la credibilidad de la candidatura de Zaragoza', ha recordado esta semana el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch.

'Apostar por la Expo es una obligación para una entidad líder en el territorio aragonés', reconocía José Luis Aguirre, director general de la entidad.

Eso era en los comienzos. Hoy, a 140 días de que la Expo abra sus puertas, Ibercaja se involucra con un programa expositivo que 'demostrará que la visita merece la pena', según Belloch. En total, la entidad invertirá 20 millones de euros.

La Lonja, el Museo Camón Aznar y el Patio de la Infanta acogerán las obras

Espacios emblemáticos

Ibercaja ofrecerá tres exposiciones de arte clásico y contemporáneo, cada una en un espacio emblemático de la ciudad. En el Palacio de la Lonja, a partir del 5 de junio, la muestra Encrucijadas destacará el papel de Zaragoza y Aragón a lo largo de la historia. La académica Carmen Iglesias ha seleccionado las piezas que servirán de hilo conductor en el recorrido de la Zaragoza romana, medieval, moderna y contemporánea.

Se podrán contemplar piezas visigodas como el tesoro de Guarrazar, retratos como el del general Palafox de Goya o paisajes como el que pintó Zuloaga de la villa oscense de Alquézar. La obra cumbre, sin embargo, será el Vidal Mayor, la compilación de los Fueros de Aragón más antigua que se conserva, propiedad de la Fundación Paul Getty, y que se expondrá por primera vez en Aragón.

La exposición Del Ebro a Iberia inaugurará el Museo Ibercaja Camón Aznar, que la entidad financiera está actualmente reformando (albergará la colección completa de grabados de Goya). El comisario Antonio Meléndez ha articulado un discurso artístico con el Ebro como eje vertebrador de la historia de España a partir de dos elementos: el arranque del cristianismo y la lengua. La muestra, que se abrirá el 30 de mayo, culminará con arte contemporáneo, exponente de la secularización de la sociedad. Diana cazadora, la arqueta de San Felices del Monasterio de Suso o el Tríptico de la Pasión de El Bosco dialogarán con obras de Velázquez, Goya, Picasso, Miró o Barceló.

El arte contemporáneo será el protagonista de la exposición que acogerá el Patio de la Infanta, en la sede de Ibercaja, espacio recientemente reformado, en el que se exhiben permanentemente los 14 cuadros de Goya que posee la entidad.

Del futuro al pasado ofrecerá desde el 20 de mayo 30 obras de los 30 artistas que han pasado por la sala de Ibercaja en sus tres décadas de historia. Una nómina integrada por Braque, Chagall, Picasso, Miró, Giacometti, Torres García, Dalí, Rivera, Saura, Tàpies, Serrano, entre otros artistas.

Un pabellón dedicado al Ebro

Las tres exposiciones complementan en la ciudad la oferta que se desarrollará en la Expo. Allí, Ibercaja instalará el pabellón Ibernostrum, dedicado al Ebro y el valle que recorre. Con una dimensión de 807 metros cuadrados, se encuentra en la zona de empresas y ONG, frente al acuario fluvial y próximo a los pabellones de España y Aragón. La construcción se ha realizado con materiales reciclables y es accesible a minusválidos. El pasillo de entrada es un espacio acristalado, en cuyo suelo se perciben los movimientos y reflejos del río. En la sala central, un audiovisual transportará al visitante por las riberas del río, el Pirineo en su apogeo invernal, los llanos de cosechas doradas o los rojos de las viñas en otoño.En el marco sociocultural y medioambiental destaca, además, el compromiso de Ibercaja para plantar 3,5 millones de árboles en tres años en Aragón para compensar las emisiones de CO2 de la Expo.