Catedráticos para enseñar golf
Por 42 euros la hora en una escuela pública española, o por 400 con el profesor de Tiger Woods, se puede aprender a jugar al deporte de moda.
Entre los propósitos del año nuevo, el de aprender a jugar al golf ocupa un lugar destacado. Cuando llegan las vacaciones -las de Semana Santa están muy cerca- es duro ver cómo los amigos disfrutan cada vez que salen al campo, aunque lo peor viene después, al acabar, cuando se reúnen alrededor de una mesa donde cada uno relata los mejores golpes. Si no eres jugador, en esta reunión no pintas nada. Para poner remedio a la situación simplemente hay que buscar un profesor.
Los grandes gurús del golf mundial están en Estados Unidos. Los 25 millones de practicantes que hay en aquel país les garantizan la subsistencia. Algunos de ellos forman alumnos que después envían a las academias que llevan el nombre de los grandes maestros y que están repartidas por todo el mundo, algunas en también en España.
Entre los docentes más valorados están los profesores que trabajan con las grandes estrellas del golf profesional. Hay gente capaz de pagar lo que le pidan por poder contar que su entrenador personal es Hank Haney, el mismo que dirige a Tiger Woods, aunque es evidente que nunca jugarán como él, ni siquiera como Mark O'Meara, ganador de dos grandes, otro de sus alumnos. El maestro del número uno tiene 50 años de edad y cobra 400 euros la hora. Su base está en McKinney (Texas), pero no es el que más cobra. David Leadbetter, 55 años, es el de mayor renombre. Su característica figura: alto, espigado, con la cabeza siempre cubierta por un sombrero. Es un excelente relaciones públicas -cuando estás a su lado sabe cómo hacerte sentir importante-. Ha estado en nómina de auténticos mitos como Nick Faldo, Ernie Els, Nick Price, Charles Howell III o la joven Michelle Wie. Lo duro viene cuando llega el momento de abonar sus emolumentos a uno de sus empleados: 10.000 euros por media jornada, poco más de tres horas. Su central está en Orlando (Florida) y también dispone de una academia en nuestro país (La Cala, Mijas), aunque ha tenido otras que no han funcionado como preveían sus promotores.
Cambiar mucho de instructor puede ser perjudicial
1.200 profesionales españoles imparten clases
Uno de los pioneros en este grupo de profesores estrella es el veterano Butch Harmon, de 62 años. Harmon fue uno de los que creó el swing original de Tiger Woods. Si se quiere contactar con él, lo aconsejable es aprovechar un viaje a Las Vegas para visitarle en la localidad de Henderson, donde tiene su escuela e imparte sus consejos.
Es un tipo campechano y divertido. Ha trabajado con José María Olazábal, al que por cierto nunca le cobró ni una clase. El jugador vasco le enviaba algunas cajas de buen vino de Rioja y de Ribera de Duero y con esto se consideraba recompensado. Claro que trabajar con Olazábal también ayudaba a hacerse un nombre, máxime después de romper sus vínculos con Woods. Con Harmon entrena una de las nuevas figuras, el australiano Adam Scott, además de Justin Leonard, Fred Couples o el norirlandés Darren Clarke. Para acceder a sus tutorías cobra un mínimo de 3.600 euros.
La enseñanza del golf no se ha desarrollado tanto en España como en otros países, pero existen todo tipo de ofertas, con precios muy distintos según sea la opción que se elija. Hay desde clases individuales en cualquiera de los 359 campos clubs de golf repartidos por todo el país, a estancias combinadas en establecimientos hoteleros o academias especializadas que dan la oportunidad de adentrarse en el incomprensible mundo del juego del palo, la bola y el hoyo.
El crecimiento del golf en nuestro país ha convertido la figura del profesor en un elemento indispensable para todo golfista. Es necesario aprender con alguien que nos inicie correctamente en los fundamentos de este deporte, cuya presencia suele hacerse familiar a lo largo de nuestra progresión. Un día es necesario incidir en los golpes largos desde el tee de salida, otro día trabajar con el putt, con el juego corto alrededor del green o manejar la técnica para salir de un búnker. Una o dos clases a la semana serán decisivas para rebajar nuestro handicap. En cualquier caso, recuerde que no existe la píldora capaz de convertirle en un buen golfista, así que hay que dejarse guiar por el profesor y, si quiere un consejo, procurar no cambiar mucho de instructor porque su juego se resentirá. No hay dos pedagogos iguales, a pesar de que la esencia del juego es siempre la misma.
Una buena forma de iniciarse es a través de las clases colectivas, de las que disponen la mayoría de las escuelas de golf que hay en los clubs españoles. El Centro Nacional de Golf de Madrid, dependiente de la Real Federación Española de Golf y el del Golf Sant Joan en Barcelona, de la Federació Catalana, ambos campos públicos, disponen de ofertas asequibles.
Cursos trimestrales
En el Centro de Madrid hay más de 2.000 alumnos que participan en cursos colectivos trimestrales. Los jugadores se dividen en grupos de cuatro jugadores, aunque el número depende de cada academia. El precio por una hora semanal de clase es de 14 euros. Es la oferta más económica. También se ofrecen clases particulares. Una hora, mano a mano con el profesor, sale por 42 euros, una tarifa variable que depende del estatus del club, así como de la Comunidad Autónoma. Los precios más altos se dan en Madrid, Cataluña, Costa del Sol y País Vasco; los más asequibles en Extremadura y Castilla La Mancha. El alumno también paga las bolas que utilizará en el campo de prácticas: 30 bolas cuestan alrededor de un euro.
En España hay 1.500 profesionales, de los cuales 1.200 se dedican a la enseñanza. La Real Federación Española de Golf imparte los cursos en los que otorga el título que acredita al profesional para dar clases. Este año el programa académico tendrá importantes variaciones. De acuerdo con el Ministerio de Educación, los títulos tendrán por primera vez un valor profesional y también académico. Los cursos se han elaborado con la PGA europea -la asociación de profesionales de golf que aglutina a todas las asociaciones de Europa-, lo que después permitirá a los profesores ejercer su trabajo en cualquier país.
En España trabaja un buen número de profesores venidos de otros países, particularmente en zonas turísticas como son la Costa del Sol, Baleares y Levante. Para ejercer su profesión han convalidado su título, certificado por la PGA europea. Fuentes del sector denuncian la existencia de intrusismo, aunque cada vez sea menor. Los clubs han entendido la necesidad de contar con profesorado acreditado capaz de dinamizar las escuelas de golf.
Uno de los aspectos que se trabajará más insistentemente a partir de este año es el de los idiomas. Desde la Federación Española admiten una cierta carencia que impide a nuestros profesores dar clases en otras lenguas. La demanda de los últimos años forzó a la federación a preparar técnicos contrarreloj. Según el programa en el que participaron, éstos se dividen en distintas categorías laborales: maestros, asistentes de maestro y monitores. El primero tiene una tarifa superior. La ocupación en el sector es plena, aunque en España aún no se ha desarrollado como en otros países.
Tarifas
Los sueldos de los profesores estrella:Hank Haney El maestro de Tiger Woods cobra 400 euros la hora en su escuela de Texas.David Leadbetter Es el mejor pagado, su escuela cobra 10.000 euros por tres horas de clase. Ha dado clase a Ernie Els y Nick Faldo, entre otros. Tiene una sucursal en Mijas.Butch Harmon Ha dado clase a Fred Couples y José María Olazábal. Cobra 3.600 euros por tutoría, como mínimo.
Licencia para jugar
Para salir a jugar a un campo de golf es imprescindible tener unos conocimientos mínimos que dan derecho a obtener la correspondiente licencia federativa, que es obligatoria según las normas del Consejo Superior de Deportes.El seguro de dicha licencia cubre la responsabilidad civil y los accidentes que se produzcan durante la práctica del golf en un campo debidamente homologado, donde informarán a los novatos de cuándo pueden comenzar sus clases.