La renta fija sale beneficiada de la volatilidad de los mercados
Los planes garantizados y los de renta fija a largo plazo son a estas alturas del año los únicos en los que existe una abundancia de entidades con ganancias, aunque por lo general modestas. Enero ha sido muy propicio para los bonos, ya que se han dado dos circunstancias. Por un lado, una altísima volatilidad, que ha permitido a algunos gestores obtener rendimientos ante las oportunidades que ha brindado el mercado. Por otro lado, una clara subida de las cotizaciones de la renta fija, que repercute en las valoraciones de las carteras de forma directamente proporcional a su duración.
Algunos planes, en efecto, están cosechando ganancias entre algo más del 1% y en torno al 4%, ganancias que no son propias de activos no bursátiles, pero que en las actuales circunstancias han estado apareciendo ante la huida del dinero de la renta variable y su apuesta por los mercados de bonos, en donde las rentabilidades medias a largo plazo han llegado a caer con fuerza. Cuanto más caen los tipos a largo en la renta fija más suben los precios de los bonos (presionados por la demanda existente) y, por lo tanto, más valor acumulan las carteras de los planes que tienen activos de este tipo. Los garantizados están participando también en alguna medida de estos aumentos de las valoraciones de la renta fija ya que tienen en su cartera una proporción bastante elevada de este tipo de títulos. En todo caso, para haberse concentrado en apenas un mes, el movimiento alcista de la renta fija ha deparado ganancias que en otros momentos habrían tardado meses.
La caída de los tipos a largo puede continuar en las próximas semanas aunque no es probable que con la misma contundencia que en estos últimos días, por lo que los gestores estiman que los planes de bonos pueden contar con algunas posibilidades adicionales de subidas pero de menor cuantía, a no ser que el mercado entre en una dinámica más negativa. La mayoría de los gestores descarta movimientos tan bruscos.