Golpe de mano del presidente de Cajasol
Cumpliendo la máxima de muchas otras uniones bancarias que también aspiraban al equilibrio de poderes, la fusión paritaria que ha dado lugar a Cajasol tiene ya vencedores y vencidos en pleno periodo de transición. El presidente de Cajasol, Antonio Pulido (PSOE), se ha deshecho así de las hipotecas del pacto de fusión, que repartía salomónicamente el poder entre los directivos de El Monte y San Fernando, y ya controla la caja en solitario. Aunque formalmente todo el consejo de administración le ha apoyado en su decisión de destituir al director general procedente de San Fernando, José María Ramírez Lomas, para sustituirle por el ex directivo de la Caja Rural del Sur Rafael López-Tarruella, las aguas vuelven a correr muy revueltas por la entidad sevillana. Una parte del PSOE local, liderada por el alcalde de la ciudad Alfredo Sánchez Monteseirín, y la plantilla procedente de Caja San Fernando que representa el sindicato UGT acusan a Pulido de liquidar el equilibrio pactado en la fusión para garantizarse la presidencia de Cajasol cuando culmine el proceso.
También se pone en cuestión el perfil profesional del nuevo director general, que llegó a interventor en la Rural de Huelva pero que nunca ha ocupado puestos de dirección general en una entidad de la dimensión de Cajasol. 'El nuevo director es en realidad Antonio Pulido', aseguran fuentes cercanas a la caja para explicar la elección del presidente de Cajasol y su total control sobre el grupo.
Fuentes próximas a Antonio Pulido minimizan el peso de estas censuras y aseguran que, por el contrario, la caja vive un 'momento de euforia' y de consenso con la llegada del nuevo director general, al que se ha encomendado la tarea de corregir las deficiencias detectadas en la integración de las redes de ambas cajas y en la unión efectiva de los equipos. Pero el malestar empieza a aflorar, como se aprecia en la última circular distribuida entre la plantilla por UGT y que puede consultarse en su página web (www.ugtcajasol.es). Frente a la actitud menos crítica de CC OO, el otro sindicato ha dado su respaldo a López-Tarruella 'por responsabilidad', pero sin dejar de denunciar que la caja vive un 'clima enrarecido y de incertidumbre'. La central señala que 'ha habido retrocesos' en algunos aspectos de la integración como 'el equilibrio entre las dos cajas', además de mostrar sus dudas sobre el perfil del nuevo director. 'El currículum presenta algunas incertidumbres como llevar varios años prejubilado y no haber desempeñado el cargo de director general en la entidad de procedencia', dice la circular.
Entre los retos que debe afrontar López-Tarruela, UGT añade que existen 'algunos ratios preocupantes como morosidad o eficiencia', además de asignaturas pendientes 'que urge cerrar cuanto antes y de manera adecuada, como los requerimientos del Banco de España'. También reclama el sindicato que se dé respuesta 'al incremento de los gastos generales no comprometidos'.
La progresiva merma de los equipos procedentes de San Fernando y el reforzamiento de la presidencia ejecutiva de Pulido se ha visto ratificada, además, por la salida de otros directivos próximos al defenestrado Ramírez Lomas. Fuentes de la plantilla aseguran que los dos subdirectores de la máxima confianza del ex director general preparan su salida, mientras que otros dos también procedentes de San Fernando se han prejubilado en diciembre.
Pero el equipo de Pulido, que justifica los cambios en la necesidad de garantizar el éxito de la fusión y en la pérdida de confianza en Ramírez Lomas, ve las cosas de otra forma. Asegura que ahora se está corrigiendo el desequilibrio de fuerzas que existía en favor de San Fernando. Otras fuentes desvelan que el ex director perdió el respaldo del presidente cuando pretendió tomar decisiones estratégicas por su cuenta, sin respetar que Pulido ostenta una presidencia ejecutiva que pretende ejercer 'uno o doce años más'.