Disfrute y eficacia para clientes solventes
Para recorrer la tierra de Fernando Alonso, lo mejor es utilizar un deportivo de alto nivel. Debido a la abundancia de curvas y al tiempo húmedo de esta región, el nivel medio de los conductores es más alto que en otras partes del país.
La posición central del motor -colocado tras los ocupantes- es una configuración técnica tomada de la competición. Con el propulsor en el centro, y colocado lo más bajo posible, se logra un conjunto más equilibrado y eficaz. El primer superdeportivo de este tipo fue el Lamborghini Miura de 1967, y desde entonces han aparecido muchos más.
En principio, las reacciones de estos modelos son más bruscas y delicadas que en los coches con motor delantero, aunque esto ya se ha subsanado gracias a los últimos modernos sistemas dirigidos al control de estabilidad. Un clásico en esta exótica categoría son los Ferrari con motor V8, cuyo último representante es el F430 Monza (186.0490 euros). Con su propulsor de 490 CV, es una referencia en cuanto a sensaciones y deportividad extrema.
Su principal rival es el Lamborghini Gallardo (172.800 euros), con motor V10 de 500 CV y tracción total. Fernando Alonso posee uno. El último rival en llegar ha sido el Audi R8 (116.800 euros).
Recibido en principio con escepticismo, ha convencido por su fantástico comportamiento. Lleva un motor V8 de 4.2 litros y 425 CV, ofrece el interior más amplio de todos los modelos mencionados y es mucho más barato.