La Seda da marcha atrás en la compra de Interquisa
La inestabilidad de los mercados bursátiles ha pasado factura a La Seda, que renunció el viernes a llevar a cabo su gran operación de expansión, la compra de la filial de Cepsa Interquisa. El grupo presidido por Rafael Español anunció el pasado mes la adquisición, que contemplaba a su vez la entrada de Cepsa en su accionariado con una participación del 12%. La operación estaba valorada en 595 millones de euros.
La compañía comunicó tras la celebración de un consejo de administración que 'suspendía con carácter indefinido la operación de Interquisa y la consiguiente ampliación de capital, dineraria y no dineraria asociada a la misma'. En el comunicado remitido al regulador bursátil, La Seda argumenta que ha tomado esta decisión después de realizar un 'análisis exhaustivo' de la evolución de la cotización de sus acciones y de las reacciones derivadas de la compra de Interquisa.
Fuentes cercanas a la compañía señalaron que 'la bajada en la cotización de la acción de La Seda hace que no tenga sentido ahora la operación'.
Cuando se planteó el proyecto las acciones del grupo cotizaban a 2,30 euros, mientras que el viernes cerraron a 1,44 euros. Desde el pasado noviembre ha experimentado una caída cercana al 28%. La compañía cree que podría volver a plantearse la operación si se estabiliza la situación financiera, explicaron fuentes cercanas a la Seda.
Interquisa es propietaria de una fábrica de PTA (materia prima para la elaboración del PET) en la localidad de San Roque (Cádiz) y controla además, el 51% de otra planta de PTA ubicada en Canadá.
Centrar esfuerzos
Fracasada la operación, el grupo con sede en El Prat de Llobregat dirigirá los esfuerzos a integrar los activos adquiridos en 2007, sobre todo las plantas europeas del grupo australiano Amcor y del estadounidense Eastman Chemical.