Ferrovial ampliará su base londinense para §low cost§
En plena discusión con el Gobierno británico sobre las inversiones necesarias para ampliar el aeropuerto londinense de Heathrow, Ferrovial está a punto de cerrar con el Ejecutivo un proyecto para sacar mayor provecho del cercano aeródromo de Stansted. Su intención es elevar el número de pasajeros de 23,7 millones en 2007 a más de 35 millones por ejercicio.
A media digestión de la compra en 2006 del mayor gestor aeroportuario británico, BAA, el grupo español Ferrovial ensancha los horizontes de sus inversiones en Reino Unido. La empresa ultima las negociaciones con el Gobierno de Gordon Brown para mejorar las posibilidades económicas del aeropuerto londinense de Stansted, actualmente con una sola pista de aterrizaje.
Con el balance de 2007 en la mano, BAA declara que Stansted es el tercero de sus aeropuertos en la capital a mucha distancia de Heathrow y Gatwick. Por el primero han pasado 23,7 millones de pasajeros a lo largo del año, mientras Gatwick presenta 35,1 millones de viajeros y hasta 67,8 millones de personas han transitado por las terminales de Heathrow.
Los responsables de la división Ferrovial Aeropuertos, quienes dirigen desde Madrid la estrategia de BAA, aprecian en Stansted un fuerte potencial de crecimiento si el Gobierno permite un uso más intensivo de su única pista. Enfocado principalmente al tráfico de aerolíneas de bajo coste, Stansted pretende superar los 35 millones de viajeros en 2014, tocando los 264.000 vuelos, frente a los 191.000 con que ha culminado este ejercicio.
Actualmente el tráfico está limitado (25 millones de pasajeros al año y 241.000 vuelos) por motivos medioambientales y es ahí donde Ferrovial trata de forzar la máquina para que se marquen nuevos márgenes ante la previsión de tocar techo en 2008.
La creciente demanda de las aerolíneas low cost y la fuerte competitividad de aeropuertos como los de Madrid, París, Dublín o Bruselas son los argumentos que usa Ferrovial, sumados a la repercusión económica positiva que tendría en la zona este del país un mayor aeropuerto. La matriz española espera una decisión de la Administración entre febrero y marzo.
Segunda pista
La remodelación de Heathrow ocupa buena parte de los esfuerzos de Ferrovial. Podría llevarse 5.160 millones hasta 2013 en proyectos como la remodelación de la segunda terminal.
Pero no es su único foco de inversión a largo plazo. Tras mejorar los ratios de ocupación de Stansted, se perseguirá una segunda pista y una nueva terminal para ese aeropuerto, proyectos valorados en más de 2.000 millones de euros hasta 2013.
En un principio, BAA cuenta con el respaldo del Gobierno expresado en el Libro Blanco sobre el futuro del transporte aéreo. Este documento, publicado en diciembre de 2003, sienta las bases de la política del ministerio de Transportes hasta 2030 y ya prevé la necesidad de una segunda pista en Stansted.
La estimación de la gestora del aeropuerto es tenerla operativa en 2015 y poder atender 15 años más tarde una cifra de 64 millones de pasajeros anuales.
El peso de los asesores con nombre
'Cuando llegamos a un país evaluamos el equipo directivo local, incluimos algún elemento y damos amplio margen en la gestión', dijo el viernes Santiago Olivares, consejero delegado de Ferrovial Servicios. El ejecutivo hablaba ante un auditorio repleto de posgrados del IESE y Harvard, a quienes explicaba el modelo de expansión seguido por Ferrovial en Reino Unido.Una de las preguntas se refirió a las dificultades en materia regulatoria y fiscal que sufren las empresas al abordar nuevos mercados. Olivares no dudó en reconocer que una de las mejores prácticas es rodearse de un equipo local del mayor prestigio posible. En este sentido destacó la incorporación a BAA del presidente adjunto de Barclays, Nigel Rudd (61 años) como presidente no ejecutivo; de John Stevens (64 años), asesor del Gobierno en materia de seguridad; y de Tom Kelly, quien fue portavoz de Tony Blair, como jefe de relaciones externas.En tono distendido el ejecutivo dijo que la labor de este trío es notoria en un momento en que BAA negocia con el Gobierno la rentabilidad de sus aeropuertos a cinco años vista.