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De la Premier League de la ciencia a la segunda división

El CSIC reúne en Madrid a empresas nacionales con 30 investigadores españoles expatriados.

De la Premier League de la ciencia a la segunda división
De la Premier League de la ciencia a la segunda divisiónJUAN LÁZARO

Un revuelo de periodistas y camarógrafos de televisión persigue a cuatro científicos. Son investigadores expatriados que vuelven a casa por Navidad. Por un día se sienten como el futbolista Fernando Torres cuando regresa a Madrid después de sus partidos en la Premier League inglesa. Los cuatro contaron ayer a la prensa sus experiencias en la decimoquinta jornada organizada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde se reunieron una treintena de jóvenes expertos en biotecnología para propiciar su encuentro con instituciones y empresas nacionales de cara a su posible retorno.

En la cita de este año, la mitad de los convocados trabajan en EE UU, una cuarta parte en Reino Unido y el resto repartidos en Suiza, Alemania o Francia, expertos algo descolgados de la ciencia nacional. Por eso, el CSIC, aprovechando las visitas navideñas, realiza en estas fechas una jornada abierta a cualquier expatriado.

La fuga de cerebros toca la fibra sensible del orgullo patrio y la prensa se siente atraída. Pero existen matices. Investigadores del CSIC indican que es casi imprescindible la salida de los científicos al extranjero y que, también, es algo positivo. Conocen nuevas formas de trabajo y se forman con equipos especializados. Lo difícil es regresar si el científico no es una superestrella como el oncólogo Mariano Barbacid. ¿Y por qué sólo tienen que venir españoles?

David Sancho, de 35 años, es uno de esos Fernando Torres de un día. æpermil;l realiza el símil futbolístico: 'Aquí jugamos en segunda o en tercera. Yo quería jugar en primera, por eso me fui. No se trata sólo de recuperar gente, sino de atraer a investigadores extranjeros, igual que a nivel de fútbol contratamos a Ronaldinho', para beneficio del I+D en España. æpermil;l ahora trabaja en el Cáncer Research de Reino Unido.

El problema son los recursos. 'En la ciencia lo primero es dedicarle dinero. Yo en Inglaterra puedo hacer lo que quiera', cuenta María Dolores Muyán, de 30 años, del Medical Research Council de Londres. 'En EE UU dispongo de fondos ilimitados', corrobora Francisco León, médico de 36 años, que trabaja en la empresa Alba de Baltimore.

'Volver significa, a nivel profesional, renunciar a mucho', asegura la gallega Muyán. Existe consenso sobre la falta de recursos para la ciencia en España, lo que provoca que los centros de excelencia sean 'muy pocos y concentrados en Madrid', añade. La Ley de Agencias aprobada recientemente busca una mayor autonomía para organismos públicos como el CSIC, el gran dinosaurio en I+D, con el fin de que pueden captar fondos, también privados, más fácilmente y contratar investigadores de forma más ágil.

'En España hay muchas becas y trabajos temporales', cree el holandés Gijs Jochems, director general de Promega Biotech Ibérica. Este directivo, también investigador, se acercó ayer al Centro de Biotecnología del CSIC para explicar a la treintena de expatriados la propuesta de su empresa: ayudas para quien se decida a montar su laboratorio aquí. Para la estadounidense Promega, el negocio está en venderles, en un futuro, los reactivos para las investigaciones.

Otras empresas como Cultec, Bionova o Biogen-Idec también se acercan a la jornada del CSIC. Biogen aprovecha, además, para entregar un premio para jóvenes investigadores dotado con 10.000 euros. Los encuentros entre empleadores y candidatos son informales, para tantearse mutuamente. En estos 15 años, entre el 40% y el 45% de estos jóvenes, entre 29 y 35 años, han vuelto a España para jugar en una liga que les gustaría que fuera de primera.

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