'El alza de tipos puede retrasar la compra de vacaciones en 2008'
El presidente de los hoteleros cree que la llegada de ingleses, alemanes y franceses puede caer por la subida de tipos, por lo que apuesta por centrar sus esfuerzos en nuevos mercados, como los países del Este, y en el mercado nacional, 'que ayuda a mantener el gasto medio por turista'.
A punto de cumplir su primer año al frente de la Confederación, que aglutina a 52 asociaciones y 8.700 hoteles, Molás hace una valoración positiva del estado de salud del sector turístico en 2007, 'en el que el turismo urbano ha sido el gran ganador y ha compensado el menor crecimiento en los destinos costeros'. No obstante prevé una situación más compleja para 2008 por la subida de los tipos de interés, 'que puede retrasar la compra de vacaciones' y el alza de precios del petróleo y alimentos, 'que están empezando a afectar al sector'.
¿Qué balance hace sobre la evolución del turismo durante este año?
En general ha sido un buen año, con un claro ganador: la recuperación del turismo urbano, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia. En primer lugar, Barcelona ha sido capaz de absorber las nuevas plazas hoteleras, con niveles de ocupación por encima del 70% y encajar el aumento de precios de los alimentos y del crudo. Por su parte, Madrid ha alcanzado las cifras de 2002 y está recuperando posiciones tras el 11-S y el 11-M, que afectaron especialmente a uno de sus grandes mercados emisores como EE UU. El tercer ganador es Valencia; la Copa América la ha resituado en el mapa turístico internacional, aunque aún esta lejos de llegar a los niveles de ocupación y precios que una ciudad como Valencia se merece.
¿Cómo se ha comportado el resto de las ciudades?
Todas han crecido, gracias a que el turismo urbano cuenta no sólo con el turista de negocios. En los últimos años ha surgido un nuevo modelo de turista, ya que los períodos vacacionales se han acortado y se han repartido más a lo largo del año, lo que ha facilitado la aparición de un cliente temático, que viaja por motivos enológicos, de salud o religiosos, entre otros.
¿Es tan positiva la valoración en los destinos de sol y playa?
Desde Portbou a Ayamonte ha sido un año bueno, en el que nos hemos movido en crecimientos del 1% o 2% en tasa interanual. Baleares se ha recuperado, pero Canarias sigue perdiendo viajeros porque sigue dependiendo en exceso de los paquetes turísticos. La temporada ha sido más floja en el turismo interior en Cantabria, Asturias y Pirineos, por las condiciones climatológicas adversas.
¿Está empezando a afectar al sector la subida de tipos de interés?
De momento no se ha notado en el consumo de las familias europeas las subidas de tipos. Sin embargo, nos preocupa especialmente Reino Unido y España, por el alto endeudamiento hipotecario de sus ciudadanos y la incidencia que tenga sobre la compra de vacaciones. En 2008 se pueden producir retrasos en la compra de ofertas por los turistas, por lo que mandaría un mensaje de tranquilidad a los hoteleros.
El Ejecutivo prevé superar los 59 millones de turistas extranjeros y está centrando sus esfuerzos en el mercado británico y alemán. ¿Cree que está haciendo lo correcto?
Según la Organización Mundial del Turismo, en 2008 se van a producir 800 millones de desplazamientos; a la vuelta de 13 años, esa cifra se va a doblar hasta 1.600 millones. Creo que poco le podemos decir a los ingleses, franceses o alemanes sobre España; sólo les tenemos que recordar que estamos y en lo que estamos mejorando. Tenemos la posibilidad de captar un cliente cautivo, que no es fiel a ningún destino turístico, como polacos, checos, húngaros, con una capacidad de crecimiento muy importante. Deberíamos enfocarnos hacia esos mercados en los próximos cinco años, porque podemos tener sorpresas en poco tiempo.
¿Esos mismos cambios se van a producir en el turismo nacional?
Al turista nacional no se le ha dado la importancia que tiene. El turismo de los españoles ha dejado de ser el paraguas en caso de que fallen otros mercados y se ha colocado entre los cinco primeros mercados emisores. Es un mercado consolidado, maduro y que le tenemos que dar preferencia. Otro dato importante es que el cliente nacional gasta más que el extranjero y está ayudando a que se mantenga el gasto medio por la manera que tenemos de entender el ocio y la cultura. En 2008, el cliente nacional ahorrará más por la subida de tipos y eso podría hacer bajar el gasto, aunque el turismo no suele ser de los primeros en suprimirse.
Canarias tiene que 'cambiar la forma de venderse'
El presidente de Cehat está especialmente preocupado por la situación de Canarias, en donde prevé que la ocupación hotelera cerrará el año con una caída del 5%. Para Molás, este descenso se ha producido por la fuerte dependencia de las Islas respecto a los viajes contratados (ocho de cada diez turistas que las visitan lo hacen a través de paquetes turísticos) que ahora están en retroceso frente a los viajes por cuenta y riesgo del viajero. 'Hace diez años llegaban 40 millones de turistas a España, de los que el 60% traía un paquete contratado; este año rozaremos los 60 millones, de los que tan sólo el 30% vendrá con el viaje contratado'. señala.A este problema se le ha unido el retraso de Canarias a la hora de negociar con las grandes aerolíneas de bajo coste para aumentar el flujo de turistas procedentes de sus dos grandes mercados emisores: Alemania y Reino Unido. 'Las compañías de bajo coste han llegado tarde y además los grandes operadores europeos han presentado numerosas reticencias porque con la llegada de estos vuelos podrían perder cuota de mercado', matiza.Molás no cree que el retraso en la llegada de estas compañías a Canarias responda a criterios de rentabilidad. 'Todos los estudios dicen que si los vuelos de bajo coste no superan las cinco horas de duración, es rentable volar'. A su juicio, Canarias, cuya temporada invernal es uno de sus períodos más fuertes por el turismo extranjero, 'tiene que cambiar el concepto de comercialización para hacer frente a la irrupción de una competencia que antes no existía'. Estos destinos son, según Molás, Egipto y algunas islas del Caribe, 'que se han visto muy beneficiadas por la apreciación del euro frente al dólar'.