Fin de año, una época para repensar las inversiones
A medida que se acerca el final de año, los avances de los planes de pensiones en cuanto a rentabilidad se refiere han ido perdiendo fuerza, hasta el punto de que el rendimiento acumulado en lo que va de año se ha quedado manifiestamente empobrecido y claramente por debajo del Ibex 35, un índice de referencia que vale para comparar a los planes españoles de renta variable, aunque no a la totalidad de ellos debido a la vocación inversores en otros escenarios geográficos de algunos de los planes bursátiles que hay en el mercado español.
La previsión que se baraja para el conjunto del año no es muy satisfactoria y se anticipan rentabilidades para el conjunto del colectivo de planes de renta variable del orden del 6%. Es, en todo caso, la mejor rentabilidad de las posibles, sobre todo para algunos planes que están llegando a finales del ejercicio con ganancias por encima de los dos dígitos, si bien son los menos. La renta variable está terminando el año con un notable diferencial de rendimiento en comparación con los planes de otras especialidades, sobre todo frente a los de renta fija, en donde es difícil encontrar ganancias por encima del 2%, es decir, ni siquiera la mitad de la tasa de inflación.
La oportunidad que tienen los partícipes de cambiar de plan, que se puede ejercitar en cualquier momento del año con nulo coste fiscal, tanto si el cambio es de tipo de fondo dentro de una misma gestora como hacia otra gestora distinta, quizás pueda ejercitarse en estos momentos de tránsito de un ejercicio a otro, cuando se puede contemplar con cierta perspectiva lo sucedido en el ejercicio que está a punto de cerrarse. Si hay que hacer caso a las previsiones que manejan los expertos y que se están dando a conocer en estos últimos días, todo parece indicar que la renta variable será la opción ganadora un año más, a no ser que el entorno económico experimente un cambio brusco, hoy por hoy difícil de anticipar.