Uno de cada tres niños sólo come lo que le gusta
A casi la mitad de los niños españoles sólo les preparan cosas que les gustan para comer, cifra que se multiplica por dos cuando el niño tiene entre 12 y 14 años, y un 30% de los niños afirma no comer nada que no le guste, según un estudio de la Fundación Sanitas sobre hábitos de nutrición y ejercicio físico presentado ayer, basado en una encuesta a 1.620 madres y a sus hijos de entre 6 y 14 años.
Los niños cada vez deciden más sobre lo que comen, una tendencia que se incrementa a medida que se hacen mayores, ante las dificultades de los progenitores por reconducir la situación. Las reacciones de los padres cuando se enfrentan a la negativa de sus hijos a comer lo que les ponen en la mesa son múltiples. Mientras el 38% opta por el 'no te levantarás de la mesa hasta que te lo hayas terminado todo', cerca de un 15% cede o le prepara otra cosa y un 20% utiliza diferentes trucos, como darles menos cantidad, sustituir una comida por otra o incluir un premio del gusto del niño como incentivo.
Al hacer la compra, aumentan los productos congelados y precocinados frente a los frescos entre las preferencias de las madres. Los niños prefieren los dulces, sobre todo las chucherías, y entre los que menos aprecian, se encuentran las verduras, sobre todo las acelgas, las espinacas y la coliflor. Por contra, la fruta sí tiene un papel protagonista como postre (75%), después de las comidas y las cenas, aunque no tanto en el desayuno y merienda.
A pesar de la importancia que los especialistas en nutrición otorgan al desayuno, para muchos niños se compone básicamente de leche (75%) o cacao (45%), acompañados en el 14% de los casos por algún producto de bollería industrial. A media mañana, ya en el colegio, triunfa el bocadillo (63%), seguido muy de lejos por los zumos (22%). La merienda es una costumbre que se pierde cuanto mayor es el niño, no obstante el 81% trata de mantenerla.
Dificultad para controlarles
Las madres consultadas, de las que un 67% trabaja fuera de casa, están de acuerdo en que el principal problema para fomentar una alimentación sana en sus hijos se debe a la dificultad para conciliar la vida laboral y personal. En su mayoría desconocen cómo fomentar hábitos saludables, y derivan parte de la responsabilidad a la escuela, donde comen un 38% de los niños entrevistados.
Otra de las preocupaciones es el sobrepeso. Aunque el 27% de las madres se muestra contrario al picoteo, muchas afirman que el fin de semana es para descansar de la dura jornada laboral, por eso no es de extrañar que el 53% de los niños tenga permiso para abrir la nevera y coger la comida que más le guste.
El 31% practica diferentes deportes durante la semana como actividad extraescolar, y el 72% va andando al colegio. El gusto de por el ejercicio decrece con la edad. Los mayores de 12 se decantan por actividades más sedentarias como escuchar música, ir al cine o al centro comercial o chatear por Internet. En cuanto a la práctica de ejercicio en familia, sólo un 33% realiza actividades como excursiones fuera de la ciudad o ir al parque a pasear. La mayoría prefiere dedicar el tiempo en familia a ver un DVD, ir de compras o al supermercado (67%).