Afer mantiene su inversión pese al parón inmobiliario

El grupo vasco Afer mantiene su plan de inversión de 465 millones para levantar seis plantas en España donde se elaboren módulos para pisos prefabricados. El proyecto, que ignora la crisis del sector, supone la generación de más de 7.000 empleos.

Dos de las factorías ya han pasado del papel al terreno. Una se ubicará en Alonsótegui (Vizcaya) en una superficie cuyo suelo está en trámite de recalificación para su uso industrial, según El presidente del grupo, Jabyer Fernández. La Diputación de Vizcaya se ha comprometido a la compra de 1.500 pisos que saldrían de los módulos elaborados en Alonsótegui. A cambio, Afer se compromete a invertir 110 millones de euros y a crear 1.650 puestos de trabajo directos en la citada localidad vasca. Magallón (Aragón) será la sede de la segunda planta de Afer, de acuerdo con su plan. En este caso, la inversión será de 71 millones de euros y contará con mil empleos. La construcción de estas instalaciones ya ha comenzado en tierras aragonesas. Para la ubicación de las otras cuatro factorías, Jabyer Fernández ha mantenido numerosos contactos con altos cargos públicos de diferentes autonomías, como las de Andalucía y Galicia.

El planteamiento de Afer es que para instalar una planta (con unos niveles de inversión y empleo similares a los de Magallón), la autonomía correspondiente debe comprometerse a la compra de un cierto número de viviendas, para poder iniciar la actividad de la factoría. Cada uno de sus centros, según el diseño de Afer, tendrá capacidad para elaborar 3.500 viviendas al año, lo que supone casi tres edificios de pisos al día, de acuerdo a ese sistema de módulos.

La corporación de Ortuella (Vizcaya) tiene contactos avanzados con las autoridades de Guipúzcoa para implantar la tercera planta de esas características en la localidad de Azpeitia. De acuerdo al calendario de este proyecto, la planta de Magallón entraría en actividad a mediados de 2010, y la de Alonsótegui en los primeros meses de 2011.

Afer, con una facturación por ejercicio de 300 millones euros y con 3.000 empleados, lleva más de tres años con este proyecto, que ahora desarrollan 72 profesionales en la sede de Ortuella.

Todas las operaciones relacionadas con las casas prefabricadas en el grupo Afer son competencia de su filial al 100% Habidite. Fernández no descarta que más adelante pueda dar entrada a nuevos socios en su capital. De hecho, algunas de las grandes constructoras nacionales se han acercado a Ortuella para conocer las particularidades de este novedoso sistema de construcción de viviendas. De momento, desde Afer prefieren realizar este viaje en solitario, al menos en lo relacionado con las seis plantas en España, que pudieran estar en actividad en 2015, según los cálculos de Jabyer Fernández.

Las viviendas que surgirían de estos módulos incorporarían las tecnologías más avanzadas, como la domótica y los cambios de iluminación artificial en las habitaciones, de acuerdo con las horas del día. En Afer garantizan que sus pisos no se construirán con materiales de bajo coste.

Construir dentro de una fábrica

El plan de viviendas prefabricadas de Afer pone bajo techo todos los procesos de construcción de una vivienda, lo que supone un recorte de costes y tiempos, y reduce la siniestralidad laboral en el sector, según sus promotores. Las fábricas de módulos tendrán un sistema de producción en cadena similar a las factorías automovilísticas. Los proveedores suministrarán a cada centro sus productos, para su ensamblaje posterior en cada módulo. De fábrica saldrán las habitaciones montadas con todos los elementos (camas, cocinas). Su ensamblaje posterior sobre el terreno se realizará con sistemas propios de Afer (ha desarrollado hasta ahora 56 patentes). El proyecto tiene vocación exportadora. Los módulos no tienen problemas para viajar por los medios convencionales de transporte, puesto que tienen las mismas medidas que los contenedores (3,30 metros de ancho por 6,60 metros de largo). Esto facilitaría las exportaciones, según Jabyer Fernández.