Telefónica y Slim sacan la chequera para liderar Brasil
Pagan 1.000 millones por licencias de móvil 3G
Frente a frente en la misma sala y mirando de reojo los movimientos del contrario, sobre todo a la hora de anotar el número de ceros contenido en cada oferta. Telefónica y Carlos Slim, los archirrivales de la telefonía en Latinoamérica, han vivido 60 horas muy intensas en Brasil.
La convivencia escasa de dos días y medio se ha saldado con un coste compartido entre ambas que roza los 1.000 millones de euros. Una cita un poco cara, pero es que el motivo era importante. Brasil, el mayor mercado de móvil de América del Sur, ha subastado licencias celulares de tercera generación, las que permiten dar banda ancha en movilidad, y los principales nombres del sector se han dado cita para intentar hacerse con ellas.
Ahí estaban, por su puesto, Telefónica y Portugal Telecom, a través de su filial conjunta Vivo, líder del móvil brasileño. Muy cerca se situaban América Móvil y su marca brasileña, Claro, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim y principal competidor de la anterior. Tampoco se lo quiso perder Telecom Italia, con TIM Brasil, ni el resto de las operadoras del país.
En total había ocho compañías interesadas, incluso una estadounidense, Nextel, que se presentó con toda la artillería, pujó por todo lo alto en la primera jornada de la subasta y después de inflar el precio a lo más alto se retiró al considerarlo excesivo. La ronda la pagaron Claro y TIM, que no tuvieron más remedio que hacer frente al sobreprecio generado por Nextel porque las licencias concretas que estaban en venta en ese momento eran las que les interesaban para sus planes.
El Gobierno de Brasil seguro que está muy agradecido a Nextel. Gracias a la locura del primer día y a la competencia entre las operadoras de las jornadas siguientes, los fondos que entrarán en las arcas estatales suman 2.070 millones de euros, un 87% más de lo fijado en los precios de salida.
Los grandes rivales Vivo y Claro son los que más licencias se han adjudicado. Nueve cada uno -si a la filial de la española se le suman las dos que ha conseguido Telemig, a punto de ser comprada por ella-, que les permiten dar servicios de tercera generación a escala nacional.
La compañía de Carlos Slim ha pagado más caro y se ha comprometido a desembolsar 553 millones de euros. La compañía de Telefónica ha sido más moderada. Vivo pagará por sus nuevas posesiones 445 millones, más otros 21 millones de Telemig. En total, estas dos operadoras son responsables de casi 1.000 millones de gasto, la mitad de todo el dinero que se ha movido.
Telecom Italia tampoco ha quedado muy lejos de sus competidoras mexicana y española. Ha logrado ocho licencias y abonará más de 510 millones.
A por los clientes de más gasto
Brasil es un país muy extenso, con la población concentrada en determinadas áreas, pero muy dispersa en otras y con una orografía complicada. Todo ello hace que la extensión de la telefonía fija sea costosa y sólo llegue a algunas zonas, y explica en parte la baja penetración de la banda ancha, que sólo llega al 3% de la población, según los cálculos de Bloomberg, con seis millones de conexiones.Por eso se percibe el móvil como un negocio en alza y con capacidad para llegar con banda ancha donde la red fija no lo hace. De ahí la competencia desatada con la subasta de licencias de los últimos días, que se ven como una oportunidad de extender los servicios más avanzados entre los clientes que pueden hacer mejor uso de ellos: los de más gasto mensual.