La demanda de cemento caerá del 4% al 6% en España en 2008
Las malas expectativas para el sector inmobiliario en España se traducen en previsiones de enfriamiento para las cementeras con actividad en este país, según aprecia la patronal Oficemen. Sus cálculos para el cierre del ejercicio dejan el crecimiento de la demanda de cemento en un escaso 0,5%, mientras se tiñen de rojo al hablar de 2008: 'El volumen de ventas bajará entre un 4% y un 6%', declaró ayer Jean Martin Saint Léon, presidente del colectivo empresarial.
El consumo de cemento este año alcanzará los 56 millones de toneladas, cifra que se mueve aún en zona de máximos históricos. 'Estaba claro que la bonanza tenía que acabar algún día y es momento de tomar medidas para que la caída no impacte en los márgenes de las compañías', explica Saint León, quien además es el primer ejecutivo de Lafarge en España.
Tras el parón de la construcción residencial, Oficemen propone que las cementeras rebajen las importaciones, primando la producción de sus plantas españolas. 'Recortando las importaciones existe colchón para evitar ajustes en las plantillas', aprecia el ejecutivo. Además, la patronal ha hecho hincapié en una mejora de los costes, entre ellos el energético.
Con este último fin, numerosas cementeras se han incorporado al grupo de más de 30 compañías que constituyen la central de compras Fortia para negociar, a partir de julio, los precios de la energía con las compañías eléctricas españolas, pero también francesas o portuguesas.
El otro objetivo es convencer a las administraciones para que permitan una mayor cuota de sustitución de los combustibles fósiles que mueven las cementeras por otros alternativos que redunden en la eliminación de residuos.
Actualmente, un 5,4% de la energía consumida por sus fábricas deriva de distintos tipos de residuos, entre ellos neumáticos y plásticos. La intención de Oficemen es que la cuota suba al 20% en 2012.
En cuanto a las cifras al cierre de noviembre, la producción de cemento ha crecido un 1,64%, hasta 50,5 millones de toneladas, mientras que el consumo fue de 52,56 millones de toneladas.
Oficemen argumenta que una caída del 40% en la construcción residencial, pronosticada para 2008 por los promotores, no afectará a la demanda derivada de la obra civil, construcción no residencial o la procedente de la reforma de viviendas.