España mejora el coste por atender a los extranjeros
España ha logrado que la UE acepte un nuevo método para calcular el coste sanitario de pensionistas y familiares de extranjeros residentes en el país. Según la nueva fórmula, el coste por atender a los pensionistas disminuye un 8%, pero se compensa con los de atención a familiares de trabajadores, que crecen un 81%. Ello permitirá mantener un saldo neto anual a favor de España, que en el último año se acercó a 300 millones.
A finales de noviembre tuvo lugar en Bruselas la última reunión de la Comisión de Cuentas de la Comisión Administrativa para la Seguridad Social de los Trabajadores Migrantes. En este foro, los 27 países de la UE, más Noruega, Islandia, Liechtenstein y Suiza se dan cita dos veces al año para aprobar la liquidación de las facturas sanitarias, de los no residentes en cada país. Así, por ejemplo, España comunica el gasto sanitario que han generado en el año los ciudadanos extranjeros procedentes de cada uno de estos países; y, viceversa, el resto de países le pasa a España la factura por la atención sanitaria generada por los españoles en estos Estados.
El método para calcular esta factura sanitaria consiste en aplicar un coste medio por beneficiario, que es distinto en cada país. Pero dicho método debe ser aceptado por el resto de los Estados porque de lo contrario, con que una sola delegación ponga en duda los datos numéricos usados en sus cálculos, puede paralizar la facturación de cualquier otro país.
Durante los últimos tres años, algunos países venían dirigiéndose a España, solicitando a su delegación que revisase su sistema de cálculo, empleado desde 1986 y que 'a todas luces resultaba impreciso y presentaba una ratio inaceptablemente alta en la relación de los costes de los pensionistas con los activos', según reconoce el Ministerio de Trabajo en un documento interno al que ha tenido acceso este periódico.
Para calcular el coste medio por beneficiario se tienen en cuenta dos grupos de personas: por un lado el gasto medio de los pensionistas y sus familiares y, por otro, el coste de los familiares de los trabajadores. La imprecisión del método de cálculo español radicaba en que el coste medio que aplicaba la Seguridad Social por cada pensionista era el mismo independientemente de la edad del beneficiario. Y, tal y como admiten en Trabajo, esto 'ha venido favoreciendo a los intereses españoles', ya que entre los pensionistas hay perceptores de viudedad u orfandad, cuya edad puede ser inferior y, por lo tanto, el coste medio también debería ser menor.
Varios países han presionado para que España recortara el coste medio por pensionista -que en 2005 ascendía a 607,12 euros- y finalmente, 'la situación devino insostenible, cuando en la reunión de noviembre de 2006, en la que se presentaron los costes de 2005, la presidencia de la Comisión emplazó a España para que sin más dilación revisase su sistema de cálculo'. De no hacerlo, Bruselas amenazaba con no aprobar su factura sanitaria en los próximos años.
Ante esta urgencia, responsables del Ministerio de Trabajo iniciaron numerosos contactos con la Comisión para reformar este método intentando no perder dinero, ya que si se aplicaba la discriminación por edad en el gasto de pensionistas, la factura española disminuiría considerablemente.
Tras un año de intensas negociaciones, los responsables de Trabajo aceptaron un recorte del coste medio de pensionistas del 8,26%, dejando este gasto en 3.081 euros. Pero, a cambio, lograron incrementar un 81% el coste medio de los familiares de trabajadores, que se eleva a 1.100,92 euros. Esto supone una compensación que deja el saldo de la factura sanitaria de España de 2006 -al que ya se le aplica este nuevo método de cálculo- en una cuantía similar a la que venía percibiendo.
En concreto, la reunión de mayo fue la que aprobó las cuentas del ejercicio anterior, autorizando el pago a España de 260 millones, siendo el país de la UE que más factura por la atención sanitaria de sus residentes europeos.
El detalle: Entrega de Datos a Bruselas
¦bull; Ejercicio 2006: Sólo Austria, Chequia, Eslovenia, España, Estonia, Letonia, Liechtenstein y Suiza han presentado sus cuentas del pasado año.¦bull; Bloqueos: El resto de países no ha entregado sus cifras por distintas razones. Así, Reino Unido mantiene bloqueada la cuenta de Irlanda. Otros países no logran aprobación de su método de cálculo.
El dinero es para las comunidades
Los 260 millones de euros que recibidos por la Seguridad Social por la factura sanitaria con la UE de 2006 fueron trasladados inmediatamente a las comunidades autónomas, que son las que gestionan la sanidad. El pasado año las comunidades de Valencia y Andalucía fueron las que recibieron mayores partidas, de 97 y 26 millones de euros respectivamente.El Reino Unido fue el país que abonó una mayor cantidad a España por la atención sanitaria de sus residentes (107 millones), seguido de Francia (55 millones) y Alemania (28,9 millones).