Londres pierde gancho fiscal para los ricos
Brown quiere imponer una tasa de 41.500 euros a los residentes que no tributan por sus ingresos en otros países.
La fiscalidad británica ha favorecido en los últimos años la llegada de fortunas extranjeras, que pese a residir en el país no tienen por qué pagar impuestos por lo obtenido en el extranjero. La reforma propuesta por el gobierno de Gordon Brown, que pretende imponer una tasa de 30.000 libras (41.500 euros) anuales a quienes se acojan a ese régimen, puede hacer que algunos directivos o propietarios se planteen si les compensa vivir en el Reino Unido. El resto de propuestas, entre las que se incluye la subida del tipo para las ganancias por venta de activos, han provocado fuertes resistencias en la patronal británica.
El régimen de 'residentes no domiciliados', que no tienen que tributar por las rentas obtenidas fuera del territorio británico que mantengan fuera del país, es una excepción en Europa. En España lo más parecido es el régimen de impatriados, que permite tributar como no residentes por un plazo máximo de cinco años a quienes vengan a España con un contrato de trabajo, incluso por los ingresos transferidos al país.
La Ley de Presupuestos británica, que entrará en vigor en abril (inicio del año fiscal en el Reino Unido), obligará a los residentes no domiciliados fiscalmente que hayan vivido al menos siete de los últimos diez años en el país a elegir entre tributar por sus ingresos y ganancias de capital o pagar un impuesto fijo de 30.000 libras. Las herencias sólo tendrán que tributar si el residente ha pasado 17 de los últimos 20 años en el Reino Unido. La medida afectará sobre todo a las fortunas intermedias, 'puesto que a las grandes no les afectará pagar una tasa', señala Florentino Carreño, socio de Cuatrecasas desde su oficina de Londres. Aileen Barry, experto en fiscalidad del bufete DLA Piper en el Reino Unido, considera, de acuerdo a 'conversaciones informales' con representantes de la Hacienda británica, que esta medida podría afectar a los españoles que vivan en Gran Bretaña, aunque afirma que como las estancias por trabajo 'suelen ser de dos o tres años, en general, no será un problema'. Pese a ello, dado que el criterio del Fisco británico sobre si los siete años de estancia deben ser consecutivos o acumulativos no está claramente definido, Barry acepta que 'puede afectar a algunos', que necesitarían reclamar no pagar impuestos en España por sus ganancias en el extranjero, dado que ya los pagarían en el Reino Unido.
Simplificación
El resto de las reformas anunciadas por el ministro del Tesoro afectan exclusivamente a personas físicas, y consisten básicamente en simplificar el tipo impositivo a las plusvalías. Se establecerá un tipo fijo del 18%, frente a la complejidad del sistema actual. Hasta ahora las ganancias de patrimonio obtenidas en la venta de activos afectos a actividades económicas o de acciones podían tributar al 10% si tenían una antigüedad de al menos dos años.
Por contra, la compraventa de los restantes bienes podría llegar a tributar al 40%, por lo que habrá grandes ganadores, como el mercado financiero y el inmobiliario, a juicio de Paula Gámez, abogada de Davies Arnold Cooper. Todo esto está por ver, puesto que la reacción de los empresarios ha sido muy negativa. 'Podría otorgarse alguna concesión', explica Gámez, que recuerda que hace 10 años en España hubo un proceso parecido, y precisamente el tipo es del 18% para los activos más antiguos de un año, y del tipo marginal (hasta el 43%) para el resto.
A la caza de los holdings
Millonarios como Mohamed Al-Fayed, Roman Abramovich y Lakshmi Mittal, residentes no domiciliados según la prensa británica, estarán muy atentos a la versión final de los Presupuestos británicos. Los expertos aseguran que hasta ahora la creación de holdings han permitido que impuestos transferidos al Reino Unido sigan tributando como si estuvieran en el extranjero, pero el objetivo de la reforma es evitarlo. Aileen Barry, de DLA Piper, señala que los holdings constituidos fuera del Reino Unido, en determinadas situaciones, 'podrían estar sujetos a tributación'.Sin embargo, el resultado de la reforma puede ser precisamente el contrario al deseado, según los críticos: que se privilegie a los extranjeros residentes al tiempo que se castiga la inversión en el Reino Unido (con la subida de tipos del 10% al 18%), lo que puede provocar que los millonarios vendan sus propiedades en las islas antes de abril, aunque sigan viviendo allí durante años. Sin embargo, puede que finalmente decidan marcharse debido a la mayor transparencia que, en principio, exigirá la reforma.Las alternativas, fuera de los paraísos fiscales y de Suiza, son poco atractivas a la hora de ahorrarse impuestos. Francia es uno de los países más duros para las grandes fortunas, aunque el presidente Nicolas Sarkozy quiere reducir el impuesto de patrimonio para que millonarios como Johnny Hallyday regresen a su país. La tasa sobre la venta de activos económicos de más de dos años de antigüedad es del 16%.En Alemania no se pagan impuestos si los activos tienen un año o más, pero el 50% de las ganancias obtenidas antes de esa fecha tributan al tipo marginal (hasta el 45%). En Estados Unidos el tipo sobre los activos de más de un año es del 15%, pero crecerá al 20% en 2010. Un objetivo que sí conseguirá Gordon Brown es simplificar el fisco, en la línea de otros países.