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Astilleros

Rodman reparte barcos en los cinco continentes

Rodman fue un astillero que nació junto a un aeropuerto, a tres kilómetros del mar. 'Cuando bajábamos los barcos, íbamos desmontando los semáforos por la calle', explica Manuel Rodríguez, su presidente y fundador. No llegaron a la ría de Vigo definitivamente hasta 1992. Rodman no es más que un agudo juego con las primeras letras de su nombre y su apellido aunque Rodríguez apunta que en alemán significa 'hombre que pesca con caña'. Después de más de tres décadas de actividad, el astillero vigués ha sabido adaptarse e integrar una amplia gama de productos, según los intereses sociales.

La empresa cerrará el año con una facturación de más de 100 millones de euros y su presidente estima que en 2008 tendrán un crecimiento del 20%. Su actividad principal es la construcción, venta y reparación de toda clase de barcos y artefactos flotantes, así como la fabricación y venta de piezas industriales diversas para la construcción naval, la industria y suministros a buques y la construcción de embarcaciones neumáticas semirrígidas.

'Pese a la crisis en el sector, nosotros hemos tenido un crecimiento sostenido y constante durante todos estos años', asegura Rodríguez. La empresa dio entrada en 2004 al fondo de capital riesgo 3i para impulsar su internacionalización, en la actualidad controla un 24% del capital de Rodman.

Aunque su catálogo abarca desde barcas pequeñas a barcos offshore de más de 70 millones cada uno, la estrella de la empresa son las embarcaciones de recreo de más de 14 metros de eslora. 'Pasamos de fabricar barcos de pesca como negocio principal a construir yates. No hay tanta demanda de barcos de pesca', explica Rodríguez. Estas embarcaciones concentran el 25% del negocio de la empresa.

Para impulsar este segmento, la empresa contrató al diseñador italiano Fulvio de Simoni. 'Es una apuesta clara de Rodman para posicionarse claramente como una de las marcas punteras en la línea de cruceros de lujo a nivel mundial', explican desde la empresa. Su nueva colección de barcos de gran eslora, la gama Muse, recibió recientemente el premio al Mejor Proyecto de Desarrollo en los World Yacht Trophies 2007, que se celebró en Cannes.

Pero hay un 75% del negocio de Rodman restante que se reparte en múltiples embarcaciones. Siguen construyendo barcos de pesca pero en los últimos años, también se han hecho fuertes en el sector de las patrulleras y los barcos militares para ejércitos y cuerpos de seguridad de distintos países. La compañía tiene contratos con la Guardia Civil española, la Policía de Omán y con distintos cuerpos militares de países como Bélgica, Nicaragua, Marruecos, Qatar o Arabia Saudí. También tienen un contrato de colaboración, como socio tecnológico, con Venezuela.

'Tenemos una gran baza, somos muy competitivos en costes. No vendemos, como mercado principal, este tipo de barcos militares a países desarrollados sino a otros en vías de desarrollo en Latinoamérica, África y Asia con mucho éxito', dice Rodríguez. El presidente valora que los más demandados son los patrulleros de vigilancia de fronteras.

Otro de los grandes contratos de Rodman son siete grandes barcos de apoyo a las plataformas petrolíferas para Noruega, su principal mercado en este segmento 'aunque también servimos a Francia y Holanda', explica Rodríguez. El montante de este contrato asciende a 500 millones de euros.

Oficinas en el extranjero

En este segmento de grandes barcos, Rodman tiene comprometida la producción hasta 2012. El presidente cuenta que han tenido que instalar una oficina técnica en Noruega 'porque el mar allí es tan difícil que no podemos transportar las grúas montadas desde Vigo'. El grupo cuenta con otra oficina en Turín, donde se realiza el diseño de los barcos de recreo con De Simoni.

La fabricación, sin embargo, se lleva toda a cabo en la península Ibérica. Rodman dispone de cinco plantas de producción, de las que dos están en el norte de Portugal. La factoría de la ría de Vigo, de Rodman Polyships para embarcaciones profesionales, tiene más de 90.000 metros cuadrados.

Las plantas de Portugal ocupan una superficie de 70.000 m2. Emplean a más de 1.200 personas.

Rodríguez estima que, de momento, la capacidad productiva que tienen les permitirá llevar a cabo sus planes de crecimiento sostenido y de ampliación de su red comercial.

Sin perder los orígenes gallegos

'En esta empresa somos trilingües', afirma orgulloso Manuel Rodríguez. Y es cierto. En los astilleros, casi todo el personal habla español, inglés y gallego. 'Cada uno se expresa como le sea más cómodo', explica. Rodríguez defiende con el ejemplo las apuestas de la Fundación Galicia Empresa, de la que fue presidente. La fundación aboga por la normalización del gallego en los ámbitos económicos. 'El gallego se usa oralmente y en las cadenas de producción. Tiene poco hueco en las conversaciones entre directivos', explica Xavier Suárez-Vence, secretario general de la fundación. Por eso, llevan a cabo actividades y foros de diálogo para su fomento.

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