Elige la mejor opción para invertir en derivados
El mercado de derivados ofrece diferentes modalidades de inversión para obtener las mayores rentabilidades. En la oferta se encuentran desde los clásicos futuros y opciones hasta §warrants§, §swaps§, §CFDs§ o §fras§.
Ya hace varios siglos desde que los agricultores y los comerciantes fijaran con antelación las condiciones del intercambio de una determinado cosecha. Desde esto ha pasado tiempo, pero este sistema continúa utilizándose. Y es que, tener la capacidad de adelantarse a los acontecimientos siempre es un privilegio y a la hora de invertir esto no es una excepción.
Por eso, el mercado de derivados, que permite fijar hoy el precio al que se va a realizar una transacción económica en una fecha futura, ofrece una gran variedad de productos para aquellos inversores capaces de mirar más allá. ¢El inversor de derivados es más especializado, no es el típico que empieza a operar, porque hay que conocer los productos. Además, hay que tener en cuenta que cuanto más riesgo se asume, más rentabilidad se puede obtener en el futuro¢, comenta un analista de de Renta 4.
Así, los derivados más conocidos son los futuros y las opciones, que, a pesar de presentar muchas similitudes, ofrecen diferentes rentabilidades. Los contratos de futuros, por los que se tiene que pagar un depósito de garantía al Mercado Oficial de Futuros y Opciones Financieros (MEFF), obligan a las partes contratantes a comprar o vender un número de bienes y valores en una fecha futura con un precio establecido de antemano, mientras que las opciones son contratos por los que el comprador, mediante el pago de una prima, adquiere el derecho, pero no la obligación, a comprar o vender un activo a un precio determinado y en una fecha futura.
De esta manera, en el caso de las opciones, el comprador cierra su posición al adquirir un derecho con una pérdida limitada al valor de la prima y unos beneficios ilimitados. Sin embargo, para la parte vendedora del contrato el riesgo es ilimitado, mientras que el beneficio está limitado a la prima cobrada.
Un abanico de posibilidades
Pero las posibilidades no quedan ahí. Los §warrants§, que, a diferencia de las opciones, son emitidos por una entidad, son valores que dan derecho a comprar o vender un activo en unas condiciones preestablecidas y acercan el mundo de los derivados hasta el inversor particular. Su utilización está indicada cuando se persigue aumentar la rentabilidad de una inversión y vender acciones sin renunciar por ello a potenciales subidas del valor. Asimismo, los §warrants§ ofrecen al inversor una mayor liquidez que la que proporcionan las opciones.
Por otra parte, entre las diferentes modalidades de inversión también se encuentran los §swaps§, que son contratos financieros entre dos partes que acuerdan intercambiar flujos de dinero futuros de acuerdo a una fórmula preestablecida. Se trata de contratos hechos a medida y que contienen especificaciones sobre las monedas en que se hará el intercambio y las tasas de interés aplicables.
Los contratos por diferencia (§CFD§, en sus siglas en inglés) son contratos en los que las partes acuerdan hacer frente al pago de la diferencia entre el precio de compra de un producto financiero y su precio de venta en un momento posterior, sin requerir por lo tanto el desembolso del precio de la compra o de la venta. El producto puede ser desde un valor negociable, un índice o una divisa hasta un tipo de interés.
Por último, si lo que el inversor persigue es protegerse contra los movimientos desfavorables de los tipos de interés, los productos adecuados son los §fras§, que son acuerdos entre dos partes, mediante los que se determina un tipo de interés para un determinado periodo, con fecha de comienzo futura y para un importe nominal teórico. Además, su contratación no requiere el pago de ninguna prima.
Ante este panorama repleto de opciones adaptadas al bolsillo y necesidades de cada inversor, ya no existen excusas para no entrar en la gran rueda de un mercado tan variado como es el de los derivados. Sólo hay que saber decidirse.