Jazztel pierde todo lo ganado en Bolsa desde la llegada de Pujals
El efecto Pujals se ha esfumado definitivamente. La entrada del financiero en Jazztel resucitó la cotización con subidas del 465%, pero la acumulación de malas noticias ha precipitado la caída y ha eliminado las ganancias.
Leopoldo Fernández Pujals llegó a Jazztel en septiembre de 2004, cuando la operadora cumplía dos años de hibernación en mínimos, tanto bursátiles como operativos. Atrás quedaban las subidas fulgurantes del proyecto que arrancó Martín Varsavsky y que permitió marcar máximos por encima de 20 euros en la Bolsa española y mucho más en Estados Unidos.
Los primeros rumores de la llegada de nuevos accionistas a Jazztel encontraron la acción clavada en 0,24 euros, desde donde se disparó a 0,263 euros antes de que la operadora pidiera a la CNMV la suspensión de cotización ante la fuga de información. Era el 21 de septiembre de 2004 y la acción permaneció tres días sin operativa. Cuando volvió al parqué Jazztel tenía nuevo dueño: Pujals, con un acuerdo firmado para hacerse con el 24,9% del capital.
La reacción del mercado fue eufórica. El día de la reanudación la subida rozó el 36%. El primer cierre de la cotización en la era Pujals se marcó en 0,357 euros.
A partir de ahí las acciones se dispararon. El financiero materializó una inyección de capital en Jazztel que permitió volver a invertir en la red, lanzar agresivas campañas de captación de clientes y diseñar ofertas atractivas de banda ancha. La propuesta estrella se lanzó en esos momentos. Fueron los archifamosos 20 megas en ADSL, unidos a telefonía fija gratis.
La cotización subió a niveles no vistos en mucho tiempo. Los precios previos al estallido de la burbuja tecnológica nunca se recuperaron, pero los que compraron acciones un día antes de la llegada de Pujals -a 0,263 euros-, vieron cómo los títulos ascendían a 1,486 euros -un 465% de revalorización- sólo ocho meses después.
A partir de ahí llegaron las malas noticias. Jazztel incumplió una tras otra sus previsiones financieras y de captación de usuarios, hasta el punto de que ha dejado de publicarlas. También ha quedado fuera del proceso de consolidación, ni de compradora ni de comprada. Vodafone y Orange han hecho sus movimientos y se han reforzado con las dos oportunidades de adquisición en España, Yacom y Tele2.
La semana pasada llegó la puntilla. Un juzgado de Madrid investiga las cuentas de la compañía. Jazztel niega irregularidades, pero la cotización se ha resentido, con una caída del 10% en las últimas dos sesiones. Ayer, los títulos volvieron por primera vez a niveles previos a la llegada de Pujals. Una leve recuperación al cierre permitió que empataran con el primer día de celebración de su llegada. Toda la ganancia intermedia se ha esfumado.
Unas expectativas muy lejos de la realidad
Uno de los principales problemas de Jazztel en su relación con el mercado es su falta de credibilidad. Pujals prometió unas metas cuando llegó al capital y a la presidencia que, pese a cambiarse al menos cuatro veces, no se han cumplido.En octubre de 2004 prometió llegar a 1.000 millones de facturación en 2007, con un beneficio de 50 millones. En junio de 2005 pronosticó que su cifra de clientes de ADSL al cierre de este año superaría el millón. Estas previsiones se descartaron hace tiempo, pero cuando quedan tres meses para cerrar el ejercicio en que se basaban, Jazztel lleva facturados hasta septiembre 214 millones y no tiene beneficios, más bien pérdidas de 76 millones. La previsión de clientes también está lejos de cumplirse; tiene una cuarta parte, menos de 250.000.