La empresa de biotecnología Genetrix estudia su salida a Bolsa
La empresa de biotecnología Genetrix está estudiando su salida a Bolsa 'con varias firmas asesoras extranjeras', según explicó ayer Cristina Garmendia, presidenta de Genetrix, en Sant Benet del Bages (Barcelona), en el marco del crecimiento y necesidad de financiación de su empresa. La firma, fundada en 2001, ha servido de matriz para varias empresas punteras en el sector de la biotecnología española.
La compañía surgió como la primera iniciativa privada del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y cuenta con una plantilla de 70 personas, de las que la mitad son doctores. De ella ha surgido Cellerix, que trabaja con células madre y que prevé tener dos fármacos para enfermedades raras en el mercado el año que viene. Cellerix firmó este año uno de los mayores acuerdos de licencia del sector para uno de sus productos con la multinacional Axcan para la comercialización del mismo en Estados Unidos y Canadá. El importe fue cercano a los 28 millones de euros.
Junto a Cellerix, Genetrix cuenta con Biotherapix, para productos moleculares y Coretherapix, que trabaja en el área de corazón. En el ámbito de las tecnologías, dispone de participaciones en Sensia, especializada en el desarrollo de biosensores para análisis medioambiental y alimentario, Imbiosis, que estudia la presencia de gluten en los alimentos, la bioinformática Bioalma, que desarrolla software para procesar datos biotecnológicos y los productos basados en el ADN; y Biobide, que ofrece servicios para identificar nuevos compuestos terapéuticos.
Garmendia, que intervino en la jornada Liderazgo clave en las sociedades avanzadas, organizada por la escuela de negocios Esade y Caixa de Manresa, se refirió a la biotecnología como un sector joven 'de 25 años de antigüedad' y de pleno crecimiento en España, donde en seis años se ha pasado de una veintena de empresas a las 250 actuales y se ha triplicado la facturación.
Secor creciente
Garmendia valoró que la industria biotecnológica está 'en pleno crecimiento en España', que en seis años ha pasado de 20 empresas a las 250 actuales dedicadas a estas actividades y se ha triplicado su facturación, aunque falte inversión especializada.