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CincoSentidos

La auditoría interna gana prestigio en la empresa

Informes más ejecutivos, integración de perfiles de negocio y autoevaluación son las principales claves para la mejora de este departamento

El auditor interno ha ido abriéndose paso en la empresa y acercándose cada vez más al consejo directivo. Sin embargo, los expertos aseguran que esta visión más moderna de la auditoría interna dentro de las organizaciones, en las que aumentan las funciones y la responsabilidad de este departamento, se ve todavía únicamente en las empresas más grandes y desarrolladas.

En un desayuno de trabajo organizado por el diario Cinco Días junto a la consultora KPMG, varios especialistas y profesionales del sector debatieron acerca de la situación actual y la evolución de la auditoría dentro de las propias compañías. Uno de los aspectos en los que las opiniones de estos expertos convergen en mayor medida es que existe un antes y un después en la figura del auditor interno. En el entorno más actual, este departamento constituye un importante generador de valor para las empresas a través de la gestión y el control de riesgos. 'Es importante promover ante la alta dirección la necesidad de fortalecer las estructuras de control. Nuestro objetivo principal es la gestión y la administración de los posibles riesgos para la compañía, proporcionando las máximas garantías', señala Juan Gómez Zurita, director del área de auditoría y control de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Hay que tener en cuenta que en un mercado cambiante, los riesgos para la empresa también varían y se hacen más difíciles de controlar. En este departamento, la incertidumbre es una de las protagonistas. 'Cualquier organización tiene que gestionar la innovación permanente y la incertidumbre, lo que resulta verdaderamente complicado. Para añadir valor a la organización, hay que identificar los riesgos críticos, mantener informado al gobierno corporativo de cómo están estos riesgos y luchar para estar al lado de la organización con independencia y recursos suficientes', afirma el director de auditoría interna de La Caixa Juan Llopis.

Por su parte, Joaquín Cortés, el director de auditoría interna de sistemas de BBVA, añade que las funciones de este departamento dependen en gran medida de la personalidad de la propia organización, pero que, sin embargo, el objetivo último es común: tratar de añadir valor a la compañía. 'Antes existía una función mucho más cerrada en la parte de auditoría interna. En BBVA se aprecia un proceso evolutivo en el que la innovación empieza a formar parte de los genes de este departamento. Eficiencia y anticipación son los puntos claves', apunta. 'La función principal del auditor interno es la de identificador de riesgos, pero cada vez más puede estar involucrado en otras áreas como políticas de gobierno, responsabilidad social corporativa, políticas de conducta, etcétera. Esto se ve cada vez más, pero no en todas las compañías', añade Carles Ayuso, director de auditoría interna de Gas Natural.

El departamento de auditoría interna debe proporcionar garantías a la organización, pero también, de cara al exterior, una de sus funciones más importantes es la de proporcionar credibilidad en la institución. 'El entorno actual es más complejo debido al aumento de la dificultad para vender un producto o un servicio. Además, la gente está hoy en día muy informada y la falta de credibilidad en las instituciones es un hecho', comenta Fernando Pindado, director de auditoría interna de Mutua Madrileña.

Los expertos aseguran que el esfuerzo que están realizando para aportar creatividad a esta función es enorme y verdaderamente necesario. Para poder hacer frente a las nuevas funciones de los auditores internos y ser capaces de alinear el trabajo de estos profesionales con los objetivos de la compañía, uno de los aspectos fundamentales se encuentra precisamente el la selección de los recursos humanos que participan en este sector de la empresa. 'Es fundamental el conocimiento y la formación que tienen los auditores de los riesgos de la empresa a nivel global y darle a éste el papel adecuado para que pueda aportar ese conocimiento conjunto', afirma Idoia Maguregui, directora de auditoría interna de Bankinter.

En cuanto a la formación de los auditores internos, los expertos coinciden en la necesidad de integrar perfiles diversos que puedan dar respuesta a la amplitud de funciones que trae consigo la evolución de este sector empresarial. Lo más importante, según ellos, es que los profesionales que trabajan en este departamento tengan conocimientos del negocio. 'La formación del 80% de los auditores es económica. Debe ponderar una parte de sistemas, pero también debe haber gente que conozca los negocios', comenta el director de auditoría interna del Grupo Uralita José Alberto Álvarez. 'El rol del auditor tradicional ha cambiado. Hoy hay que incorporar a gente de negocio, que entienda los impactos que tiene a posteriori el trabajo del auditor. Además debe estar formado en nuevas tecnologías y nuevos retos', añade Ramón Poch, socio director responsable de IT Advisory de KPMG.

Trabajo pendiente

Desde esta firma de consultoría, el socio director de la función financiera, Tomás López de la Torre, señala que aún queda mucho campo de desarrollo en esta área de las empresas, ya que 'muchas veces las misiones que se les asigna a los departamentos de auditoría interna no tienen el empuje suficiente por parte de la comisión de auditoría. A veces sus miembros tienen una visión policial del departamento, en contra de la evolución de los tiempos'. La necesidad de independencia de los auditores internos para poder ayudar a cumplir los objetivos a la organización es una de las claves.

La evolución es positiva, el departamento de auditoría interna gana posiciones en la organización y se acerca al comité de dirección. 'Estamos alineados con las mejores prácticas internacionales, pero es importante reforzar dos mensajes: que es un departamento clave para ayudar a cumplir los objetivos de la empresa y la importancia de que el auditor interno esté presente en más lugares de la organización', afirma Javier Faleato, director general del instituto de auditores internos.

Otro de los aspectos que más se está trabajando para mejorar la eficacia de esta área de las compañías, lo constituyen los informes. 'La dirección quiere enterarse rápidamente de qué tiene que preocuparse. El reporting que se dirige al gobierno corporativo y a las distintas unidades de trabajo debe llevar delante una síntesis; con ella, el gobierno corporativo no tiene que leer el informe detallado', dice Juan Llopis. 'El concepto informe es un concepto acabado, el trabajo no se acaba en el informe; es fundamental saber proporcionar una buena comunicación del mismo', añade Jesús García Cuadrado, director de auditoría interna corporativa de Telefónica.

Además, los expertos insisten en la necesidad de una evaluación del trabajo que se realiza en el departamento de auditoría interna para poder demostrar el aporte de valor que supone para la compañía. Sin embargo, aseguran que aportar datos económicos fehacientes resulta, en esta tarea, realmente complicado. 'Es una cruzada cultural. En otras líneas de negocio, si ganas se ve enseguida, pero aquí es mucho más difícil', afirma Juan Gómez Zurita.

'Desde el Instituto defendemos la evaluación externa y también las autoevaluaciones internas periódicas. En auditoría interna se deben establecer unos indicadores y evaluarse y compararse con los demás. Además, cada cinco años se puede debe hacer una evaluación independiente', comenta Javier Faleato.

El seguimiento de las recomendaciones es otra función clave de este departamento. Jesús García confirma la importancia de este seguimiento y asegura que 'estudiamos todas las recomendaciones que hacemos, cuántas han sido regularizadas, cuántas están en curso y cuántas han sido desarticuladas, y pedimos explicaciones', comenta.

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