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'Telecos'

Telefónica gana el favor de las agencias de 'rating' tras dos años de críticas

Atacaron la compra de O2, tuvieron duras palabras contra la estrategia de adquisiciones y cuestionaron la política financiera implantada en la conferencia de inversores de 2006 por el pago de 'demasiado' dividendo. La situación ha cambiado. Telefónica ha recuperado el apoyo de las agencias de rating, que ahora alaban los resultados de la misma estrategia que criticaron durante dos años.

Standard & Poor's (S&P) sólo tardó unas horas. Con los resultados de Telefónica de los nueve primeros meses de 2007 en la mano, una de las tres todopoderosas agencias de rating dio su veredicto: las cuentas de la operadora, unidas a la generación de caja, la reducción de deuda y el perfil de crecimiento anunciado a principios de octubre en la convención con inversores justificaban un cambio en la perspectiva crediticia.

La confirmación llegó a primera hora de la tarde del pasado lunes. Telefónica abandonó la perspectiva estable para su rating y pasó a tenerla positiva; un anticipo, si no hay sobresaltos empresariales, de una mejora de la calificación del riesgo a medio plazo.

Así lo reconocía S&P en su nota. 'La revisión de la perspectiva refleja la posibilidad de subir el rating de la deuda a largo de Telefónica a medio plazo si los gestores implementan de forma consistente su renovada y más conservadora política financiera'.

S&P ha elevado la perspectiva de la operadora y Fitch no descarta imitarla

S&P ha sido la más rápida, pero no está sola en su nueva aceptación de la operadora. Las otras dos agencias internacionales de calificación de riesgos también han cambiado drásticamente su opinión sobre Telefónica.

Fitch, por ejemplo, no ha modificado aún sus calificaciones, pero ha anunciado la posibilidad. El cumplimiento del compromiso de rebaja del nivel de endeudamiento, 'junto con la cada vez mayor confianza en la reducción del riesgo de adquisiciones, podría provocar un panorama más positivo para el rating, como mínimo en el contexto de la perspectiva', aseguraba en octubre.

La tercera del grupo, Moody's, es la que menos se compromete a cambiar la calificación, pero confiaba en su último informe en la capacidad de Telefónica para fortalecer sus márgenes financieros en los próximos meses.

Estos comentarios no llamarían la atención si no se produjeran después de dos años de cuestionamiento casi constante de la estrategia de Telefónica. La compra de O2 fue el detonante de la pérdida del favor de las agencias de rating, pero las adquisiciones anteriores -filiales de Bellsouth, Cesky Telecom...- ya habían caldeado el terreno y las promesas posteriores de mantener un fuerte ritmo de remuneración a los accionistas terminaron de ponerlo en ebullición.

Nada más anunciarse la opa sobre O2, S&P rebajó un escalón el rating de Telefónica y anunció que lo reduciría uno más. Moody's tardó dos meses en reducir su calificación y Fitch la bajó dos veces en días. El siguiente mazazo llegó tras la conferencia con inversores que la operadora celebró en mayo de 2006. Los analistas y el mercado acogieron con agrado la subida del dividendo y las previsiones de crecimiento que se anunciaron, pero S&P y Moody's contestaron con la puesta en vigilancia con implicaciones negativas del rating. ¿La razón? Las dudas sobre su disciplina financiera, su capacidad para integrar las adquisiciones y la posibilidad de incumplir las previsiones.

La situación no puede ser más distinta ahora, pero resultan llamativas las explicaciones en las que las agencias basan su cambio de opinión. No son otras que el cumplimiento, por ejemplo, de los compromisos financieros y de reducción de deuda asumidos en 2006 o la escala y la diversificación lograda con las últimas -y criticadas- compras.

Cambios. Del antes al ahora

¦bull;S&P y Fitch rebajaron el rating de Telefónica a BBB+ tras la compra de O2. Moody's lo dejó en Baa1. Las razones fueron el aumento de la deuda por la adquisición, que duplicó el pasivo a 55.000 millones, y el miedo a la relajación financiera.¦bull;Dos años después, las agencias dicen que Telefónica es una de las telecos de más crecimiento y que ha alcanzado una diversificación que le permite compensar los riesgos. Además, ha reducido la deuda a 44.000 millones y ha llevado el nivel de endeudamiento por debajo de lo prometido para el medio plazo en 2006. Las agencias alaban ahora las capacidades de la operadora y los resultados conseguidos.

La compra de Vivo, en suspenso hasta 2008

Era un secreto a voces, pero Telefónica lo ha vuelto a confirmar. Las conversaciones para comprar a Portugal Telecom el 50% que tiene en Vivo, la operadora de móvil de Brasil que comparte con la firma española, están en punto muerto. Y se trata de una situación que no tiene visos cambiar en lo que queda de año.Así lo aseguró ayer el director financiero de Telefónica, Santiago Fernández Valbuena, en unas jornadas organizadas en Barcelona por un banco de negocios. Pero la intención sigue siendo comprar esta participación cuando se pueda, al igual que reforzar la posición de la operadora con compras selectivas en México y en Alemania.Una de las esperanzas que tiene Telefónica es que el cambio en la presidencia de Portugal Telecom previsto para el año que viene ayude a desbloquear la situación.Desde la operadora lusa volvieron a llegar manifestaciones en la prensa portuguesa de su reticencia a salir del capital de la operadora brasileña, que aporta el 40% de su facturación.Peter Erskine, director general de Telefónica O2 Europa, también participó en las conferencias de Barcelona y centró su intervención en Alemania, el mercado con peor evolución de la operadora. Erskine prometió que el negocio retomará la senda de crecimiento el año que viene y que para 2010 Telefónica será 'uno de los grandes' en el mercado. El ejecutivo volvió a descartar la compra de la filial de KPN en Alemania.

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