Telefónica sigue la limpia de activos no estratégicos con la venta de O2 Asia
Telefónica ha dado un paso más en su política de centrarse en los negocios estratégicos y desprenderse de todo lo que no cumpla ese criterio. La compañía ha vendido la filial de O2 dedicada a la venta de terminales en la región de Asia-Pacífico. Los actuales gestores de la participada han creado una nueva sociedad para ejecutar la compra.
La estrategia está clara: centrarse en el negocio específico de telecomunicaciones, reforzarse con compras selectivas en estas áreas y desprenderse de lo que no cumpla las dos premisas anteriores, tanto si se trata de compañías rentables como, sobre todo, si no lo son, con lo que de paso se limpia el balance. Telefónica ha sido explícita en sus planes para el grupo y los hechos han obrado en consonancia.
En los últimos años, la operadora ha vendido TPI, Endemol, Airwave por sumas cuantiosas, pero también se ha desprendido o ha liquidado decenas de filiales más pequeñas. El último paso en esta estrategia se ha producido justo al iniciarse el mes. Telefónica va a poner fin a su presencia en el negocio de terminales en la región de Asia-Pacífico, con la venta de la filial de O2 constituida en Singapur en 2002 y que cuenta con sucursales en varios países de su área de influencia, como Australia, Malasia, Corea y Hong Kong.
Según un comunicado interno difundido en la compañía, Telefónica ha llegado a un acuerdo con gestores actuales de la filial O2 Asia para que se hagan con la compañía y mantengan el servicio. La cuantía económica del pacto no ha sido desvelada, aunque fuentes cercanas a la operación advierten de que la participada ha sido deficitaria desde su constitución.
Los nuevos dueños mantendrán, con distinto nombre, la actividad de la compañía asiática
Nació con el objetivo de vender terminales de marca blanca y de gama alta, sobre todo del tipo PDA, en los mercados asiáticos, un área donde O2 nunca ha estado presente como operadora. Quizá por ello y porque se trata de un negocio en el que Telefónica no ha estado nunca directamente, el futuro de la filial se puso en revisión hace unos meses.
El final del proceso ha llegado con el acuerdo con los gestores de O2 Asia, una vez que se decidió 'abandonar el mercado asiático al considerar que la filial no era un activo estratégico', explica el comunicado. Estos ejecutivos han creado una nueva sociedad denominada Mobile and Wireless Group (MWG) que continuará desarrollando el negocio de terminales de su predecesora.
Según el acuerdo, los nuevos dueños asumirán la mayor parte de los activos de O2 Asia, así como la responsabilidad sobre todas las obligaciones de servicio y las garantías de la pronto ex filial de Telefónica.
MWG alerta de que se contratará a buena parte de los actuales trabajadores de O2 Asia, pero añade que, 'desgraciadamente', hay algunas redundancias dentro de la organización.
Esta filial es la segunda del grupo O2 de la que se desprende Telefónica. La primera fue Airwave, también dedicada a una actividad no estratégica, por la que recaudó 2.860 millones.
Reducir la escala
¦bull;La estrategia que ha implantado el presidente de Telefónica, César Alierta, toma el camino contrario a la de su antecesor. Mientras que Juan Villalonga creó decenas de compañías con los más distintos cometidos, Alierta se ha centrado en reducirlas a lo esencial.
Vivo vuelve a los beneficios
Vivo logró beneficios por primera vez desde su nacimiento el año pasado. Pero fue un crédito fiscal el que aupó las ganancias. Con el arranque de 2007, sin embargo, la situación ha cambiado y la filial de móvil de Telefónica y Portugal Telecom ha lucido beneficios sin ayudas extraordinarias en dos de los tres trimestres. Uno de ellos es el que se acaba de cerrar, el tercero del año, cuyas cifras se conocieron en la noche del lunes.Vivo ganó 4,4 millones de reales entre julio y septiembre, el equivalente a 1,67 millones de euros, frente a pérdidas en el mismo trimestre del año anterior.La clave de este resultado es una subida del 15% en las ventas, producida por una captación de clientes que no se veía en mucho tiempo. Vivo sumó 1,1 millones de usuarios en tres meses, cinco veces más que en el mismo trimestre del año pasado, gracias a la introducción de la tecnología GSM. A ello se sumó una fuerte reducción de la deuda. En el acumulado del año, sin embargo, Vivo sigue en pérdidas.