Seguros de salud para mimar lo más preciado
La asistencia en las clínicas de mayor fama mundial es el servicio más selecto de los seguros sanitarios privados, más caros para las mujeres en edad fértil y para mayores de 60 años.
De forma indiscutible, y aunque suene terriblemente manido, la salud es lo primero. Y, echando mano de nuevo de la sabiduría popular, no siempre queda el recurso del más vale prevenir que curar, ante lo que los seguros de salud pueden ofrecer la garantía de disponer de los mejores medios para combatir la enfermedad y contar con el asesoramiento y las comodidades deseadas en momentos difíciles.
Existen dos modalidades de seguros de salud: el de prestación de servicios o cuadro médico, en el que la aseguradora pone a disposición del cliente un equipo de profesionales sanitarios entre los que elegir, y el seguro de reembolso de gastos, por el que el cliente decide libremente el médico al que desea acudir y pasa después la factura a la compañía de seguros, que llega a cubrir entre el 80% y el 100% de los costes.
El filtro es siempre el mismo; un cuestionario en el que informar con detalle sobre el estado de salud y a partir del que la compañía decidirá si acepta al cliente y qué prima le cobrará. Pero siempre hay categorías, y las compañías de seguros también han ido ampliando su oferta para dar respuesta a los clientes más exigentes. Clínicas como el MD Anderson Cancer Center de Houston o el Mount Sinab Hospital de Nueva York acuden a la mente al pensar en las enfermedades más graves y figuran en los seguros de reembolso más selectos. Así, Sanitas cuenta con un acuerdo con United Healthcare, una de las mayores aseguradoras de salud de Estados Unidos, por la que sus clientes acceden a 3.000 de los más prestigiosos hospitales del país, con un gasto asegurado que puede llegar al millón de euros.
El seguro de reembolso suele cubrir un gasto anual de entre 100.000 y 150.000 euros, pero alcanza el millón en los productos más exclusivos, como el seguro Adeslas Extra, que permite al cliente la prestación sanitaria en centros hospitalarios de cualquier lugar del mundo, según explica la compañía.
La aseguradora DKV también tiene un acuerdo con clínicas en Estados Unidos y ofrece la posibilidad de solicitar una segunda opinión médica entre los mejores expertos del mundo en su seguro DKV Top Health, que reembolsa el 100% de los gastos sin límite económico a la cobertura anual.
Los residentes extranjeros de más edad también tienen su hueco en el mercado, con productos específicos que amplían la edad habitual de contratación de un seguro de salud, en los 60 ó 65 años, hasta los 75 años, como es el caso de los seguros de salud de Sanitas y DKV. Y como en cualquier seguro que se precie, a mayor cobertura, más precio. En el caso de este producto, las primas se fijan en función de dos variables fundamentales, la edad y el sexo del asegurado, a las que también se suma el factor geográfico. Así, Cataluña resulta por lo general más cara por el convenio firmado por las compañías aseguradoras y el colegio de médicos de Barcelona.
La póliza más costosa corresponde, en primer término, a los mayores de 60 años (más a los hombres que a las mujeres, con una esperanza de vida mayor) y, en segundo lugar, a las mujeres en edad fértil, si bien el Gobierno ha decidido recientemente que las aseguradoras no podrán repercutir a sus clientas el coste del embarazo y el parto, en virtud de la Ley de Igualdad aprobada este año. Fuentes de Mapfre Salud reconocen que 'la ley es muy clara en este sentido y la única solución técnica posible es reducir la prima de las mujeres en edad fértil e incrementar la tarifa de hombres y mujeres que no estén en esa edad'. La medida dictada por el Gobierno tendrá que entrar en vigor a partir del 31 de diciembre de 2008, con efectos por tanto en las tarifas aplicadas en 2009.
Desde Unespa recuerdan en cualquier caso que el seguro de salud es 'el más sensible a las variaciones de precios y registra mucha rotación de una compañía a otra', de modo que todavía sería pronto para prever la política comercial que seguirán las compañías respecto a las mujeres en edad fértil. En la actualidad, Asisa es una de las pocas compañías que no hace distinción por sexo a la hora de establecer el precio de su seguro. Su prima neta al mes para asegurados entre 21 y 44 años es de 52,26 euros al mes, únicamente en la modalidad de prestación de servicios.
En un informe publicado este verano, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que para una mujer de 30 años, con idea de tener hijos, las mejores pólizas son Salud Integral de Caser y Caja Salud Familiar de Mapfre. Aunque, teniendo en cuenta la relación calidad y precio, la OCU apunta que la mejor oferta es para Medifiact, de la aseguradora Fiact ya que 'no discrimina por razón de sexo, renuncia a oponerse a la prórroga de la póliza y, además, está adherida al sistema arbitral de consumo'.
Los seguros de salud siguen plagados de letra pequeña que no hay que descuidar, pero han mejorado su calidad en los dos últimos años. A diferencia de sus más recientes apreciaciones, la OCU renunciaba hace dos años en otro informe específico sobre el seguro privado de salud a recomendar ninguna compañía de seguros en concreto.
Aun así, sigue insistiendo en que 'el servicio de salud pública supera a cualquier póliza privada' puesto que libra al enfermo de los aspectos que generan mayor incertidumbre en el seguro sanitario. Es decir, la Seguridad Social cubre casi todas las alteraciones de la salud, sin exclusiones, sin periodos de carencia y sin la incertidumbre de quedarse sin seguro cuando más se necesite. No en vano, ha de pasar un periodo de seis meses como mínimo hasta disfrutar de servicios como el internamiento hospitalario, la intervención quirúrgica y el parto. Además, la aseguradora se reserva el derecho de admisión si el cliente presenta determinadas enfermedades -o le exige una sobreprima por riesgo- y renueva la póliza cada año, pudiendo decidir la rescisión del contrato.
Las claves: Qué hay que saber para contratar una pólizalas principales ofertas
Edad. Es la variable que más encarece la póliza. La edad límite para contratar un seguro de salud ronda los 65 años, si bien algunas compañías ofrecen productos específicos para clientes de hasta 75 años.Carencia. Existe un plazo, de un mínimo de seis meses, desde que se contrata el seguro hasta que se puede hacer uso libremente de algunos servicios como la hospitalización, la intervención quirúrgica o el parto. Es importante saber si este periodo de carencia también se aplica a los accidentes.Enfermedades previas. Numerosas compañías incorporan cláusulas que excluyen la cobertura de enfermedades previas a la contratación del seguro, o que se manifiestan en el periodo de carencia, y eran desconocidas por el asegurado.Sexo. Las mujeres en edad fértil de entre 30 y 35 años pagan primas hasta un 46% superiores a las de los hombres, según calcula el Gobierno, que va a impedir a las aseguradoras repercutir el coste del embarazo y del parto en el seguro de salud de las mujeres. La medida se reflejará ya en las tarifas de 2009. Las compañías aseguradoras únicamente podrán aplicar la diferencia en primas en función del sexo cuando lo justifiquen a partir de datos actuariales y estadísticos fiables.Copago. Numerosos seguros de prestación de servicios exigen que el asegurado abone un precio por cada consulta médica, que puede oscilar entre uno o tres euros en cada ocasión.Rescisión del contrato. Los seguros de salud se renuevan cada año y la compañía puede decidir rescindir el contrato si el asegurado ha elevado significativamente el uso de los servicios médicos. Algunas aseguradoras, como DKV, se comprometen a renunciar a la anulación de la póliza pasados tres años.Bonificación. Un consumo muy reducido de los servicios médicos a veces tiene premio, con bonificaciones de hasta el 40% si no se realizó ninguna consulta.