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Agujero comercial

El alza del crudo llevará el déficit comercial a los 100.000 millones

El saldo negativo entre exportaciones e importaciones de la economía española alcanzará este año los 100.000 millones de euros, cifra que rozará el 10% del PIB. El encarecimiento del petróleo (un 50% respecto a hace doce meses) ahondará el agujero en el último tramo del año, que se cerrará en récord absoluto y relativo.

El agujero comercial que sufre la economía española se acerca con paso firme a la barrera de los 100.000 millones de euros, prácticamente el 10% del producto interior bruto, según cálculos del Gobierno. El año pasado se cerró con un déficit en los intercambios de mercancías por valor de 92.249 millones de euros, equivalente al 9,3% del PIB. De este modo, si el déficit aumenta este año por encima del 9% interanual, se rebasará la simbólica barrera de los 100.000 millones.

Los últimos datos de aduanas facilitados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio sitúan el incremento del déficit hasta agosto en un 7,2%, fruto de un crecimiento porcentual del 7,4% tanto en las exportaciones como en las importaciones. Una tendencia relativamente positiva, comparado con la de hace apenas dos años, cuando el agujero comercial avanzaba a tasas superiores al 25%.

Pero las tornas van a cambiar en el tramo final del año debido a una novedad con incidencia sangrante en el saldo comercial: el fortísimo encarecimiento relativo del petróleo. El año pasado, el crudo tocó techo en el mes de agosto, cuando alcanzó los 78 dólares por barril, para seguir después una pendiente bajista que lo dejó a final de año alrededor de los 55 dólares.

En agosto de este año se han repetido niveles cercanos a los 75 dólares, pero los meses siguientes están siguiendo un camino radicalmente opuesto. La escalada alcista ha llevado al barril de crudo Brent, de referencia en Europa, al entorno de los 90 dólares. Dado que hace justo un año el barril costaba 60 dólares, el encarecimiento alcanza nada menos que el 50%.

El sobrecoste de la factura energética a partir de septiembre está servido, si se tiene en cuenta que los productos energéticos explican por sí solos la tercera parte de los 62.700 millones de euros de déficit comercial acumulados hasta agosto.

La apreciación del euro, que abarata los pagos petrolíferos, que se realizan en el devaluado dólar, supone un efecto amortiguador. Sin embargo, la escalada de la cotización del crudo durante este año supera con creces la del euro. La moneda de la Unión Económica y Monetaria costaba a principios de año 1,32 dólares, y estos días supera los 1,43. La revaluación en lo que va de año alcanza, pues, el 9%. Mientras, el barril de crudo Brent ha pasado de 55 a 89 dólares, un 62% más que a principios de año.

El secretario de Estado de Comercio, Pedro Mejía, explicó a Cinco Días que el déficit acabará el año creciendo alrededor del 10%, después de sufrir el impacto del encarecimiento del crudo. El temido 'efecto base' ya se ha empezado a notar en otra de las variables económicas más influidas por el precio de la energía: la inflación, que en el mes de septiembre pegó un tirón de medio punto, para alcanzar un 2,7% que se quedará corto a fin de año.

Porcentaje: En términos de PIB se superará el récord de 1974

La cifra simbólica de los 100.000 millones de euros no será el único hito del déficit comercial este año. También es prácticamente seguro que se romperá el récord en términos de PIB, situado el año pasado en el 9,3%. Sólo en 1974 hubo un nivel similar, cuando la primera crisis del petróleo encareció de forma brutal las importaciones energéticas. Para romper el techo del año pasado (y de 1974) bastará con que el déficit creciese más que el PIB nominal, algo garantizado si se tiene en cuenta que este último no irá mucho más allá del 6%.El impacto del desequilibrio exterior (las balanzas de servicios y transferencias también empeoran) tiene especial trascendencia en un momento en el que el frenazo de la construcción y la moderación del consumo privado están minando la demanda interna, hasta el punto de que el propio Gobierno reconoce que el PIB real podría crecer el año el año que viene ocho décimas menos que este.

Cobertura: La sangría de los últimos años ofrece una tregua

Si se quiere ver la botella medio llena, a falta de que los últimos meses del año cambien la tendencia, hay algunos hechos que invitan a un cierto optimismo. Por una parte, las exportaciones crecieron lo mismo que las importaciones hasta agosto, cuando en 2004 o 2005 lo hacían prácticamente la mitad. Fruto de ello, la segunda buena noticia es la desaceleración del déficit. La evolución es clara: en 2004 crecía un 30,8%; en 2005, un 26,8%, y el año pasado, un 18,3%. El nivel del 10% previsto para este año no dejará de confirmar esa tendencia a la moderación.La tercera buena nueva es la paralización de la sangría de la tasa de cobertura. El cociente que mide la relación entre las exportaciones y las importaciones ha venido cayendo de forma vertiginosa, desde el 85,3% de hace diez años hasta el 64,9% de 2006. En los ocho primeros meses de 2007, la relación ha repuntado ligeramente hasta el 65,5%

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