Los partícipes no se dejan seducir por las ganancias bursátiles
Los planes de renta variable no se apartan de la zona de máximos anuales y se mueven en torno al 7% de rendimiento medio acumulado en lo que va de año. Es decir, bastante cerca del Ibex 35, aunque no sea su índice principal de referencia habida cuenta de que casi el 45% de los activos de renta variable que tienen los planes de pensiones españoles en sus carteras son de empresas cotizadas en otros mercados. Por este motivo, la referencia más adecuada es una mezcla entre el Ibex 35, el Euro Stoxx y, en menor medida, otros indicadores de renta variable internacional, como el de EE UU y el de mercados emergentes. En todo caso, la renta variable es la que más sustancia aporta a los planes de pensiones, con ganancias que superan ampliamente a las del resto de los segmentos del mercado. Ni qué decir tiene que la distancia entre los rendimientos de los planes bursátiles y los de renta fija son este año, de nuevo, abismales, casi de diez a uno o poco más.
A pesar de estos excelentes rendimientos, la atracción de los planes de renta variable o mixtos no está siendo muy elevada de cara a los partícipes. En los nueve primeros meses de este año, en los planes del sistema individual han entrado 2.325 millones de euros, de los cuales solamente 236 accedieron a renta variable y algo menos de 400 a los mixtos, es decir, aquellos en cuyas carteras hay entre un 30% y un 75% de acciones. El grupo preferente para los inversores sigue siendo el de la renta fija mixta. En los nueve primeros meses han entrado algo más de 920 millones de euros, es decir, cerca de la mitad del total. Los garantizados han sido los de menor atractivo para el inversor y los de renta fija, en sus dos vertientes, de corto plazo y de largo plazo, han logrado captar en estos nueve primeros meses del año algo menos de 600 millones de euros. El inversor español que aporta su ahorro a los planes de pensiones sigue mostrando, por lo tanto, un perfil básicamente conservador y defensivo.