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Aerolíneas

El Gobierno mexicano vende Aeromex por 246 millones a una filial de Citigroup

Un grupo de inversores, que incluye a un banco filial del estadounidense Citigroup, ha ganado una intensa guerra para comprar a la endeudada aerolínea Aeroméxico y a otra línea aérea regional con una oferta de 249 millones de dólares, dijo el miércoles el Gobierno mexicano.

En un electrizante final de ofertas y contraofertas, el grupo integrado por el banco Banamex, filial de Citigroup, e inversores mexicanos venció a los empresarios rivales Moisés y Alberto Saba, con una oferta de compra que presentó 30 segundos antes de un plazo límite prefijado.

Los inversores, que incluyen a accionistas del gigante cervecero Grupo Modelo, triunfaron con una oferta pública de 2,7159 pesos por papel o 249.1 millones de dólares por el 100 por ciento de Consorcio Aeroméxico, que controlaba el Gobierno mexicano y es dueña de Aeroméxico y Aerolitoral.

La oferta representa un premio del 10.4 por ciento sobre el precio de cierre del miércoles de las acciones de Consorcio Aeroméxico de 2.46 pesos, y que desde el cierre del lunes han subido un 30 por ciento al ritmo de la puja.

¢Se logró concluir el proceso de venta a 2,7159 pesos por acción, lo cual nos pareció un precio sumamente atractivo para el Gobierno federal¢, dijo a Reuters Gerardo Rodríguez, titular de la Unidad de Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda.

Aeroméxico, con una flota de 70 aviones Boeing y 300 vuelos diarios nacionales e internacionales, reportó en el segundo trimestre una pérdida de 63 millones de dólares. Además, tiene 1,000 millones de dólares de deuda, problemas con sindicatos y enfrenta la competencia de las líneas de bajo costo.

El grupo vencedor, que incluye a inversores como la familia Aramburuzabala -accionista de la cervecera Grupo Modelo-, dijo buscará abrir nuevas rutas nacionales e internacionales con la aerolínea, aumentar la flota de aviones e inyectar 240 millones de dólares de capital a la empresa en los próximos tres meses.

Saba se queja

En una encarnizada batalla, Moisés Saba reconoció su derrota minutos antes de que el Gobierno anunciara el ganador, luego de haber propuesto una oferta que duplicaba la primera que había hecho y de perder porque su postura llegó minutos más tarde del plazo límite de las 2100 GMT.

Saba, de una poderosa familia mexicana que tiene una fortuna estimada en 1,800 millones de dólares según la revista Forbes, protestó por la manera en la que el Gobierno manejó la venta.

¢Había reglas claras establecidas el día de hoy, (...) no eran reglas preestablecidas, era un régimen dictatorial yo diría y tuvimos que someternos a él y perdimos¢, sostuvo el empresario a una radio local.

Saba dijo que su oferta no prosperó porque el Gobierno no recibió su oferta en el tiempo límite de las 16.00 del miércoles (2100 GMT), aunque aseguró la envió a las 15.59 hora local. El Gobierno dijo que su oferta le llegó a las 16.02.

Aeroméxico era propiedad mayoritaria IPAB, que junto a otras dependencias del Gobierno mexicano tenía un 62 por ciento de las acciones.

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