La moda manda en las ópticas
Optimarket estrena un modelo de negocio que combina salud y tendencia
No hace falta tener una vista perfecta para darse cuenta, nada más entrar en el local de Optimarket, de que no tiene nada que ver con las ópticas tradicionales. No hay nada que recuerde a una clínica, ni batas blancas, ni ambiente aséptico. En su lugar, una música de baile invita a entrar a un espacio moderno, donde prima el diseño.
Imágenes de pasarela dan color a los expositores, donde se alojan, a la vista del público, gafas de sol y graduadas de las mejores marcas. En el centro del espacio, en compartimentos separados, se albergan las últimas tecnologías para graduar la vista. Al fondo, se aloja el laboratorio para realizar todos los procesos de realización de la gafa y un enorme sofá blanco para amenizar la espera. 'El cliente tarda en recibir la gafa lo que tarda en elegirla', proclama Alejandro Rubio, creador de Optimarket.
Rubio proviene de una familia de profesionales de la visión y participa en la gestión de la cadena de ópticas que lleva el apellido de la familia. Sin embargo, 'estimé hace tiempo que en este sector existía un nicho de mercado con cierto tamaño, que se separa en cierto modo del concepto tradicional', cuenta.
Embarcó a sus hermanos como accionistas de esta iniciativa en la que conjuga moda y salud, que se ha hecho palpable en la primera tienda de San Sebastián de los Reyes (Madrid). La tienda ofrece gafas de las últimas tendencias de moda prácticamente a mitad del precio a lo que se ofertan en otros establecimientos, 'aunque el menor precio depende del modelo de la gafa', precisa Rubio. 'Hemos evolucionado del concepto de outlet, que sugiere alguna tara en el artículo o que el producto es de la temporada anterior, a ofertar nuestras gafas de la última temporada a un menor precio', explica el directivo.
Rubio repite como un mantra que lo fundamental es 'fidelizar al cliente desde que entra por la puerta, sorprenderle'. 'El consumidor desconfía de las ofertas. Nosotros añadimos servicios de alto valor añadido: garantizamos que toda la cadena de producción de la gafa se haga a través de profesionales de alta cualificación técnica, somos muy exigentes con los controles de calidad y buscamos aportar confianza al cliente con recomendaciones reales y servicio personal', enumera el directivo. En la tienda siempre hay al menos dos ópticos disponibles para atender al cliente.
Recién inaugurada la primera tienda Optimarket, la empresa plantea experimentar con el modelo creado para adaptarse a la demanda antes de iniciar el crecimiento. 'Hemos tenido una acogida muy buena, lo que nos ha servido para probar qué número de plantilla es el adecuado para atender convenientemente al cliente', explica el director. Rubio desestima la idea de franquiciar el negocio pero valora una estrategia de expansión primero en Madrid y luego por provincias. 'La oportunidad determinará el crecimiento porque, para instalar este tipo de tienda, necesitamos locales muy grandes, de entre 300 y 350 metros cuadrados', dice.
Aunque se resiste a dar cifras de facturación o ventas de producto, Rubio estima que están 'ingresando el doble de lo esperado' por el interés que ha despertado la tienda.
La protección como eje de las preocupaciones
La implantación de una nueva idea supone arriesgar, no sólo por el desconocimiento de cómo reaccionará el público, sino también en aspectos prácticos del desarrollo diario. En Optimarket, protegerse respecto a ciertos riesgos externos es una prioridad.En la misma tienda, sus responsables han tenido que hacer un esfuerzo, ya alcanzado, para adecuar la plantilla a la atención al cliente pero también para prevenir pequeños hurtos. 'Hemos aumentado el personal hasta los 10 empleados para cubrir todos los aspectos', explica RubioEste directivo también es muy consciente de la necesidad de proteger su modelo ante la copia de sus competidores. 'Estoy convencido de que esto puede ser una tendencia interesante para el futuro del sector y quiero cuidarla', afirma.