Ericsson se hunde en Bolsa por los resultados
El 11 de septiembre, el máximo responsable de Ericsson dio un paso al frente para calmar los miedos a un contagio de la crisis financiera: 'El crecimiento de la industria es fuerte', aseveró. Nada más lejos de la realidad. Un mes después, el líder mundial en redes celulares ha provocado un terremoto bursátil al verse obligado a adelantar la presentación de unos resultados que están muy lejos de lo prometido.
La cita de Ericsson con los resultados del tercer trimestre no tendría que haberse producido hasta el próximo día 25. Pero los datos que los ejecutivos de la empresa sueca, líder mundial en la fabricación de redes de telefonía móvil, iban recabando no dejaron opción: había que comunicar al mercado la realidad cuanto antes, como estipulan las normas en estos casos. Y no eran buenas noticias; todo lo contrario: provocaron una caída del 23,8% en el valor en Bolsa en una sola jornada.
Los analistas esperaban unos beneficios netos de 6.140 millones de coronas suecas y unas ventas de 45.500 millones. Los resultados preliminares muestran una ganancia de 4.000 millones de coronas, 436,8 millones de euros, lo que supone una caída del 36% con respecto al año anterior, y quedan muy lejos de las previsiones. Tampoco han acertado en las ventas. Suben un 6%, pero se limitan a 43.500 millones de coronas -4.750 millones de euros-. Y los márgenes se estrechan.
'Hoy es el día para ser humildes y estar preocupados y decepcionados', señaló el consejero delegado de Ericsson, Carl-Henric Svanberg. Todo un cambio de discurso frente al realizado hace un mes, el 11 de septiembre, cuando provocó un estallido alcista y de optimismo en el sector al asegurar que el crecimiento de la industria era 'fuerte'.
El beneficio de la firma sueca ha caído un 36% en el tercer trimestre
También los analistas han cambiado su visión de Ericsson. 'Creo que es un desastre de categoría mayor y, desafortunadamente, no es algo que afecte a un trimestre sólo', vaticinaba ayer el analista responsable del sector de West LB, en declaraciones a Reuters. 'Esto es realmente malo', eran las palabras del experto de Redeye, recogidas por Bloomberg. 'Una reducción de resultados de esta magnitud es extraña, muy extraña', añadía un gestor de fondos.
Ericsson no ha dado excesivas explicaciones sobre qué ha cambiado en tanta magnitud desde el 11 de septiembre. Los malos resultados han sido atribuidos a una demanda menor de la prevista de mejoras y extensiones de las redes celulares en Norteamérica y Europa. Pero el mercado anticipa algo más. Las malas noticias de Ericsson siguen al recorte de la previsión de ventas para 2007 de Alcatel-Lucent y al comentario de Siemens, que no ha dudado en afirmar que no está satisfecho con la evolución de la industria de telecos.
Y como termómetro que los fabricantes de equipos son de la industria tecnológica y de servicios, el mercado reaccionó con virulencia. Ericsson perdió un 23,81% en Bolsa -la caída llegó a superar el 30%-, la mayor bajada desde 2002; cedió en una sola jornada unos 11.000 millones de capitalización y bajó a niveles de hace tres años. La tormenta desatada en Suecia se extendió a ambos lados del Atlántico, afectó a las Bolsas, a la confianza y a sus homólogas, como Nokia o Alcatel.