El cierre de Siemens en Aragón moviliza a Gobierno y sindicatos
Siemens justifica el cierre de su fábrica en Zaragoza, que ocupa a 307 trabajadores, en el hundimiento de las ventas de terminales de telefonía pública. La planta, que viene arrastrando una difícil situación desde hace dos años, ha agudizado su crisis en los últimos meses, con unas pérdidas superiores al millón de euros mensuales
Aunque hoy se celebrará una reunión entre el Gobierno de Aragón y el comité de empresa para tratar sobre la continuidad de la planta, fuentes de la empresa aseguraron que 'el cierre es inevitable, porque ya se han agotado todas las vías para mantener una actividad sin futuro'. Además del hundimiento de las terminales de telefonía pública, principal causa del cierre, las otras dos líneas productivas (la de antenas y teléfonos de abonados) no tienen capacidad para compensar las pérdidas de la primera.
Las reuniones celebradas ayer por los sindicatos se centraron en reclamar a Siemens una alternativa que respete los empleos, 'dado que la multinacional cuenta con actividad y recursos para ello'. Los representantes de los trabajadores consideran que 'es una cuestión de voluntad política'. Para Salvador Salas, responsable de la Sección del Metal de CC OO. 'Siemens sigue el camino de otras multinacionales que han decidido abandonar determinadas actividades en España porque estiman que aquí ya no son rentables'. En estos medios se rumoreaba ampliamente la posibilidad de que la producción viable fuera desviada a China.