Santander y sus socios serán desde mañana los nuevos propietarios de ABN Amro
El Banco Santander, junto a Royal Bank of Scotland (RBS) y Fortis, sus socios en la compra del ABN Amro, se convertirán mañana oficialmente en los nuevos propietarios del grupo financiero holandés, por el que abonarán 71.000 millones de euros tras imponerse al británico Barclays en su puja por la entidad.
La oferta de compra hecha por el consorcio ha logrado hasta ahora el apoyo de aproximadamente el 86% del capital del banco holandés y supone que los tres bancos se repartirán activos de ABN en todo el mundo, correspondiéndole a Santander los del brasileño Real y el italiano Antonveneta por unos 19.850 millones.
Por su parte, RBS, que pagará unos 27.200 millones, adquirirá el área de clientes globales y de banca mayorista en Holanda y América Latina -salvo Brasil- y las de Asia y Europa -a excepción de Antonveneta-, mientras que Fortis comprará la banca minorista de Holanda, la unidad de clientes privados globales y la gestión de activos global por 24.000 millones.
Para el Santander la operación supone regresar con protagonismo a Italia, un mercado de difícil acceso para las empresas extranjeras que buscan alguna compra y que conoce bien por su larga estancia en el capital del San Paolo. El banco presidido por Emilio Botín es consciente de que exportar al país transalpino algunas de las herramientas y operativas que se utilizan en el sistema financiero español hará subir el nivel de eficiencia de la entidad italiana y permitirá lograr "atractivas rentabilidades".
Antonveneta es el séptimo banco de Italia y el sexto de la zona norte, donde se acumula la mayor parte de la riqueza del país, y es considerado por el banco como "una excelente plataforma" desde la que crecer en un mercado "infradesarrollado" en áreas como las hipotecas o el crédito al consumo. Se da la circunstancia de que su clientela vio cómo a finales de 2005 el ABN Amro lograba cerrar la compra de Antonveneta, en la que fue entonces la primera banca italiana en pasar a manos extranjeras, por lo que, en principio, no se mostrarán recelosos ante una gestión "no italiana".
En la operación, el Santander refuerza su posición en Brasil, donde ya cuenta con Banespa, sexto banco del país, ya que gracias a la operación y las relaciones entre ambas entidades, se colocará como tercera mayor entidad en oficinas y volumen de créditos. Además se convertirá en el segundo banco por depósitos de clientes -contará con 20 millones- y con 54.000 empleados. Desde 2000 el banco ya acumula en Brasil -un mercado en alza donde el negocio bancario es uno de los más lucrativos del mundo- activos totales equivalentes a unos 69.000 millones de dólares, con 7,8 millones de clientes.
Para el Santander, Brasil atraviesa "un círculo virtuoso" gracias a sus políticas económicas, los altos precios en las materias primas de exportación y el desarrollo del mercado de capitales. El presidente del banco, Emilio Botín, calificó ayer la compra de activos de ABN Amro como "la mayor operación hecha nunca en la historia de la banca" en el mundo y señaló que la "estrella" de la operación es el Banco Real de Brasil.
Para la compra de activos del ABN que corresponden a Santander, la junta de la entidad aprobó este verano emitir acciones por un equivalente de unos 4.000 millones y realizar una emisión de obligaciones convertibles. Así, ya ha colocado una emisión de bonos convertibles en acciones por 7.000 millones de euros y ahora tiene previsto realizar antes de final de año una ampliación de capital y una emisión de deuda subordinada y, según fuentes del mercado, recomponer ratios de capital tras estas operaciones.
La emisión de deuda subordinada tendrá un volumen de entre 5.000 y 6.500 millones de euros, mientras que la ampliación de capital previsiblemente rondará los 3.000 millones. También se destinan a la compra fondos logrados en desinversiones en San Paolo (con plusvalías de 560 millones) y de la venta de su negocio de fondos de pensiones en Latinoamérica, por más de 950 millones, así como los 4.000 millones de euros (1.400 de plusvalías) que se lograrán vendiendo sus inmuebles en España para después permanecer en los edificios en alquiler.
En la junta que aprobó la financiación de la compra, Botín destacó la operación que cumple con los requisitos que exige el banco antes de abordar una compra en cuanto a retornos y beneficios. Además, recordó que de los casi 19.000 millones que le corresponde aportar podrían reducirse "a corto plazo" 1.100 millones por la venta de activos no estratégicos del ABN.