El apagón analógico enfrenta a 'telecos' y televisiones europeas
El apagón analógico televisivo en Europa ha provocado el enfrentamiento entre operadoras de telefonía y compañías de televisión para hacerse con el espectro radioeléctrico que quede libre. Las bandas de UHF en juego pueden generar un negocio superior a los 200.000 millones de euros.
La banda UHF, que durante años identificó en España a la segunda e inaccesible cadena de televisión pública, se ha convertido en un preciado y disputado tesoro para algunas de las mayores multinacionales del sector europeo de las telecomunicaciones.
El 75% de esa banda, especialmente valiosa porque su frecuencia facilita la propagación de la señal y su penetración en edificios y recintos cerrados, quedará libre tan pronto como se complete el apagón de la televisión analógica.
Las cadenas de televisión pugnan por quedarse con esas frecuencias para poder ofrecer emisiones de alta definición y servicios interactivos. Pero las grandes operadoras de telefonía abogan por la liberalización de al menos el 60% del espectro disponible para utilizarlo como canal de sus servicios de banda ancha.
Subastas
Algunas operadoras incluso están dispuestas a pagar por ello, lo que puede alentar una nueva oleada de subastas como la que precedió (y frustró en gran parte) el desarrollo del UMTS o telefonía de tercera generación. Entonces, se llegaron a pagar por las licencias de utilización del radioespectro necesario hasta 100.000 millones de euros.
Las cifras de negocio esta vez también suenan multimillonarias.
Un estudio de la consultora SCF Associates, en cargado por la compañía alemana Deutsche Telekom y presentado la semana pasada en Bruselas, calcula que la explotación del espectro por parte de las operadas de telefonía móvil podría generar un movimiento de 208.000 millones de euros, entre ingresos directos, venta de productos y servicios.
Además, para los fabricantes de aparatos y de software, la cifra de negocio alcanzaría los 87.000 millones de euros. Y el impacto indirecto para el conjunto de la economía ascendería a un total de 165.000 millones, propiciando un crecimiento del Producto Interior bruto del 0,6% y más de medio millón de empleos directos y 2,3 millones indirectos.
¢El espectro se ha convertido en una materia prima preciosa¢, resume Simon Forge, uno de los autores del estudio. Y añade que las subastas, siempre que se mantengan dentro de precios razonables, podrían ser un buen método de reparto de las frecuencias.
Tratamiento comercial
Otro estudio más antiguo, preparado en el año 2004 para la Comisión Europea por la consultora Aegis, también defiende un tratamiento comercial del espectro, incluidas las subastas, para mejorar la eficacia en su utilización. Este estudio, como el de SCF, subraya el escaso rendimiento económico que genera la utilización exclusiva del espectro por parte de las televisiones.
La batalla entre los intereses cruzados de televisiones y operadores de telefonía móvil arreciará en los próximos días, con motivo de la celebración en Ginebra de la conferencia mundial sobre radioespectro, organizada por un organismo de la ONU.
Bruselas quiere que la banda excedentaria se comercialice
Las compañías telefónicas cuentan con una poderosa aliada en su batalla para conseguir parte del espectro que se libere tras el apagón de la televisión analógica. La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, es una firme partidaria de que las cadenas de televisión no se queden con todo el espectro disponible. Su departamento defiende que las frecuencias liberadas, conocidas por los expertos como el dividendo digital, se exploten para conseguir los máximos beneficios económicos y sociales posibles.El próximo mes de noviembre, dentro de sus planes legislativos para el sector de las telecomunicaciones, Reding propondrá directrices para intentar armonizar los criterios de distribución de ese dividendo en Europa. Los expertos, sin embargo, reconocen que resulta imposible sincronizar el apagón analógico de los 27 países de la UE, lo que puede provocar que cada país reparta el espectro disponible con arreglo a sus propios criterios. Eso fue lo que ocurrió en 1999 con la introducción del UMTS.