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Aerolíneas

Pascual dimite de Spanair para poder pujar por ella

Los dueños de Marsans dimitieron en el consejo de ayer de los puestos que ocupan en Spanair desde que fundaron la aerolínea hace 20 años. Su intención es no ausentarse de la empresa por mucho tiempo, ya que las negociaciones que mantienen con SAS para recomprar el 100% del capital están avanzadas a falta de solventar diferencias de precio.

El viaje será de ida y vuelta. Al menos así lo prevén Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, fundadores hace 20 años de la compañía aérea Spanair, de cuyos puestos de presidente y consejero delegado, respectivamente, dimitieron ayer ante el consejo de administración.

La decisión de presentar la renuncia, aunque pudiera parecer paradójico, es la demostración de lo avanzadas que los dueños del grupo turístico español Marsans tienen las negociaciones que iniciaron en junio para volver a controlar el capital de la compañía en la que en los últimos años han tenido una participación minoritaria y en la que ha ejercido el control el grupo aéreo escandinavo SAS.

Aunque Pascual y Díaz han querido desligar por completo el acuerdo alcanzado el pasado viernes con la propia SAS para quedarse también con el 100% de Newco, la sociedad de servicios aeroportuarios vinculada a Spanair, fuentes conocedoras de la situación aseguran que el plan de negociaciones diseñado por ambas partes se desarrolla hasta la fecha según el esquema previsto.

La dimisión de Pascual y Díaz de Spanair, (a la que se unió la de Fernando Borrachero como miembro del consejo) permite acelerar unos contactos en los que la diferencia fundamental que mantienen las partes es el precio final en el que se fijará la transacción.

En este proceso a cara de perro, los compradores señalan que para fijar el precio final se debe de tener muy en cuenta que Spanair arrastra una deuda de 280 millones, la mayoría contraída con su propia matriz, el grupo SAS. También recalcan que durante el primer semestre del año la compañía sumó unos número rojos por importe de 36,6 millones.

En el lado contrario, los vendedores, encabezados por Mats Jansson, presidente de SAS, que durante el periodo transitorio también ejercerá de cabeza visible de Spanair, prefieren fijarse en el comportamiento de la compañía durante los meses de la temporada alta. Según las estimaciones realizadas por el consejo de administración de ayer, Spanair ha logrado dar la vuelta a sus pérdidas del arranque del año y finalizará el ejercicio con un beneficio de 15 millones.

A pesar de la buena sintonía que SAS ha mantenido con los dueños de Marsans durante los largos años que han compartido en la propiedad de Spanair, fuentes cercanas al proceso afirman que el acuerdo sobre el precio no va a ser fácil. Pascual y Díaz han solventado durante su vida como empresarios arriesgadas apuestas de recuperar empresas en dificultades en base a conseguir su propiedad a precios muy reducidos. La situación económica y operativa de Spanair no es buena, pero sus propietarios nórdicos no parecen dispuestos a marcharse de España con las manos vacías.

Spanair forma parte de la alianza Star Alliance que encabeza la alemana Lufthansa. Este es uno de los activos que más aprecian Pascual y Díaz de su antigua aerolínea. En sus planes, si se confirma la operación de compra, se encuentra el poder vincular a este bloque aeronáutico global a las otras compañías aéreas de su grupo, Air Comet y Aerolíneas Argentinas.

Spanair tiene una flota de 65 aviones y realiza una media diaria de 371 vuelos, tanto domésticos con diferentes ciudades europeas y del norte de África. En 2006 transportó 10.721.657 pasajeros, de los que el 85%, es decir 9.082.431, corresponde a vuelos regulares, y el 15% a vuelos chárter.

Esta misma semana ha logrado que AENA le adjudique, junto a sus socios de Star Alliance, una estratégica presencia en el nuevo Terminal Sur de aeropuerto del Prat de Barcelona que se inaugurará en primavera de 2009.

El proyecto

Marsans quiere hacerse de nuevo con el control de Spanair y no sólo por motivos sentimentales. La suma de esta compañía con las aerolíneas que ahora controla le permitirá reproducir un esquema de empresa de red con vuelos europeos e intercontinentales.

Un largo vuelo de ida con opción de billete de vuelta

Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz fundaron Spanair hace 20 años junto a Christer Sandahl del grupo escandinavo SAS. La empresa surgió con dos aviones para dar respuesta a las necesidades de vuelos chárter que entonces tenía una industria turística nacional en fase de expansiva juventud.Al principio de la década de los 90 Spanair se convirtió, junta Air Europa, en la primera aerolínea que se decidió a competir con Iberia, la antigua monopolista, en el comprometido terreno de los vuelos regulares.A lo largo de todo este proceso Pascual y Díaz han ido reduciendo su participación en el capital Spanair frente a su socio SAS. En 2003 su parte bajó hasta un exiguo 5,1% y en julio último se desprendieron de este parte pero ya con la intención de hacer una oferta de recompra por el 100%.

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