La cúpula de EADS vendió acciones antes de la crisis
La AMF, autoridad bursátil gala, acusa a los principales directivos de EADS y Airbus de uso de información privilegiada en la venta de acciones previa al desplome bursátil del grupo por la crisis del A-380.
La Autoridad de Mercados Financieros (AMF) arrojó ayer un jarro de agua fría a los intentos del consorcio aeronáutico europeo EADS de borrar las turbulencias que agitan a la compañía desde 2006. En un informe preliminar revelado por el diario Le Figaro, la AMF acusa a toda la plana mayor de EADS de venta 'concomitante y masiva' de acciones antes del anuncio oficial, en junio de 2006, de nuevos retrasos del gigante A-380 que provocaron la caída de la acción hasta un 26%.
Para la AMF no hay duda de que los altos directivos y accionistas de ambas compañías, un total de 21, conocían la degradación de la buena marcha del constructor aéreo. 'Tales cesiones no se habrían producido si las noticias (sobre la compañía) hubieran sido buenas', concluye el informe.
Además, el gendarme galo se apoya en que 14 de las 21 personas implicadas no habían vendido acciones antes de 2005, 'una prueba de la ausencia de confianza en que el título seguiría progresando'. En el ojo del huracán se encuentran los que entonces eran copresidentes del consorcio aeronáutico, el alemán Thomas Enders, hoy presidente de Airbus, y Noel Forgeard, quien se vio obligado a abandonar la compañía tras el mazazo industrial y el escándalo financiero que generó su venta de acciones. El documento también apunta a los dos accionistas de referencia, la compañía DaimlerChrysler y Lagardère, que en marzo de 2006 vendieron cada uno el 7,5% de los títulos que poseían en EADS, embolsándose una plusvalía de 2.000 millones de euros, respectivamente. La forma 'extraña' en la que ambas firmas vendieron sus títulos alarmó a la AMF, ya que la cesión se hizo en 2007 para beneficiarse de las nuevas ventajas fiscales, pero en base a la cotización de 2006, lo que sugiere 'la anticipación de ambos accionistas de EADS sobre una futura baja de la acción'.
La noticia generó ayer un alud de reacciones, excepto de EADS, que en una escueta nota consideró la filtración del informe 'una violación de la confidencialidad de la investigación en curso'. Lagardère desmintió cualquier delito y avanzó su intención de recurrir a la justicia 'por daños y perjuicios'. El conjunto de sindicatos mostraron su 'preocupación', y sin sorpresa por las revelaciones, concluyeron que 'la lógica industrial dice que la jerarquía de EADS estuvo al corriente de los retrasos del A380'. De confirmarse la acusación por parte de la justicia, las consecuencias penales serían muy graves para la compañía.
Papel del Gobierno
El Gobierno galo conocía las dificultades que esperaban a Airbus ya en diciembre de 2005 por una nota entregada al ministro de Economía, Thierry Breton tras una reunión con EADS. En ella se proponía al ministro 'la cesión parcial de la participación del Estado'.