Cómo sacar partido a un euro fuerte
Los expertos creen que no ha llegado el momento de apostar por la Bolsa americana, a pesar de la debilidad del dólar, que está en mínimo histórico
Comprar en los mercados de la zona del euro sigue siendo una apuesta acertada, a pesar del renovado atractivo que presentan las áreas vinculadas al dólar tras la fuerte depreciación de esta divisa frente al euro. Esta caída permite a los ahorradores europeos hacerse con acciones americanas a un precio mucho más barato por el impacto positivo del tipo de cambio. Pero, de momento, la fragilidad manifestada por la economía estadounidense, golpeada de lleno por el estallido de la crisis crediticia de este verano, ha colocado en cuarentena a esta zona geográfica como posible destino de las inversiones. Los expertos coinciden en que la decisión más conveniente es esperar y no asumir riesgos innecesarios por intentar aprovechar la oportunidad de cazar gangas en la Bolsa de EE UU.
'El centro de todas las incertidumbres está en este país. Es una de las economías más vulnerables ahora mismo', señala Antonio Zamora, de Banco Urquijo. Un pesimismo que se acentuó el pasado jueves al conocerse que la venta de viviendas cayó en agosto al mínimo en siete años, lo que ha disparado las expectativas de que la Reserva Federal se vea obligada a recortar otra vez los tipos de interés oficiales, situados en el 4,75% desde el 18 de septiembre. Esta situación contrasta con el dinamismo que muestra todavía la zona euro, que crece a tasas por encima del 2,5%, y las expectativas que ha dejado abiertas el Banco Central Europeo (BCE) de una posible subida del precio oficial del dinero, instalado en el 4%.
Aún así, los gestores reconocen que el descenso del billete verde puede aconsejar un ligero retoque en la composición de las carteras. 'Si la debilidad del dólar se mantiene, habría que sobreponderar un poco la renta variable americana, aunque no en términos absolutos porque la economía europea goza de mejor salud. Su peso podría pasar del 20% al 25%', explica Ana Rivero, directora de estrategia de Santander Asset Management. También recomienda reducir la exposición a la Bolsa española e incrementar la de las europeas.
Los analistas prevén que el euro conquistará la cota de los 1,45 dólares este año. La semana pasada, la divisa del Viejo Continente inició ya la remontada al encadenar varias subidas hasta alcanzar el viernes un nuevo récord histórico en 1,4278 dólares. Con ello, el euro acumula una revalorización del 8,1% desde comienzos de año. A más largo plazo, la mayoría de los analistas considera, sin embargo, que la moneda europea tendrá que corregir sus excesos, al estar sobrevalorada respecto al dólar alrededor de un 10%.
La clave en los próximos meses será, según Antonia Conde, de gestión de activos de Renta 4, si el euro logra saltar con fuerza la barrera de los 1,42 dólares o si, por el contrario, da síntomas de flaqueza. En este contexto, señala que es más partidaria de 'completar la cartera con fondos monetarios en dólares y apostar por la renta variable europea, así como por algunos mercados emergentes, como Asia o Brasil en Latinoamérica'.
Una de las razones que explican que en esta ocasión no se cumpla de manera estricta el guión (tradicionalmente, una caída del dólar ha desencadenado fuertes trasvases de fondos a los mercados vinculados a esta divisa) es el cambio de los lazos comerciales. Actualmente, las exportaciones de los países de la zona del euro a Estados Unidos suponen apenas un 17% del volumen total, mientras que se ha acentuado la dependencia de la balanza comercial europea con otras zonas, como Asia o los países del Este de Europa, cuyas economías son las que están registrando ahora los crecimientos más espectaculares.
También influye que la escalada del euro frente al billete verde haya sido pausada. 'El tipo de cambio efectivo real de la moneda europea se ha revalorizado solo un 7% desde diciembre de 2005. El único salto brusco se ha producido en las dos últimas semanas, cuando el avance respecto al dólar ha sido del 2%', explica Juan Luis García, director de análisis y gestión de Inversis.
Este experto añade que para un inversor con un perfil conservador no es conveniente exponer sus inversiones en otras divisas ya que 'existe un riesgo difícil de cuantificar y que la gente no percibe'.
En las últimas semanas, sin embargo, la brecha entre las Bolsas mundiales se ha ampliado, con un claro dominio de la estadounidense. El Standard & Poor's gana en el año casi el 8%, frente a las mejoras del 6,3% del Euro Stoxx 50 y de poco más del 3% del Ibex 35 español.
Los valores más sensibles al tipo de cambio se salvan de la purga
Los valores más perjudicados por la debilidad del dólar, como las compañías automovilísticas o las de bienes de consumo cuyo negocio está ligado a exportación, se han mantenido inmunes en esta ocasión. Uno de los motivos, según los expertos, es que el castigo sufrido por la crisis de las hipotecas subprime durante este verano ha sido indiscriminado, aunque la exposición de determinados valores a este segmento fuese nula.Renta 4 añade que 'los libros de ventas de este año ya están cerrados y no van a verse afectados por la reciente caída del dólar'.En el caso de la Bolsa española, además, se han sumado los rumores de operaciones corporativas que han salpicado a algunas compañías como Acerinox y han hecho subir como la espuma sus cotizaciones. La siderúrgica, una de las más sensibles al tipo de cambio ya que un 90% de sus ventas se dirigen fuera de España, subió la pasada semana un 6,03%, alentada por las especulaciones de una posible opa de la finlandesa Outokumpu Oyj. El balance anual no es tan alentador, con un retroceso del 8,46%, lo que sitúa su precio en 21,10 euros por acción. Tampoco se han resentido la holandesa Ahold y la alemana Volkswagen, dos de los valores que el banco de inversión JPMorgan señala como más vulnerables a la apreciación del euro. La cotización de la primera ha ganado desde enero casi el 32%, mientras que la automovilística se ha revalorizado en este periodo más del 84%.Los sectores más beneficiados son, según los expertos, las telecomunicaciones, las papeleras o las eléctricas, es decir, aquellas compañías con un elevado nivel de endeudamiento.