Tate & Lyle paga en Bolsa la caída de su filial de azúcar
La británica Tate & Lyle no experimentaba una bajada en Bolsa de este calibre en las últimas dos décadas. Las acciones de la azucarera cayeron un 28% el viernes, a raíz de que estimaran que cerrarían el primer semestre con pérdidas en su filial de azúcar.
La crisis de los precios en las materias primas alcanza a la que fuera la mayor azucarera del mundo. La británica Tate & Lyle explicó el viernes a los inversores que prevén un cierre del primer semestre del año con 'pequeñas' pérdidas en el corazón de su negocio, la división de azúcar. El mercado no tardó en penalizar estas previsiones con una caída espectacular de la cotización, un 28%, la mayor disminución del valor en más de dos décadas.
La azucarera explicó que ve 'con preocupación' sus resultados a corto plazo y advirtió del impacto negativo que tendrían en sus cuentas los altos precios del maíz en Europa, las prohibiciones de exportar gluten de maíz a la UE y la debilidad del dólar.
La británica también estimó que el primer semestre terminaría con 'una ligera pérdida' en su negocio de azúcar debido 'a un mes de agosto especialmente difícil'.
El aumento de los costes del transporte y el exceso de oferta de edulcorantes en Estados Unidos han contribuido también a estas pérdidas. El director financiero, John Nicholas, estimó que la rentabilidad del segundo semestre será 'modesta'. El año pasado, esta rama del negoció obtuvo unos beneficios de 15 millones de libras (21,4 millones).
En España, Tate & Lyle cuenta con una sede y una planta de producción en Zaragoza que procesa maíz para la fabricación de edulcorantes y almidones para la industria alimentaria y la fabricación de papel y cartón, entre otros usos. Tiene una plantilla de 190 empleados.
Las últimas cuentas públicas de la filial, de marzo de 2006, registraron una cifra de negocio de 90 millones y unas pérdidas de 38 millones debido a una provisión de 52 millones de euros que llevaron a cabo por la depreciación de la cartera de valores.
Ha sido una semana movida en el sector que cierra con el desplome de Tate & Lyle, aunque sus competidoras tampoco han estado tranquilas. El pasado miércoles, el Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó la reforma de la vigente Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar con un fuerte incremento de los incentivos a los agricultores para que abandonen el cultivo de la remolacha. De este modo, se pretende reducir la producción de azúcar en la UE para alcanzar un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Aunque Tate & Lyle afirmó que estas modificaciones no afectarán a su negocio, su competidora Nabisco elevó sus previsiones de beneficio para su división de azúcar un 50% gracias a los descuentos que se practicarán a los azucareros para que compren y den salida a la cuota de producción de 2007-2008. La mayor azucarera europea, la alemana Suedzucher, afirmó considerar 'positivamente' las medidas de la UE para los ajustes de los mercados. Sin embargo, sus acciones cayeron el viernes un 2,29% hasta los 14,09 euros.
Ebro sufre las incertidumbres legales
Una mala tarde para el azúcar. Las acciones de Ebro Puleva cayeron un 3,62%, hasta los 14,38 euros, en línea con la actuación en Bolsa de las grandes empresas de su sector. La empresa informó el viernes a la CNMV de que aún no sabe qué impacto tendrá la nueva OCM del azúcar en la UE sobre las cuentas de su filial Azucarera Ebro.Ebro Puleva indicó que, una vez fijados definitivamente los términos de la OCM del azúcar, 'se abre un periodo de negociaciones entre las organizaciones agrarias, las industrias azucareras y las administraciones', explicó Ebro Puleva. Hasta que no se llegue a estos acuerdos, que 'previsiblemente estarán culminados antes de que acabe 2007', no es posible hacer estimaciones.La filial de Ebro Puleva, Puleva Biotech, experimentó una inusual subida en Bolsa del 8%, aunque llegó a subir un 17%, cuando sólo se ha revalorizado un 1% en el año. Su matriz explicó a la CNMV que desconoce el motivo de la subida e indicó no tener conocimiento 'de ninguna operación corporativa ni acontecimiento relevante que justifique la subida de la filial', dijo.