Venezuela clausura las oficinas de Telefónica por una investigación fiscal
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha emprendido una campaña contra el fraude fiscal y la filial de Telefónica en el país, Movistar, se ha visto implicada en ella. La agencia tributaria venezolana ha clausurado por 48 horas la sede principal de la compañía en Caracas y otras 31 sucursales corporativas para investigar a fondo todos los documentos y ha impuesto una multa de 437,5 dólares -300 euros- a Movistar.
Fuentes empresariales inciden en que la limitada cuantía de la sanción en relación con los volúmenes que mueve Telefónica da idea de la magnitud de la 'irregularidad' detectada, que podría deberse a una factura con el IVA mal aplicado, por ejemplo. Estas mismas fuentes añaden que la cruzada fiscal de Chávez se dirige a todas las empresas, grandes y pequeñas, y que no se trata de una cuestión particular. Cada vez que hay una inspección, las autoridades clausuran las sedes de las compañías investigadas y el cierre se alarga en caso de que se encuentre alguna irregularidad para actuar con mayor profundidad.
No es la primera vez que Venezuela cierra las oficinas de Movistar. También lo hizo en 2005 y la multa ascendió a poco más de 300 dólares.
PT pide más dinero por Vivo
En Brasil, mientras tanto, Telefónica mantiene dos frentes abiertos. Uno es su relación con Portugal Telecom en Vivo, la operadora de móvil que comparten y que la española quiere comprar, y el otro son los intentos del magnate Carlos Slim de impedir que Telefónica entre en el capital de Telecom Italia al forzar un veto a la operación desde Brasil.
Por lo que se refiere al primero, el presidente de Portugal Telecom, Henrique Granadeiro, rompió ayer un silencio que ya duraba varias semanas y afirmó que Vivo vale más hoy que cuando Sonaecom negoció con Telefónica vender la participación, durante la opa hostil que lanzó contra la operadora lusa. Granadeiro aseguró que Sonaecom estaba dispuesta a vender por 1.500 millones.
Slim, por su parte, ha pedido a Telefónica desde el Financial Times que sea clara sobre sus intenciones en el mercado brasileño de telefonía móvil. El objetivo del magnate es demostrar al regulador brasileño que la presencia de una filial de la española y otra de Telecom Italia ahora que se están uniendo preocupa a los competidores.