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CincoSentidos

Los españoles sienten crecer la corrupción

Por definición, los actos corruptos se producen a espaldas de la opinión pública y no son de fácil identificación. Pero ello no impide que los españoles intuyan que van en aumento, según se desprende del último índice de percepción de la corrupción que elabora Transparencia Internacional a partir de la opinión de empresarios y analistas.

En una escala en la que uno supone una alta percepción de corrupción y 10 representa transparencia, España obtiene un nota de 6,7. Casi un notable. De los 180 países que se incluyen en el índice, ocupa el puesto 25, empatada con Uruguay. Visto así parece un buen dato. Sin embargo, Jesús Lizcano, director de Transparencia Internacional en España recordó que desde el 2004, cuando la puntuación era de 7,1, España ha perdido nota año tras año. Dicho de otra forma, la sensación de que la corrupción habita en los instancias públicas es cada vez mayor.

Si se compara con países de Europa occidental, España se sitúa en la zona media de la tabla. Como suele ser habitual, la mejor puntuación es para los países nórdicos, cuyos ciudadanos no perciben prácticamente nada de corrupción en los funcionarios públicos.

Durante la presentación ayer del informe en la Fundación Ortega Lara de Madrid, Jesús Lizcano apuntó que la correlación entre pobreza y corrupción es evidente. ¢El 40% de los países con una puntuación inferior a tres son clasificados por el Banco Mundial como países de bajos ingresos¢, explicó Lizcano. Aunque la corrupción es cosa de dos. Se necesita un funcionario público predispuesto a aceptar prebendas y a un instigador que incentive al corrupto. En este rol, Transparencia Internacional dispara contra las multinacionales que, siempre según la ONG, suelen ser las entidades que más sobornos ofrecen a funcionarios de países del tercer mundo o en vías de desarrollo.

¢La crítica de los países ricos respecto a la corrupción en los países pobres ostenta poca credibilidad cuando sus instituciones financieras atesoran riqueza robada de los pueblos más pobres del mundo¢, señaló en Berlín ­el informe se presentó en distintas ciudades europeas­ la vicepresidente de la ONG, Akere Muna.

La cola del índice la ocupan Myanmar (Birmania), presa de un régimen dictatorial que ayer reprimió con fuerza una manifestación de monjes budistas y población civil que piden el fin de la dictadura. Algunas fuentes aseguran que cinco monje budistas murieron.

Menos ladrillo, más transparencia

El mundo económico y bursátil anda preocupado por los efectos que pueda tener el fin del boominmobiliario sobre el crecimiento económico. Sin embargo, desde Transparencia Internacional confían en que la desaceleración inmobiliaria será beneficiosa, pues detendrá los casos de especulación urbanística.¢Estamos convencidos de que, fundamentalmente, el aumento de la percepción de la corrupción en España se debe al boominmobiliario. Es nuestra asignatura pendiente¢, dijo Jesús Lizcano, presidente en España de Transparencia Internacional. Así, por una sencilla regla de tres si se detiene la fiebre por el ladrillo, afirma la ONG, aumentará la transparencia y habrá menos incentivos para los tejemanejes urbanísticos. En este sentido, alabó la Ley del Suelo que recientemente ha entrado en vigor y que obliga a los ayuntamientos a aumentar la transparencia en cuestiones urbanísticas. Lizcano aplaudió que ahora todos los planes urbanísticos y permutas de terreno sean acordados por el pleno municipal y no en comisiones ¢casi secretas¢ como sucedía antes.

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