Subinspectores de Trabajo amenazan con ir a la huelga si no aumenta la plantilla
Los subinspectores de Empleo y Seguridad Social anunciaron ayer un calendario de movilizaciones, que comienza mañana con un encierro en todas las Inspecciones Provinciales, para reclamar una ampliación de 1.000 personas en el número de empleados dedicados a las inspecciones de trabajo así como una mejor consideración profesional para que se les reconozca el carácter técnico de su trabajo.
Los subinspectores amenazan que, si los responsables de la Inspección del Ministerio de Trabajo no atienden sus peticiones, convocarán una huelga general en octubre.
Entre las demandas, los trabajadores reclaman el reconocimiento del carácter técnico de su profesión, de tal manera que solicitan 'la adecuación de la normativa inspectora y la desaparición del trámite del visado y de la trabas burocráticas que ralentizan e infrautilizan el trabajo'.
En el documento también exigen una actualización de los niveles retributivos, 'estancados desde hace diez años', y el aumento de la plantilla para aumentar la eficacia social de la inspección. Los denunciantes solicitan un incremento de 1.000 trabajadores, aunque reconocen que esa ampliación no será suficiente para compensar las bajas laborales fruto de jubilaciones o prejubilaciones, la dedicación total a las labores de prevención en materia de riesgos laborales y la asunción de nuevas exigencias informáticas.
En este último apartado, los subinspectores de trabajo piden la voluntariedad en el uso de una nueva aplicación informática, instaurada en mayo de 2.006 con un coste superior a los 7 millones de euros.
En su opinión, la creación de ese programa informático 'obliga al personal inspector a realizar tareas burocráticas y de gestión, ajenas y en detrimento de su actividad investigadora', ya que, a su juicio, su trabajo se debe orientar a la labor de calle y a la atención al ciudadano.
Razones del conflicto
Los subinspectores denuncian que su carga de trabajo ha crecido mucho por el tirón de la afiliación a la Seguridad Social (hay más de 19 millones de afiliados), con una fuerte presencia de extranjeros y unos niveles altos de temporalidad y siniestralidad laboral.