'La situación no es grave de momento'
El socio responsable de Corporate Financede Deloitte en el Centro y Este de Europa, Kurth Werth, con ocho años de experiencia en la zona, afirma que ni la subida de tipos ni los problemas con las hipotecas subprime provocarán un parón en el área de las operaciones corporativas el próximo año.
PREGUNTA. ¿ Cómo están afectando las turbulencias financieras al área de Corporate Finance?
RESPUESTA. En algunos países de Europa, como es el caso de los del Este, se está empezando a notar un cierto impacto. Los bancos no proveen de financiación de la misma forma que hace unos meses. Son más restrictivos. Todavía no lo estamos notando de manera directa en las operaciones; pero lo vamos a ver. El efecto que prevemos es el mismo que en otros mercados, es decir, una financiación más restrictiva de la que hemos tenido hasta ahora. Esto hará que entidades que dependen mucho de la financiación para la ejecución de sus adquisiciones, serán menos competitivas, pero, al mismo tiempo, entidades con un perfil más industrial y que dependen más de sinergias de negocio para apuntalar sus operaciones, pueden tener oportunidades.
P. ¿ Se puede producir un crac?
R. No tengo una respuesta. Hay en estos momentos en EE UU, dentro del mundo del capital riesgo, dos operaciones muy relevantes que están pendientes de encontrar financiación que, de alguna manera, van a servir de termómetro para saber la profundidad de esta situación.
P. ¿ Cuánto tiempo pueden durar estas turbulencias? ¿ Puede ocurrir como en el año 2000, cuando se produjo el pinchazo de la burbuja tecnológica?
R. No es una situación de crisis. Hay una preocupación generalizada, pero por ahora no es una situación grave. Es un momento muy distinto al año 2000. Entonces, el pinchazo de la burbuja tecnológica era algo que ya se venía apuntando desde hacía algunos años atrás. La situación actual no puede definirse como crisis. Sí que hay una restricción importante para los mercados crediticios que, a su vez, tiene un impacto importante en la disponibilidad de financiación. Pero estamos hablando de una economía donde los grupos empresariales están saneados y tienen recursos suficientes como para acometer operaciones corporativas, por más que el mercado financiero empiece a ser más restrictivo.
P. ¿ Están todos los países europeos afectados por igual? ¿ Y España?
R. No hay diferencias entre los distintos mercados europeos, salvo algunos matices. Por ejemplo, en Europa del Este hay unas perspectivas de crecimiento superiores a otros mercados más maduros europeos. Esto hace que los mercados sean más atractivos para el destino de las inversiones. Además, el tamaño medio de las operaciones es inferior al de otros países. En este sentido, la situación actual podría tener algo menos de impacto, ya que la disponibilidad de financiación afecta fundamentalmente a las grandes operaciones, y eso no ocurre en aquellos mercados con operaciones más pequeñas. Esta situación es también aplicable a España. Cada vez es más difícil distinguir mercados que se vean más o menos afectados. La economía es muy global. Las operaciones corporativas cada vez son también más globales.
P. ¿ Qué influencia está teniendo la subida de los tipos de interés en las operaciones corporativas?
R. No está teniendo un impacto directo. De hecho, la actividad de fusiones y adquisiciones y la del capital riesgo, que está más expuesta a la financiación, no se ha visto de momento afectada. Hay una gran actividad y un interés por hacer operaciones. No hay una sola operación en los mercados que se haya visto cancelada o abortada. Que se retrasen las operaciones es más difícil saberlo. Pero por ahora no hay una consecuencia evidente.
P. ¿ Cómo ve el hecho de que el BCE no haya subido los tipos de interés en su última reunión?
R. Es pronto para decirlo. En cualquier caso el impacto de este tipo de situaciones hace que el coste de financiación sea superior y, por lo tanto, la rentabilidad que algunos operadores obtienen va a ser menor. Eso hará que las operaciones no se hagan o se retrasen. De todas formas, no estamos hablando de incrementos radicales de tipos de interés. No hay un impacto significativo. Sí que puede haber un mayor protagonismo de operaciones más basadas en la creación de valor, de negocio, vía sinergias, donde el componente financiero sea menos importante.
P. ¿ Habrá dificultades para realizar operaciones con alto nivel de apalancamiento, como hasta ahora?
R. Es verdad que en el pasado más reciente se han hecho operaciones con un porcentaje de apalancamiento muy alto, a veces hasta el 90% del valor. A partir de ahora veremos una actitud más restrictiva, o más selectiva, por parte de los bancos a la hora de dar la financiación. Esto puede llevar, probablemente, a que el nivel de apalancamiento sea menor en las operaciones en los próximos meses.
P. ¿ La crisis de las hipotecas de alto riesgo y del mercado de deuda producirán un parón en la actividad de financiación empresarial el próximo año?
R. No lo creo. Espero que sea un año tan bueno como han sido los últimos.
P. ¿ Cómo califica el papel de la inversión española en Europa?
R. Hemos observado un movimiento importante de grandes empresas españolas entrando en Europa del Este. Pero todavía no se puede definir como una oleada de inversión española en esa zona en comparación con lo que está ocurriendo con otras naciones, como Italia, que han sido más rápidos en acudir allí. La razón está en que, de momento, Europa del Este se está viendo como un destino de capacidad de producción más barata, pero no tanto como un mercado de crecimiento.
2008 será un ejercicio de mucha actividad
El responsable de Corporate Financede Deloitte en España, Enrique Gutiérrez, espera que, en nuestro país, esta área no se vea afectada por la incertidumbre de los mercados. "Confiamos en que el próximo año sea tan exitoso como estos últimos ejercicios. Puede que cambie el perfil de los operadores, pero seguirá habiendo una actividad importante". En cuanto al papel de la inversión española en los países del Centro y Este de Europa, subraya que su peso relativo "no es coherente con la importancia de nuestra economía". A su juicio, "los inversores españoles, salvo gigantes como Telefónica, han llegado a estos países buscando eficiencias de producción, pero no porque consideren que sean mercados potenciales donde es necesario estar". Para el directivo todavía queda por llegar una segunda fase donde los grupos españoles entren en estos países "buscando clientes potenciales y mercados donde vender sus productos". Gutiérrez subraya que esta zona es la puerta natural hacia mercados importantes, por lo que "pensamos que la inversión española está por llegar".