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Juego

Los Franco controlan las tragaperras de Codere

Recreativos Franco, hasta 2006 propietario del 41% de Codere, es el proveedor único del 38% de las máquinas del operador de casinos y del 80% de sus tragaperras. Una dependencia que podría condicionar su suministro en el futuro.

Las máquinas recreativas de Codere dependen en buena medida de Recreativos Franco. Los que hasta hace un año eran socios de la familia Martínez Sampedro en el capital de Codere, de la que fueron cofundadores, son proveedores únicos del operador de casinos y bingos, que tiene previsto dar el salto al parqué este mismo otoño.

La compañía explica en el informe remitido a la CNMV previo al folleto de su oferta pública de venta (OPV) que el 38% de sus máquinas recreativas son suministradas por el grupo Recreativos Franco. Una cifra que alcanza el 80% en el caso de las máquinas denominadas 'tipo B', es decir, las tradicionales tragaperras.

Es probable que 'continúe dependiendo' de Recreativos Franco en un 'gran porcentaje de suministro de máquinas recreativas', asegura. De esta manera, Codere reconoce que 'no puede asegurarse' que la relación con los antiguos accionistas 'no se verá alterada' por el hecho de haber abandonado la compañía. Además, indica que el mercado de fabricación de máquinas de tipo B en España está altamente concentrado. 'Cualquier interrupción en el proceso de fabricación o suministro' por los Franco, 'podría tener un efecto material adverso sobre el negocio, la actividad financiera y los resultados de explotación de Codere'.

El contrato marco con Recreativos Franco está en vigor hasta el 30 de junio de 2008, aunque puede prorrogarse dos años más y sólo es aplicable para la compra de máquinas en España. Codere explica que los contratos de compra de este tipo de máquinas conllevan el pago de un precio mensual que disminuye después de cada periodo de seis meses, hasta el pago final de la máquina pudiendo, como regla general, rescindirse los contratos por Codere al cabo de un año, revendiéndose, en ese caso la máquina a Recreativos Franco. El precio de cada recreativa de este tipo es de entre 2.600 y 3.600 euros.

La compañía reconoce en el texto previo a su OPV que su principal negocio en España es la gestión y explotación de este tipo de máquinas recreativas. A 31 de diciembre de 2006, la compañía explotaba 13.995 máquinas recreativas en España y, ese mismo año, firmó contratos para la instalación de 1.509 tragaperras. Además, el pasado año cerró la adquisición de la firma mallorquina Recreativos MAE que opera 653 máquinas del tipo B.

Los accionistas actuales de Codere, cuyo 91,8% del capital está en manos de la familia Martínez Sampedro, aún deben acometer un pago de 349 millones de euros a sus antiguos socios, que abandonaron el capital en abril del pasado año, donde alcanzaban el 41%. El pago se realizará en dos plazos, el primero, de 162 millones de euros, debe acometerse antes de que concluya el mes de octubre, mientras que el segundo, de 187 millones, deberá afrontarse el próximo año.

Un beneficio de 99,5 millones en 2009

El operador de casinos ya ha previsto cuáles pueden ser sus beneficios para los próximos tres ejercicios. La compañía prevé cerrar este año con un resultado atribuible a la sociedad dominante de 35,8 millones de euros. Estas previsiones contrastan con las cifras obtenidas en los últimos ejercicios. El pasado año, el resultado atribuible a la sociedad dominante se situó en 2,6 millones. Según las compañía, el beneficio de Codere irá incrementándose progresivamente. Así, espera cerrar 2008 con un resultado de 60,4 millones y prevé cerrar 2009 con un resultado consolidado de 99,5 millones. En cuanto a los ingresos, Codere cree que cerrará 2007 con una cifra de negocio de 913,6 millones, que pasará a 1.103,2 millones en 2008 y a 1.318,3 en 2009. Por ejemplo, en España Codere destaca que prevé crecer tanto en el número de máquinas recreativas como en la recaudación de estas y apostará por la consolidación del sector en España.

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