Entrevista con el presidente de Ritz-Carlton
En 2001 abandonó Marriott para incorporarse a Ritz-Carlton y supervisar la expansión del poderoso grupo de lujo. Desde agosto, gestiona Abama en Tenerife, su tercer hotel en España junto al Arts en Barcelona y Villa Padierna en Málaga.
Simon Cooper ha visitado muchos hoteles en su vida, pero cuando puso un pie en el Abama, un resort de gran lujo en Guía de Isora (Tenerife) propiedad del Grupo Timón, supo que era 'una joya'. Un 'proyecto visionario' que de inmediato quiso incluir en el portfolio de Ritz-Carlton -el grupo gestiona 66 establecimientos de lujo en el mundo, entre ellos el Arts de Barcelona y el Villa Padierna en Marbella (Málaga)-. Hospitalario como buen hotelero, Cooper explica su apuesta: 'Las Islas Canarias son un destino de lujo estupendo para los europeos, como Hawai lo es para EE UU'.
¿Qué vio de especial en el Hotel Abama para incorporarlo al portfolio de Ritz-Carlton?
'Cuantos más nichos encuentre España en el turismo de lujo, mejor '
El producto es extraordinario, tiene todo lo que buscamos en un hotel: golf, playa, restaurantes, spa, alojamiento en villas, paisaje. Otro aspecto interesante es que está un poco aislado del resto de hoteles en Tenerife. Queríamos un oasis, un resort de lujo apartado de la aglomeración de hoteles, lo que en EE UU llamamos strip, como el de Las Vegas. Tenerife tiene muchas líneas áreas que facilitan el acceso. Además, está el tamaño, hay pocos resort de lujo en Europa que puedan alojar a 500 invitados en una reunión.
¿La incorporación a la cadena supondrá nuevos servicios de lujo?
Sí qué habrá ciertas inversiones en mejoras, dentro de la filosofía Ritz-Carlton. Por ejemplo, vamos a crear un ambiente vip en las villas, parecido al modelo de nuestro hotel en Balí. Se trata de un servicio exclusivo, con mayordomo, jardín y salón privado, donde el cliente podrá tomar una copa o el desayuno. Vamos a intentar que el balneario sea un destino, para ello es posible crear suites con spa.
¿Cuál es perfil de cliente que buscan?
Los mercados geográficos más importantes son España, Alemania y Reino Unido. Queremos ser interesantes para familias adineradas. Otro mercado donde tenemos que crecer es en el de grupos. Gran parte del éxito que hemos obtenido en el Hotel Arts o en Penha Longa (Sintra, Portugal) está en este mercado. Las empresas incentivan a sus empleados o clientes con un viaje. Sólo hay cuatro o cinco resorts de lujo en Europa donde acepten grupos entre 400 o 500 personas. Además, gran parte de los eventos comerciales se hacen en Europa y creemos que el Abama tiene una excelente ubicación para este tipo de actividades.
Las Islas Canarias son un destino de lujo estupendo para los europeos, como Hawai lo es para EE UU. Si nos fijamos, son destinos muy parecidos, son un grupo de islas volcánicas con buenas infraestructuras; quizás Hawai tenga una o dos playas más y mayor cultura indígena, pero se encuentra más lejos de EE UU. Y luego está el clima, que en Canarias es bueno todo el año.
¿Cree que el modelo turístico español tiene que evolucionar ?
España lo hace muy bien, a pesar de que es un turismo de masas, y lo digo sin ofender, creo que es el segundo lugar en visitantes después de Francia. No hay duda de que Barcelona hizo un trabajo estupendo con las olimpiadas y tengo entendido que Valencia también con la Copa América. Cuantos más nichos encuentre para desarrollar turismo de lujo, mejor. Hay que ser egoístas, y yo estaría encantado si hay más hoteles de cinco estrellas en Tenerife que de tres.
¿Ve peligro en la competencia de otros países mediterráneos con precios más bajos?
Hay muchos lugares en el mundo, de hecho toda la costa del norte de África, que van a competir con las playas españolas, por eso hay que ofrecer algo más. España cuenta con muchas infraestructuras, buena conexión aérea, excelentes productos. Otros países van a competir, aunque también es verdad que sólo hay una Alhambra, una Ronda, un Santiago. Los precios influirán, el reto es ofrecer algo que merezca la pena. De hecho Tenerife tiene un clima estupendo, incluso en el Mediterráneo el invierno es malo, y eso es importante para elegir un destino.
Sobre todo para los vecinos del norte de Europa
No sólo ellos. Viviendo allí puedes ir a muchos sitios donde hace más calor. Yo soy canadiense y cuando voy a Nueva York digo: ¡qué bueno hace!
¿Piensa que la ralentización económica puede pasar factura al sector turístico mundial?
Sí que afectará hasta cierto punto, depende de lo que dure. Creo que va a perjudicar más a EE UU, donde la mayoría de las personas tienen sus ahorros invertidos en sus hogares, que a otros países; por ejemplo, las consecuencias en Europa serán a nivel corporativo, mientras que otros lugares, sobre todo Asia, no van a resultar afectados para nada.
Usted es responsable del desarrollo de los hoteles Bvlgari. ¿Es posible ver alguno de esos establecimientos en España?
Estamos encantados con lo que tenemos actualmente. Hemos echado un vistazo en Madrid, como en otras ciudades, pero no hay planes. Ahora mismo sólo hay hoteles Bvlgari en Milán y Bali.
Entre tantos hoteles, le resultará difícil escoger uno en vacaciones.
Cuando me voy de vacaciones no voy a hoteles de lujo, no me afeito y no le digo a nadie quién soy.
Un vergel tropical sobre un acantilado
El grupo Ritz-Carlton tiene repartidos hoteles por todo el mundo. La próxima semana inaugurará un hotel en Irlanda y, en breve, el segundo establecimiento en Pekín (actualmente hay siete hoteles en construcción en China). Son dos formas de crecer: construir un nuevo hotel o gestionar uno que ya existe. Para Simon Cooper, en cada modelo hay ventajas e inconvenientes. En el caso de Abama, destaca que todo son ventajas. 'Estamos más que orgullosos del producto desde el primer día', confirma. El grupo asumió la gestión en agosto y, según sus palabras, 'fue un gran éxito'. El objetivo es multiplicar las cifras por dos a medio plazo.Situado en un acantilado sobre el Océano Atlántico, con espectaculares vistas a la isla de La Gomera, Abama está rodeado de vegetación tropical. El complejo, diseñado por el arquitecto Melvin Villaroel, cuenta con 300 habitaciones y suites, entre 50 y 277 metros cuadrados. Descendiendo hacia el mar se sitúan 120 exclusivos alojamientos en las villas de 50 a 120 metros cuadrados.El conjunto dispone de beach club, helipuerto, embarcadero propio, ocho piscinas y un spa de más de 2.500 metros cuadrados. El campo de golf de 18 hoyos diseñado por Dave Thomas ha acogido competiciones como el Open de España y está considerado uno de los mejores de Europa. El club de tenis está asesorado por Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, ganadores de Roland Garros. Otro de los puntos fuertes del hotel es su oferta gastronómica. El cliente puede elegir entre diez restaurantes, entre ellos El Patio, que dirige personalmente Martín Berasategui, chef galardonado con tres estrellas Michelin, y Kabuki, filial del restaurante del mismo nombre existente en Madrid.A los servicios de ocio hay que añadir 1.500 metros cuadrados de zona de conferencias tecnológicamente equipada.