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Secretos de despacho

Comodidad y aire puro en Osim

Carlos Calderón aplica el bienestar de sus productos a su entorno de trabajo.

Trabaja catorce horas diarias, pero lo hace en el mejor ambiente que ha podido crearse. Carlos Calderón, 32 años, es consejero delegado de la franquicia máster en España de Osim, empresa de productos de salud y bienestar. Su mesa está en un espacio diáfano, en un edificio del polígono industrial La Pasada de Villanueva de la Cañada (Madrid). Un sillón de masaje a pocos metros de su mesa es el fiel compañero que le repasa la espalda y los pies cuando le vence el cansancio. 'Puede usarlo cualquiera', subraya, así como los tres que hay en el piso de abajo.

'Me gusta que todo el mundo participe en la empresa', afirma Calderón, y por eso no hay paredes que dividan los departamentos. 'Hay gente que empezó montando expositores y ahora dirige el departamento de logística', que está a la derecha de su despacho. Enfrente de su mesa tiene el de marketing y financiero. 'No me molesta la gente hablando, si necesito aislarme me pongo unos auriculares'. Además, reconoce, le gusta 'estar al tanto de todo'.

Apunta todo lo que le pasa por la cabeza, y tacha las tareas según las va realizando. 'Me gusta que la gente haga lo mismo que yo, porque si no se les olvida'. Su ordenador está en una posición más baja de lo habitual, costumbre que mantiene desde su experiencia en UBS, donde trabajó entre 1997 y 2003. 'Si bajo las manos escribo más rápido, y tampoco hago demasiado esfuerzo con la espalda, porque no paso mucho tiempo con el ordenador'. Generalmente por la tarde, puesto que por la mañana suele tener reuniones o viaja a las tiendas de Portugal, Cataluña y el País Vasco.

'Me gusta que mis empleados trabajen como si fueran los jefes de una empresa en miniatura'

Hace dos años y medio decidió lanzar los productos de la multinacional singapurense Osim en España, junto a dos socios. Cuando se trasladaron a las oficinas de La Pasada eran siete, y ahora son más de sesenta las personas que trabajan a destajo para expandir la empresa en Portugal, y en Francia, donde Calderón espera tener cuatro tiendas propias a finales de 2008. En España pretende crecer de 8 a 25, y en Portugal de dos a ocho. Además, aspira a vender sus productos en 150 distribuidores, frente a la veintena actual.

'Más por necesidad que por ganas', su jornada empieza a las 8 y termina a las 12 de la noche. Entre horas saca tiempo para su trabajo como consejero senior de operaciones internacionales de Coffee Nation, y como consultor en el sector de bienes de consumo. 'Tengo novia pero no hijos, sería imposible mantener este horario'. También da clases de banca corporativa en el Máster de Mercados Financieros Internacionales, patrocinado por la CNMV y la UNED, aunque está pensando dejarlas.

La oficina tiene hasta un punto de salud para chequearse la tensión. 'Intentamos que, salvo por el número de horas, los trabajadores tengan calidad de vida', explica. El polígono industrial está cerca del Parque Regional del río Guadarrama, no está demasiado poblado y además va 'contra tráfico. Se tarda en llegar unos 20 minutos desde que sales de la ciudad'. El aire está purificado gracias al aparato iLife, que también fabrica Osim.

El traje no es obligatorio, y Calderón normalmente viste informalmente, salvo cuando tiene reuniones o sesiones de fotos como las de este reportaje. Reconoce que es 'muy desordenado', y que siempre tiene la mesa llena de papeles, de los proyectos que lleva en paralelo. Por el suelo hay un cuadro sin colgar, y una pizarra.

Calderón trabajó en Londres, Singapur, Hong Kong y Nueva York, así como en el sector inmobiliario en Uruguay. 'Mi experiencia más fructífera fue en el Reino Unido', recuerda. Su preferido es el modelo anglosajón, donde lo que prima es la productividad y no el tiempo dedicado al trabajo. 'Me gusta que mis empleados trabajen como si fueran los jefes de una empresa en miniatura, que se comprometan'.

'Mi sueño está bastante cumplido', asegura Calderón, licenciado en Empresariales por Cunef. 'Cuando no tienes una tradición en la familia y siempre has querido ser empresario, sólo el serlo ya es una satisfacción'.

El 'apagafuegos' que está cuando se le necesita

Tiene muy pocos objetos personales en su oficina, pero hay uno que Carlos Calderón guarda con especial cariño. Es un casco de bombero de arcilla, que lleva su nombre junto al cargo de fire chief (jefe de bomberos).'Me lo regaló un mentor y buen amigo, Lalo Azcona presidente de Tecnocom y periodista durante el primer año de Osim España. Para mi él es el típico apagafuegos, siempre está ahí para ayudarme'.En su mesa tiene dos libros, ambos en inglés, idioma que domina además del francés. Uno que le han regalado y aún no ha empezado (The Science of Success, Charles G. Koch), y la biografía de Jack Welch, Jack, Straight from the Gut (Hablando claro, Punto de lectura, en la edición en castellano). Carlos Calderón es un gran aficionado a los viajes. Precisamente estaba dando la vuelta al mundo, en un año sabático, cuando le hablaron por primera vez de Osim.También le gusta el cine, y el deporte, en concreto el tenis, el esquí y la vela. El edificio de Osim tiene una cancha de baloncesto, y cerca tienen un centro de equitación que les hace descuentos.

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