Cuando los ricos hablan chino y ruso
Las firmas de lujo están de enhorabuena. Lejos de los temores a una crisis financiera global, los grandes emporios dueños de Louis Vuitton, Gucci, Cartier o Hermès ven como los pujantes mercados del Este, con China y Rusia a la cabeza, ganan peso entre sus potenciales clientes.
China ya es el tercer mercado mundial de artículos de lujo, según un estudio de Goldman Sachs realizado en 2006, y está previsto que sobrepase a Japón en 2015. Sólo en este país existen más de 300.000 personas con una renta superior al millón de dólares, según Merrill Lynch. Además, se calcula que alrededor de 170 millones de chinos (el 13% de la población del país) son clientes potenciales de las firmas de lujo. Unas cifras especialmente altas en un país donde las falsificaciones, especialmente en los artículos de alta gama, son más que habituales.
Ejemplo del tirón de los pujantes gigantes asiáticos es el positivo resultado alcanzado por Richemont, la compañía propietaria de enseñas como Cartier o Montblanc y segunda empresa del sector sólo superada por el gigante galo LVMH. Entre abril y agosto, la firma con sede en Suiza ha incrementado su facturación un 17%, mientras que el beneficio creció un 11%. Aunque la firma suiza no desveló ayer las cifras exactas de los últimos cinco meses, en su pasado ejercicio fiscal (concluido en marzo) obtuvo un resultado de 4.827 millones de euros.
Buena parte del aumento de sus ventas se debe al empuje de los relojes suizos, que incrementaron sus exportaciones un 27% durante el pasado mes de julio. Se trata del mayor aumento en dos años. Los ingresos de su unidad relojera, donde se enmarcan las enseñas Vacheron Constantin o Baume & Mercier, se incrementaron un 20%, frente al 8% que creció en joyería gracias a Cartier, Piaget o Van Cleef & Arpels.
Pero no todo es positivo. El presidente de Richemont, Johann Rupert, reconoció ayer que la 'principal preocupación' del grupo es poder responder a la demanda, sobre todo en relojes, 'Estamos redirigiendo la cuestión de los suministros, con planes para aumentar la producción', señaló el presidente de Richemont.
Sólo en Asia, las ventas de la propietaria de la textil Chloé se elevaron un 22%. Sin embargo, Europa sigue siendo el principal mercado de la firma suiza, ya que aún copa el 40% del beneficio de la compañía. En el lado contrario está el mercado japonés, donde la facturación de Richemont se redujo un 4%, debido principalmente a la debilidad del yen frente al euro.
Pero Richemont no es el mayor emporio del lujo. El trono lo ocupa la francesa LVMH, que también considera China, Rusia y Europa Central como los nuevos puntales de su negocio. En la primera mitad del año, el propietario de Marc Jacobs, Givenchy o Loewe alcanzó una facturación de 7.412 millones de euros, un 6,3% más que en el mismo periodo de 2006. Japón supone el 12% de las ventas de la firma de lujo, y el resto de Asia, el 20%.
LVMH alcanza en el lejano oriente las 650 tiendas, mientras que en Francia y el resto de Europa posee 761 establecimientos. Sus ingresos crecen en Asia a un ritmo del 20%, aunque en Europa el avance es del 21%. La compañía presidida por Bernard Arnault destaca, sobre todo, el empuje que tienen entre los asiáticos, especialmente en China, productos como el cognac y sus enseñas de cosmética y perfumería.
El grupo PPR, donde se enmarcan firmas de gran consumo como Puma o Fnac, también ve como sus enseñas de lujo se disparan en Asia. Su marca Gucci, elevó sus ventas en Asia-Pacífico un 24% y sólo en China crecieron un 118%. Otro de los emblemas del lujo, Hermès, también crece en Asia, aunque a tasas menores, un 12,5% en el último semestre.
Otra buena noticia para las firmas de lujo es la escasa repercusión que están teniendo en sus resultados las 'turbulencias' en los mercados financieros, según las definió ayer el presidente de Richemont. Los artículos de lujo siempre han sido 'relativamente resistentes' aunque no 'inmunes' a los cambios en los mercados bursátiles, aseguró Johann Rupert.
Las firmas se aprovechan de la red
Cualquier turista que pasee por los parisinos Campos Elíseos es testigo del furor que causa entre los visitantes extranjeros, sobre todo entre los asiáticas, la tienda de LVMH. Bautizada como 'Espacio Louis Vuitton', es el emblema de la firma de artículos de lujo. Sin embargo, para hacerse con alguno de los productos de alta gama no hace falta desplazarse hasta los establecimientos de las grandes cadenas del sector, para eso están las divisiones de venta online.No sólo eso. El consorcio LVMH también es propietario de la página web eluxury.com. El ella, los internautas, no sólo pueden comprar productos del emporio galo, sino que también tienen a su alcance marcas como Jean Paul Gaultier, Just Cavalli, Dolce & Gabbana, Versace o Tom Ford. Eluxury.com fue la primera web de venta electrónica de firmas de lujo, ya que se puso en marcha en el año 2000. En ella, además de firmas textiles, están a la venta cosméticos y artículos infantiles. También cuenta con un espacio para que los internautas preparen sus regalos. Una gama de obsequios que puede bajar de 100 euros, pero que fácilmente puede superar los 500 euros.Otra página web al servicio de los más sibaritas es luxuryboard.com. Se trata de una comunidad online estadounidense que pone al alcance de sus adinerados miembros blogs para intercambiar experiencias, artículos sobre productos de consumo o reportajes sobre salud y bienestar. En los últimos cuatro años, ha incrementado un 51% el número de socios y afirma que más de ocho millones de estadounidenses tienen unos ingresos anuales superiores a 150.000 dólares.