El consumo de cemento evidencia el aterrizaje de la construcción en España
El consumo de cemento en España sigue desacelerándose. De enero a agosto, el gasto ha superado los 38 millones de toneladas, apenas un 1% más que en el mismo período de 2006, según los datos aportados por Oficemen, la patronal del sector.
Este incremento acumulado es muy inferior al 8% registrado en los ocho primeros meses del año pasado y es una muestra de la menor actividad en la construcción residencial. Si se tiene en cuenta sólo el mes de agosto, el consumo registró, incluso, una caída, del sobre julio. La bonanza de la obra civil y de la edificación residencial son las que han convertido a España, con 1.200 kilos de cemento consumido por persona al año, en el primer consumidor de cemento de la UE y el quinto del mundo.
Según los cálculos de los expertos consultados por Reuters, la producción de viviendas absorbe alrededor del 60% del consumo nacional en un momento en el que el mercado residencial se está ralentizando tras varios años consecutivos de récords históricos de crecimiento.
No obstante, el Banco Central Europeo apunta al precio del petróleo y a las condiciones más restrictivas de acceso al crédito como los principales riesgos que amenazan el crecimiento de la zona euro. En su boletín mensual, el BCE recuerdó ayer que la política monetaria sigue siendo 'acomodaticia', aunque hay que tener en cuenta que la volatilidad de los mercados financieros ha incrementado la incertidumbre.
El organismo presidido por Jean Claude Trichet explica, al igual que hizo el 6 de septiembre cuando decidió no subir los tipos en la zona euro, que debido a este 'elevado nivel de incertidumbre' es necesario obtener información adicional y examinar los nuevos datos 'antes de extraer conclusiones en relación con la política monetaria'.
El BCE subraya también la necesidad de controlar la inflación en la zona euro que, según sus cálculos, podría superar el 2% por los riesgos que se aprecian en la evolución de petróleo y de algunos productos agrícolas.