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Automóvil

La patronal europea de coches cierra filas ante la norma ecológica de la UE

Los fabricantes de automóviles europeos han zanjado sus conflictos internos. Juntos aceptan los compromisos de reducción de emisiones de CO2 marcados por Bruselas. Pero buscan que se reparta la carga de reducción y un retraso para el cumplimiento de estos compromisos.

Una imagen siempre vale más que mil palabras. La de ayer fue ver posar para la foto, derrochando muestras de amistad, a tres de los presidentes de los principales fabricantes de coches europeos: Dieter Zetsche, de DaimlerChrysler, Sergio Marchionne, de Fiat y Christian Streiff, de PSA Peugeot Citroën. 'Estamos comprometidos con los objetivos europeos de reducción de emisiones de CO2 y unidos en la manera de conseguirlos', remarcó Marchionne ayer en la rueda de prensa de la patronal automovilística europea ACEA en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort.

Alemanes, franceses e italianos, el eje de la polémica por el CO2, se sentaron ayer juntos para explicar su postura y poner fin, al menos aparentemente, al conflicto entre fabricantes del norte y sur de Europa. En la mesa se sentaron además los principales representantes de Renault, GM, BMW o Ford. El gesto era más elocuente que las palabras, que no han variado demasiado. Marchionne explicó que la ACEA 'acepta los compromisos de la UE de reducir las emisiones de los vehículos hasta los 120 gramos de CO2 por kilómetro' pero reiteró la necesidad de aplazar su obligatoriedad a 2015. La media de emisiones de los vehículos de la UE es de 163 gramos por kilómetro.

La patronal pidió que se tenga en cuenta en el cálculo de emisiones una visión 'más íntegra de los factores de contaminación', señaló Marchionne. Señaló la necesidad de introducir biocarburantes, conducción eficiente y mejoras en las infraestructuras. Según datos de la ACEA, lograr la reducción sólo con nueva tecnología es 10 veces más caro que implementar el resto de medidas.

Frente a la unidad en la patronal, los analistas señalan que el Salón de Fráncfort demuestra el momento de confusión que sufre el sector. Los fabricantes se debaten entre los gustos del cliente, las exigencias medioambientales o de seguridad y la búsqueda de reducción de costes sin reducir márgenes.

A ojos del consumidor, la sensación es de pasar a los extremos. Las marcas presentan grandes todoterrenos junto a minúsculos microcoches. Es el caso del grupo Volkswagen, que ha presentado el todoterreno Tiguan junto al pequeño prototipo Up!, un microcoche que se fabricará en serie en dos años. Ford se une a la tendencia con el todoterreno Kuga y el turismo Verve, dos contrarios llegarán al mercado en 2008. Chrysler trae la nueva versión del Voyager y novedades del pequeño prototipo Hornet, que desarrolla con la china Cheri.

Jaguar renueva su imagen antes de su venta

Ford sorprende con un nuevo modelo de Jaguar, el primer lanzamiento de la enseña de lujo desde que el fabricante decidiera ponerla a la venta. La estadounidense renueva el modelo S-Type y presenta la berlina XF, la más grande de su categoría. Llegará al mercado español en la primavera de 2008.Esta renovación no quiere decir que Jaguar haya dejado de estar en venta. Según afirmó ayer el vicepresidente de Ford Europa, Lewis Booth, Ford espera anunciar la existencia de un comprador para la marca de lujo a principios de 2008. La empresa también ha puesto en venta la marca Land Rover, en un intento de recuperarse de las pérdidas de 12.600 millones de dólares (9.065 millones de euros) que registró el año pasado, una cifra récord para la marca. Tras la venta de Aston Martin, registró ganancias de más de 547 millones de euros, las primeras en dos años. Entre los posibles compradores de las marcas de Ford, estarían las indias Tata y Mahindra y las empresas de capital riesgo TPG y Ripplewood.

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