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Secretos de despacho

Mucho teatro en Pentación

Jesús Cimarro dirige una productora teatral desde un amplio escenario

Si hay una imagen que se repite en la memoria de Jesús Cimarro es la subida y bajada del telón. Sueña con ello. Porque este empresario, nacido en Ermua (Vizcaya) hace 41 años, lleva toda su vida dedicado a la producción teatral. Una ocupación y un sector que él define de complicada. 'Es producir arte, entretenimiento, pero a la vez es negocio, y ya se sabe que muchas veces esto no coincide'. Y añade que algún experto financiero le ha asegurado, en alguna ocasión, que el riesgo de invertir en teatro es mucho mayor que hacerlo en Bolsa. Cimarro explica, desde su amplio despacho, ubicado desde hace dos en la madrileña calle de Fuencarral, que 'se trata de producir para el gusto del espectador, captar lo que le gustaría. Levantar el telón es muy complicado, es un producto artesanal, vivo, y eso es algo que afortunadamente no muere'.

Jesús Cimarro se siente a gusto en su lugar de trabajo, desde donde dirige la productora Pentación y compagina todas sus ocupaciones, entre ellas la de presidente de la Asociación de Productores de Teatro, Música y Danza así como la dirección del Teatro Bellas Artes de Madrid. Lo ha decorado con la ayuda de una subdirectora de su equipo, 'porque necesitaba una mano femenina, que siempre tiene una sensibilidad distinta a la de los hombres'. En este sentido, asegura que le gusta trabajar con mujeres. 'Me gusta dar responsabilidades a las mujeres, dentro de un sector bastante masculino, porque son muy eficaces y organizadas'.

En la estancia destaca, sobre la pared color caldero, un cuadro, El Picassito, del venezolano Hugo Aguirre, al que conoció en Baeza. 'Me gustó por su colorido y porque es impactante'. Cimarro vive apasionadamente su profesión, con tal intensidad que asegura con gran orgullo haber producido más de un centenar de espectáculos, entre los que se encuentran algunos, 'pocos', fracasos, 'y los que he tenido los he maquillado bien y me han servido de aprendizaje'. También lleva a gala sus 20 años como empresario teatral, 'con la misma empresa y el mismo CIF, y eso es algo inusual en este sector, donde a la mínima dificultad se cierra'. Lo suyo, según cuenta, es una opción de vida.

Comenzó a los 18 años fundando un taller de teatro municipal en su ciudad natal. 'Y acabé montando una empresa y regularizando el sector teatral. Marqué una pauta para que tuviéramos reconocimiento social y a la vez nos empezáramos a organizar como empresa'. Al principio parecía una utopía, que con los años se ha ido convirtiendo en realidad. Es autor, además, de un manual sobre Producción y distribución teatral en España. Y se ocupa de impartir, tras realizar un máster en Gestión Cultural por la Universidad Complutense de Madrid, cursos y lecciones magistrales sobre la forma de dirigir empresas de este sector.

'Hay un verdadero nicho de mercado para todo tipo de profesionales, desde economistas, financieros, abogados. Hace falta todo tipo de profesiones, ya que es un sector donde se está generando mucho empleo', afirma. Pentación ingresó en 2006 seis millones de euros y maneja un centenar de personas en todos los espectáculos que tiene en marcha. En estos momentos tiene en cartera Fedra, con Ana Belén, y otros dos espectáculos con Lola Herrera y Federico Luppi.

Para todo ello, requiere tener a su equipo cerca, ya que necesita delegar. 'Es algo que me ha costado mucho; siempre se tiende a desconfiar de que alguien haga las cosas mejor que uno mismo'. Es por esto por lo que pide a los que trabajan a su lado responsabilidad y que ansíen marcarse objetivos y retos. 'Me gusta la gente comprometida, que le guste lo que hace, ya que el ritmo de trabajo que tenemos es excesivo'. Porque, añade Cimarro, uno de los inconvenientes es que cuando todo el mundo disfruta de su ocio, ellos tienen que trabajar. Forma parte de la magia del espectáculo.

La mayor gloria teatral

Dispone de una estantería de diseño metálica donde apila recuerdos, como las maquetas de varios autobuses publicitarios de sus obras de teatro. En un lugar bien visible guarda un Premio al Mejor Empresario de 2005, 'se trata del Goya del teatro'. Ese año tenía en cartel las obras Yo Claudio y El precio. 'Me siento orgulloso porque es un reconocimiento a que algo se debe estar haciendo bien'. Ahora anda enfrascado, con las autoridades municipales y regionales, en una campaña de promoción de la ciudad de Madrid, con el fin de vincular la oferta cultural al turismo. 'Tenemos que atraer visitantes a que vengan a ver nuestros musicales, museos y obras de teatro. Además, cuando un espectáculo va bien hace que otros, a su vez, también vayan bien', afirma Cimarro.Según habla, parece que su vida no tiene descanso. 'Es muy difícil conciliar la vida laboral con la personal, sobre todo cuando estás en un negocio como éste, en el que siempre surgen pequeños inconvenientes. Cuando de verdad quiere descansar y desconectar el móvil, que es en periodo navideño, 'desaparezco del país, es la única manera de que nadie me agobie'.Para el resto de empleados ha instalado un plan de conciliación para que el personal pueda disfrutar también de la esencia de su propio negocio. 'En mi caso es una opción de vida'.

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