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Directivos

Familias que herdan el espíritu emprendedor

Académicos y empresarios analizan en Esade la forma en la que mantienen la cultura del fundador y siguen innovando

Pertenece a la quinta generación de una familia emprendedora. Hace 169 años, en 1838, arrancó lo que hoy son los Laboratorios Uriach, en los que se emplean 850 personas y de los que Joaquín Uriach, de 41 años, es su secretario general. 'La empresa se ha mantenido a lo largo de estos años por nuestro espíritu emprendedor y nuestra capacidad de innovación, una actitud que se ha ido transmitiendo de forma natural, día a día, con el ejemplo', reconoce Uriach. La misma teoría la sostiene Ramón Carbonell, de 40 años y consejero delegado de la empresa de obra pública Copcisa, con 45 años de vida y 2.000 empleados en plantilla: 'Nuestro espíritu emprendedor lo hemos mantenido, de momento, a lo largo de dos generaciones en reuniones familiares, en la mesa a la hora de comer, porque la familia que sufre unida permanece unida'.

Son dos ejemplos de empresas familiares que están siendo analizadas por 11 escuelas de negocios internacionales, entre las que se encuentran la española Esade, la estadounidense Babson College, la suiza St. Gallen y la italiana Bocconi, con el fin de investigar cómo se consigue transmitir el espíritu emprendedor durante generaciones. Este ambicioso estudio, que se ampliará a empresas familiares asiáticas, estadounidenses y latinoamericanas, se ha bautizado con el nombre de Proyecto STEP (Successful Transgenerational Entrepreneurship Practices) y se ha presentado el pasado jueves en la sede de Esade en Barcelona en una reunión que se clausura este fin de semana.

Los académicos, después de analizar varios casos, han llegado a la conclusión de que las empresas que consiguen transmitir el espíritu emprendedor durante varias generaciones tienen una estrategia muy centrada en el fundador. 'La cultura del emprendedor está muy presente en el ADN de la empresa y la influencia de los mayores sigue siendo determinante para la toma de decisiones', afirma Tim Habbershon, director del Institute for Family Entreprising de Babson. En este sentido, las empresas familiares emprendedoras suelen tener a lo largo de las diferentes generaciones una estrategia continuista a la diseñada por quien las creó.

Según la investigación, ser emprendedor es un valor para este tipo de familias, aunque esto no implique la obligatoriedad de realizar cambios sustantivos. 'Comparten la visión de que la empresa debe asumir riesgos, innovar y crecer, y se plantean como meta impactar en la sociedad creando riqueza y bienestar y empleo', afirma Alberto Gimeno, profesor de empresa familiar en Esade. Lo bueno que tienen este tipo de organizaciones, matiza la directora del Centro de iniciativa empresarial de la citada escuela de negocios, Eugenia Bieto, es que 'manejan un balance bastante equilibrado entre el corto y el largo plazo'.

Las empresas emprendedoras están orientadas al cliente y consideran que, junto con la personalización, este elemento es central para su estrategia de futuro. 'Existe la convicción de que no hay límites en la capacidad para competir de la empresa', prosigue Gimeno. De acuerdo con el estudio, la empresa familiar transmite la seguridad a la organización de que no hay limitación en los proyectos que puede abordar, lo que provoca un sentimiento positivo sobre el hecho de que será capaz de encontrar recursos para competir en cualquier circunstancia.

70% del PIB

La importancia de las empresas familiares es real. Según datos del Instituto de la Empresa Familiar, en España hay más de dos millones y medio de organizaciones de este tipo, que representan el 75% del empleo privado, o lo que es lo mismo, dan empleo a más de nueve millones de trabajadores. El total de su facturación equivale al 70% del PIB español, representan el 30% de la capitalización bursátil y el 50% de las empresas españolas que cotizan en Bolsa son familiares. El 21,7% se encuentra en primera generación, el 16% en la segunda, el 8% en tercera y el 1% en cuarta o superior. Comparados con las no familiares, la vida media de una familiar es de 25 a 30 años, frente a las demás, que oscila entre 40 a 50 años.

Pero las empresas bien gestionadas, según Habbershon, son las que son capaces de generar nuevas innovaciones y transmitirlas a las nuevas generaciones'. 'Cuando inician un negocio enseguida tratan de maximizar su valor, creando otras líneas y abriendo nichos de mercado, con el fin de controlar a los proveedores, a los clientes y satisfacer los diferentes intereses de otros miembros de la familia. Es por ello que crean tantos negocios paralelos al central', añade el profesor de Babson.

Siguiendo el avance del estudio, que estará concluido en los próximos dos años, para este tipo de empresas ser emprendedor es un valor por sí mismo, y la creación de patrimonio y de riqueza personal no determinan el comportamiento. Por otro lado, la estrategia está muy centrada en el fundador, que se caracteriza por su intuición y capacidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento.

Las estructuras de gobierno están adaptadas al ciclo de vida de la familia y a la complejidad de las relaciones familiares. 'Además, se tiene conciencia de la necesidad de equipos directivos de alta calidad', explica Alberto Gimeno. Hay desafíos que este colectivo ha sabido abordar como es impregnar la organización de valores y de cultura y combinarlas con otras dimensiones denominadas 'duras', como es la estrategia, el gobierno y las relaciones. También son expertos en el tratamiento de las contradicciones, como es la tradición y la innovación, el corto y largo plazo, la continuidad y la reestructuración, la convivencia entre la sabiduría de los séniors y las iniciativas de los júniors, o la empresa y la familia.

'Son empresas muy seguras de sí mismas, conocen sus limitaciones y saben cómo sobreponerse a ellas para llegar allí donde quieren', señala Gimeno. Sobre la función de los protocolos de familia, aquellos documentos donde se recoge la forma de proceder de las empresas con el fin de garantizar su futuro, el profesor de Esade asegura que pueden resultar negativos por su excesiva rigidez. 'No se puede replicar a lo largo de las generaciones un modelo inicial, porque eso puede generar una pérdida de la capacidad de aprovechamiento de las oportunidades', matiza.

Ramón Carbonell. Consejero Delegado de Copcisa

Es uno más dentro del equipo formado con otros dos hermanos. Y fue su padre, el fundador de la compañía de obra pública hace 45 años, el encargado de transmitir a sus tres hijos la necesidad de mantener la empresa bajo los parámetros de la calidad y el esfuerzo, así como de fomentar la capacidad de trabajo. 'Al final, con esos valores sale todo'.La gestión está en manos de profesionales, mientras que la familia se dedica a definir la estrategia a seguir. 'Hay que continuar identificando nuevos caminos para avanzar y conseguir que la compañía perdure en el tiempo', afirma Carbonell. Este ejecutivo entiende la organización como un préstamo de sus padres, que debe devolver a sus hijos, y con intereses'. Añade que no existe, al menos en su caso, la ambición de poseer riqueza personal, sino la de crear valor. 'Las siguientes generaciones no nos podemos dormir en los laureles. Tenemos que pensar en asumir ciertos riesgos, aunque partimos con ciertas ventajas económicas', relata Carbonell. En Copcisa trabajan 2.000 familias 'y, por tanto, hemos de ser responsables con ellas, no podemos hacer tonterías', afirma este ingeniero industrial. Desde pequeño ha convivido con todas las iniciativas que su familia ideaba y compartía a la hora del almuerzo.

Joaquín Uriach. Secretario General de Laboratorios Uriach

En Laboratorios Uriach llevan muy a gala el ejemplo del fundador, un hombre austero, al que la quinta generación de su familia, 169 años después de la creación de la empresa, le sigue recordando. Lo hace Joaquín Uriach: 'Era un gran trabajador, que valoraba el esfuerzo tanto en la familia como en la empresa'. El fundador era hijo de un molinero, y como no era el primogénito no tenía derecho a heredar el molino. 'Así que no tuvo más remedio que marcharse a Barcelona a trabajar. Se empleó en una botica y dormía en el mostrador. Poco a poco, se fue haciendo un hueco, hasta que compró la botica', rememora Uriach. 'Tenía una gran capacidad de esfuerzo y de superación, que se nos ha ido trasmitiendo a todos los empleados de la organización'. La obra de su antepasado ha crecido, pero 'su espíritu emprendedor permanece a lo largo de los años', afirma este licenciado en Derecho, quien asegura que muy pocos nacen emprendedores, pero es el hambre y la necesidad las que agudizan el ingenio.'En estos momentos, somos cinco hermanos propietarios y sabemos que la unidad de la familia será la que nos haga ir hacia adelante y la que garantizará la continuidad'. Sabe que el gran secreto de este tipo de organizaciones radica en la evolución. 'No somos de grandes revoluciones, preferimos ir poco a poco. No hay que sentirse rico sino responsable'.

No quieren ser ricos

Ser emprendedor dentro de una empresa familiar no implica ambición por crear riqueza y patrimonio personal, sino que esta actitud corresponde más a la necesidad de dejar un legado empresarial. Es una manera de contribuir al desarrollo y avance de la sociedad.

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